Creed 2: defendiendo el legado – demasiada testosterona a la vista
Disponible en:
Director: Steven Caple Jr.
Elenco: Michael B. Jordan, Rocky Balboa, Sylvester Stallone, Tessa Thompson, Phylicia Rashad, Dolph Lundgren, Florian Munteanu, Wood Harris.
País: Estados Unidos
Duración: 130 min.
Más información de la película: https://www.imdb.com/title/tt6343314/
Creed fue toda una gran sorpresa en 2015, pues el enfoque presentado por el director Ryan Coogler fue acertado y trajo consigo la revitalización de la serie de Rocky. Esto a la vez fue la plataforma para catapultar al éxito tanto a Coogler, quien terminó dirigiendo Back Planther; Michael B. Jordan, quien ahora es una fuerza creativa detrás y delante de cámaras; así como al mismísimo Sylvester Stallone, quien fue nominado al Óscar por su papel de Rocky Balboa. No cabe duda de que esta película fue de las mejores de ese año, por lo que no es sorprendente que tres años después tengamos su secuela, aunque con nuevo director.
Iniciamos Creed 2 reencontrándonos con Adonis Creed, quien está en la gloria profesional y personal, acompañado de su novia, Bianca (Tessa Thompson), y de su entrenador y confidente, Rocky Balboa (Sylvester Stallone). Toda estabilidad emocional llega a su fin cuando reaparece Ivan Drago (Dolph Lundgren), el boxeador que mató a su papá, Apollo Creed, en el ring durante Rocky IV.
Ahora, con toda la arrogancia imaginable, Drago desafía a Creed a una pelea en contra de su hijo, Viktor Drago (Florian Munteanu). Ahora resulta que las victorias de Creed no valen si no demuestra que es mejor que este luchador aficionado que salió de la nada. A lo largo de la película veremos el arco emocional de Creed para enfrentarse al contrincante más importante de su vida: el hijo del asesino de su padre.
Creed 2, a pesar de no estar a la altura de su predecesora, ofrece un camino de crecimiento para el personaje principal, Adonis Creed, así como un arco emotivo y concluyente para Rocky Balboa. De igual forma, la intensidad de las peleas coloca al espectador en medio de ellas, por lo que sufrimos con cada golpe que Creed recibe. No obstante, a pesar de sus aciertos, y como espectadora, sentí esta cinta como un exceso de testosterona y fuerza bruta, pues a apeló constantemente a la irracionalidad de las reacciones típicas de un “macho alfa”, así como a la necedad y orgullo de Creed para avanzar en la trama. Más que avanzar (y pelear) con la mente, esta película funciona mejor a través de las emociones.
A pesar de que la película cuenta con muy buenos personajes secundarios, pues prácticamente todos tienen la posibilidad de tener arcos interesantes, la película le pertenece a Adonis, lo cual no es siempre la mejor opción. Por un lado, el personaje de Bianca se queda en las sombras y no tiene desarrollo alguno; prácticamente queda como la novia preocupada por los cambios emocionales de Adonis, los golpes horribles a los que se enfrenta, y el miedo de “decepcionarlo” por la posibilidad de que su futura hija nazca con la misma condición que ella. Esta última historia se elimina rápidamente, cuando pudo haber sido explorado de mejor manera. Pareciera que todos estos argumentos únicamente se presentan para reflejar la historia de Adonis con la de su padre, así como para elevar el riesgo de enfrentarse a Viktor.
Por el otro lado, los villanos de la película son en momentos caricaturescos, en especial Ivan Drago. Se logra distinguir lo que el director quiere hacer con él, al darle ese resentimiento y enojo por lo que pasó hace treinta años cuando Rocky lo venció en el ring y le quitó su orgullo; sin embargo, no es triunfante en el intento, pues las tomas, reacciones y diálogo lo hacen ver cruel, egoísta y simplemente malvado. Es hasta el final de la cinta cuando vemos esa profundidad y emotividad que querían enseñarnos al final.
Por su parte, quedé intrigada con el personaje de Viktor, pues parece que tiene más sensibilidad y conflicto interno de lo que se ve a simple vista. A través de algunas de sus acciones parece que nos quiere decir mucho más de lo que se presenta, por lo que parece que se editaron ciertas escenas que le daban más humanidad y desesperación. Me quedé con ganas de ver más sobre él y aprender quién era en realidad.
Asimismo, tengo dos conflictos con la cinta. En primer lugar, y como lo mencioné anteriormente, pareciera que fue hecha con mucha masculinidad y pensamiento de “macho alfa”. Prácticamente Adonis cae ante la tentación de pelear en contra de Viktor a través de la manipulación de los recuerdos. Adonis no puede reaccionar ante la razón y la objetividad de las cosas, e incluso aleja a las personas importantes de su vida, quienes por cierto después deben disculparse ante el necio y obstinado Adonis. Su único motor es la venganza, la revancha y la protección de su título. Los discursos sucios y superficiales, así como el pensamiento simple, son los grandes motores de esta película.
En segundo lugar, el director hizo uso de un mecanismo chafa y simplista para definir las lealtades del espectador. A lo largo de toda la cinta, fuimos testigos de las circunstancias de vida de los Drago, lo cual nos permitió crear cierta empatía y entendimiento de las acciones de padre e hijo (más hijo que padre). De esta forma, cuando llegamos a la pelea final entre Viktor y Adonis, no es tan sencillo estar 100% de lado de Creed. Esto crea un conflicto para el director, pues ¿cómo acabar satisfactoriamente una pelea en la que ambos podrían ganar? Ante tal pregunta, decidió lo más sencillo y sucio: hacer al antagonista completamente malo (no spoilers). De esta forma, Steven Caple Jr. resuelve su conflicto y pinta claramente con quién debe estar nuestra lealtad, lo que elimina todo el involucramiento emocional creado a lo largo de la cinta.
Creed II es una secuela decente de Creed, sin embargo, se siente más comercial y manufacturada en relación con la cinta anterior. Las escenas de las peleas y de los entrenamientos siguen siendo igual de cautivadores, pues los golpes y movimientos son convincentes y agotadores. Esta película funciona como la transición perfecta de la historia de Rocky a la de Creed, cerrando cualquier cabo suelto del pasado al traer de regreso a aquellos que cambiaron por siempre la vida de ambos personajes. Pasarán un buen rato sólo si dejan pasar las inconsistentes en los personajes y el uso descarado del ojo masculino en el desarrollo de la historia.
Originaria de la Ciudad de México, Alessandra considera al cine como su gran amor. Fanática empedernida de Paul Newman y La Momia (1999), y dueña de una facilidad envidiable para aprenderse diálogos innecesarios para la vida real, en 2017 fundó Palomita de maíz. Aquí escribe constantemente sobre cine y televisión. También pueden encontrar sus palabras en sitios como InSession Film, Filmotomy, Cherry Picks y Screen Queens.