¿Cómo matar a mamá?: maternidades complejas
Dirección: José Ramón Chávez Delgado.
Guion: Carla Sierra.
Elenco: Blanca Guerra, Diana Bovio, Ximena Sariñana, Ana Valeria Becerril, Erick Elias, Gonzalo Vega Jr., Mau Nieto, Antonio Gaona, Elizabeth Guindi.
País: México.
Palomómetro:
Más información de la película: https://www.imdb.com/title/tt27128594/

Martha Sepúlveda, una mujer colombiana de 51 años, fue la segunda persona con una enfermedad grave e incurable en estado no terminal en acceder a la eutanasia en ese país. Martha fue diagnosticada con esclerosis lateral amiotrófica (ELA) en 2018 y después de dos años de vivir con la enfermedad neuronal degenerativa, decidió acceder al derecho a la muerte digna. Su procedimiento fue programado para el domingo 10 de octubre de 2021.
No obstante, Martha recibió una carta el 8 de octubre informando la cancelación de su cita, argumentando que no cumplía con el requisito de terminalidad, a pesar de que éste fue eliminado días antes de que ella solicitara el procedimiento formalmente. Luego de recibir apoyo legal para denunciar la vulneración de su derecho a la muerte digna, Martha accedió al procedimiento el 8 de enero de 2022.
En ¿Cómo matar a mamá?, las hermanas Camila (Diana Bovio), Margo (Ximena Sariñana) y Teté (Ana Valeria Becerril) se encuentran en una situación similar a la de Martha Sepúlveda cuando su madre Rosalinda (Blanca Guerra), con quien tienen una relación distanciada y complicada, les informa que lleva años viviendo con una enfermedad degenerativa que reduce su autonomía. Por ello, les solicita que le ayuden a quitarse la vida; sin embargo, debido a que en México no existe el acceso a la eutanasia, las tres hermanas se ven orilladas a pensar en diferentes maneras de matar a su mamá.
Así, en una hora y media de película las cuatro mujeres emprenden un viaje en carretera por la península de Baja California para cumplir el último deseo de Rosalinda de regresar a su playa favorita en Los Cabos. A lo largo del trayecto se enfrentarán a verdades acerca de sí mismas, su relación entre ellas como hijas, hermanas y madre, y las maternidades que ejercen, que quieren ejercer y las que quizá nunca quisieron.
En este sentido, la historia se enfrenta al reto de exponer, desarrollar y concluir los arcos de cuatro mujeres con experiencias y visiones distintas de la maternidad en poco tiempo. Por esto, el desarrollo interno de algunos de los personajes se siente trunco; sin embargo, la química entre las cuatro actrices es palpable y resalta en escenas sumamente emotivas.
En especial destaca la interpretación de Blanca Guerra como Rosalinda. La actriz habita un personaje complejo que padece de alteraciones marcadas en su estado de ánimo. Cuando es encantadora lo es en exceso, pero cuando se siente enojada, dolida o triste causa alarma y muestra ante una luz desgarradora los efectos de una maternidad que lo consume todo. Su Rosalinda se atreve a cuestionar la idea hegemónica de la maternidad como algo hermoso y llenador, presentando más bien a una madre reticente con mucho rencor hacia su esposo finado y sus hijas por haber vivido una maternidad que, a sus ojos, obstaculizó su desarrollo personal y profesional.
La película también resulta disfrutable por su sentido del humor, la música que marca el tono emocional al ser una película de road trip y por la fotografía de los bellos paisajes del estado de Baja California, a cargo de Daniel Blanco. Aun así, queda a deber en la creatividad aludida en el título de la cinta debido a la imposibilidad de acceder al derecho a la muerte digna, pues pudo haber sido un recurso cómico y dramático si hubiese tomado más tiempo para desarrollarlo.
¿Cómo matar a mamá? es una historia que suscita reflexiones en torno a las maternidades y cómo se viven, claro, tomando en cuenta siempre que es el retrato de una familia mexicana blanca y acomodada. “Una buena hija no mata a su mamá,” dice un personaje en la película, pero… ¿y si no hay otra opción?

Politóloga e internacionalista lidiando con la desilusión del presente y la desesperanza por el futuro a través de la inmersión en los videojuegos, el cine y, principalmente, la televisión. Fan de Star Wars, el anime, el cine documental y los soundtracks desde que iba a las tiendas Mixup a escuchar los OST de sus películas favoritas. Entusiasta de las historias coming-of-age y defensora de la animación como medio. Si pudiera aprender algo de la industria cinematográfica sería diseño sonoro. Actualmente en su “The Summer of George” era.