WandaVision: el mejor homenaje a la televisión de antaño
Una de las mayores críticas que ha tenido Marvel a lo largo de los años es la infantilización de su contenido para lograr calificación de censura PG-13 y así inflar su taquilla. Eso nos ha llevado a tener superhéroes que no maldicen, en historias con mucha muerte y poca sangre, con amoríos castos, y personajes con conflictos que sabemos que en la vida real podrían resolverse en cinco minutos. Obviamente, por pertenecer a Disney, tampoco es que los espectadores podamos exigir mucho más.
No obstante, con WandaVision, la nueva propuesta de Disney+, queda demostrado que no son las historias “blancas” lo que molestan, sino las que son blandas sin mucho sustento en sus argumentaciones y con guiones que no están a la altura de sus producciones. Con los dos primeros episodios estrenados podemos divisar una valentía en el equipo creativo de la serie, al proponer algo arriesgado que no hemos visto antes en la marca Marvel.
De momento, la serie resulta bastante desconcertante porque solo podemos inferir cómo es que la historia encaja en un universo post-Avengers: Endgame. Probablemente lo que hace más sentido es que todo esté ocurriendo en la mente de Wanda (Elizabeth Olsen) en su intento por alterar la realidad.
Entrando de lleno en los episodios, la serie inicia con Wanda y Vision (Paul Bettany) llegando a su nuevo hogar en los suburbios estadounidenses, estando todo ambientado en los años ‘50, y enviando guiños evidentes a la comedia de situaciones por excelencia, I Love Lucy.
Los primeros episodios juegan con bromas clásicas de sitcoms que hacen reír al espectador y que se centran en el matrimonio de la pareja principal. También vemos bastantes guiños al clásico de los ‘60, Bewitched. Desde la introducción de la serie, los “poderes” de Wanda son centrales para resolver situaciones cotidianas.
Estos escenarios chuscos dan espacio para introducirnos a la vecina Agnes, interpretada por la criminalmente infravalorada Kathryn Hahn. No debemos perder de vista a este personaje, pues todo indica que nos tiene preparada una sorpresa gorda. Un elenco que también incluye a Fred Melamed, Teyonah Parris (como Monica Rambeau, a quién conocimos de niña en Captain Marvel) y Kat Dennings (como Darcy Lewis de la trilogía de Thor) crean más expectativa sobre la manera en que la serie se relacionará con el resto del MCU.
Mientras que en el primer capítulo la pareja debe lidiar con una visita inesperada del jefe de Vision (en su trabajo humano) a su casa, en el segundo episodio intentar aclimatarse a la comunidad a través de un concurso local de talentos que termina siendo un desastre, pero que al final es salvado por las habilidades mágicas de ella. Entre estas tramas ligeras van apareciendo los misterios desconcertantes de la serie. En estos momentos, lo mejor es tener sospecha de todo lo que vemos en pantalla, incluyendo el escenario, la época, los colores, los personajes secundarios y, en especial, la relación al centro de la historia.
Los episodios son de media hora y no necesitamos más para enamorarnos de WandaVision Sin duda, el trabajo más valiente de Marvel a la fecha.

Julia Andrade es cientista política. Le encanta el cine, pero siente una gran fascinación por las “campañas de premios”, premios que todos dicen que no les interesan hasta que se encuentran con la posibilidad de ganar uno. Sin formación académica sobre el cine, disfruta mucho de él, aunque los últimos años ha mutado más hacia la TV donde cree que están los personajes más importantes, especialmente los femeninos. La pasión del cine la desarrolla gracias a E.T., la renueva con Cinema Paradiso y la consolida con Persona.