Vida privada
Disponible en:
Director: Tamara Jenkins
Elenco: Kathryn Hahn, Paul Giamatti, Kayli Carter, John Carroll Lynch, Molly Shannon, Emily Robinson, Desmin Borges.
País: Estados Unidos
Duración: 123 min.
Más información de la película: https://www.imdb.com/title/tt5536610/
Escribo esta reseña con el objetivo de que descubran esta pequeña gema cinematográfica entre tanto contenido en Netflix. A pesar de ser una de las mejores películas originales que Netflix tiene en su vasto repertorio, la plataforma digital tuvo el descaro de aventarla sin pena ni gloria a su catálogo (al menos en América Latina), lo cual me indigna, pues merecía más apoyo y promoción. Así que aquí estoy, intentando presentar el caso a favor de Vida privada para que la consideren la próxima vez que estén pasando opción tras opción sin saber qué ver.
Vida privada retrata la vida de una pareja neoyorkina en sus 40s, Rachel y Richard (Kathryn Hahn y Paul Giamatti), quienes están intentando tener un bebé. A pesar de que parecen tener una vida prácticamente ideal, la realidad es que este deseo imposible ha comenzado a desafiar la estabilidad de su hogar. Conforme la película avanza, aprendemos que éste no es el primer intento; de hecho, la pareja está llegando al final de la soga y entrando en escenarios desesperados por lograr embarazarse. Sin embargo, una vez que su sobrina Sadie (Kayli Carter) reaparece en sus vidas, una nueva posibilidad nace que los hace revaluar su relación, sus planes y prioridades,
Esta película, escrita y dirigida por Tamara Jenkins (The Savages), es una estupenda representación de dos clasemedieros del mundo occidental: adultos maduros e independientes, profesionalmente realizados, viviendo cómodamente en Nueva York. Sin embargo, sus decisiones modernas empiezan a cazarlos, por lo que las dudas y reclamos no se hacen esperar.
De lo que más disfruté de la cinta fue la representación de las parejas, tanto la de Rachel y Richard, la pareja principal, como la de Charlie (John Carroll Lynch) y Cynthia (Molly Shannon), padres de Sadie. Esta película es una bocanada de aire fresco en este punto, pues a pesar de que las dos parejas tienen distintas dinámicas internas, su representación es realista, plana y sin filtros. La química entre los actores es tan buena que hacen creer que llevan siglos juntos, y las interacciones se desarrollan con tanta naturalidad que es admirable el nivel de comodidad, entendimiento y confianza que cada actor comparte con su contraparte.
De igual forma, el intercambio rápido y natural del diálogo propició momentos geniales de comedia: en diversas ocasiones me encontré soltando carcajadas ante lo que se presentó en pantalla. Esto se debe al guion, pues se da a la tarea de ser honesto y presentar la realidad de la vida diaria, incluyendo los pequeños momentos, las luchas rutinarias y los desencantos de la vida normal.
Evidentemente todo el elenco es sobresaliente. Tanto Kathryn Hahn como Paul Giamatti están fantásticos en sus papeles. En especial, me gustaría destacar el desempeño de Hahn, pues su personaje es complejo que pasa por una montaña rusa de emociones. Su interpretación en ningún momento se siente falsa o sobreactuada, al revés, se siente realista. Por su parte, Giamatti tiene el papel restringido y tenue que crea el equilibro perfecto entre los dos personajes. Ambos están pasando por un momento emocional crítico, en el que las dudas se presentan y las ganas de dejar atrás se hacen latentes. Estas emociones las manejan de distinta manera, pero al final del día, el compromiso sigue presente y lidian con eso como pareja para salir adelante.
En cuanto al elenco secundario, todos traen su mejor juego a la mesa. En especial destaca Molly Shannon como la madre de familia intensa, pero sabia; así como Kaily Carter como Sadie, novata de la actuación que causa una excelente impresión en uno de sus primeros papeles. Su Sadie es la típica adulta joven rebelde en busca de su voz y el apoyo reconfortante que su madre nunca le ha podido dar, y que en la primera ocasión en que lo encuentra, da todo por éste.
A pesar de todas sus virtudes, reconozco que puede resultar un desafío para algunos, pues está muy enfocada en la sociedad estadounidense (y digo, ¿qué se esperaría al ser una producción de allá?), y sí, uno que otro momento resultó exasperante al presentar esa idea cool y relajada típica de los vecinos del norte. Sin embargo, estos momentos no estuvieron tan latentes como para alienar por completo a la audiencia, y de hecho fueron parte del conflicto principal de la cinta.
Vida privada es un drama existencialista que refleja plenamente los cuestionamientos y dudas de la sociedad de hoy, aquella que quiere todo y no acepta un no como respuesta. Esta película, respaldada por un excelente guion y por estupendas actuaciones, también presenta las vidas familiares actuales, por lo que puede resultar una excelente opción para pasar un rato agradable y examinar las decisiones y contrastes de la vida adulta.
Originaria de la Ciudad de México, Alessandra considera al cine como su gran amor. Fanática empedernida de Paul Newman y La Momia (1999), y dueña de una facilidad envidiable para aprenderse diálogos innecesarios para la vida real, en 2017 fundó Palomita de maíz. Aquí escribe constantemente sobre cine y televisión. También pueden encontrar sus palabras en sitios como InSession Film, Filmotomy, Cherry Picks y Screen Queens.