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TIFF 2021: temas, películas y divagaciones

Escrito el 30 septiembre, 2021 @alessandra_kr

El Festival de Cine de Toronto 2021 ya llegó a su fin y dejó a su paso una colección memorable de películas. Aunque hubo representantes de muchas partes del mundo, con temas variados e inspiradores, distinguí temas unificadores entre algunas cintas.

Para dar por concluida mi cobertura de TIFF 2021, doy un vistazo a mis 24 cintas favoritas del festival, distinguiendo los temas que las unen.

Amor incomprensible

Siempre está la incertidumbre del nuevo amor, de no conocer realmente a la persona con la que decidimos pasar nuestra vida. Esa ansiedad es igualmente estimulante como petrificante: ¿Qué tal si las cosas no funcionan? ¿Hay suficiente confianza y reciprocidad como para ser vulnerable? ¿Cómo seguir con nuestra vida después de la tragedia del corazón roto? Estas inquietudes estuvieron presentes en TIFF 2021, el cual ofreció diferentes puntos de vista sobre el tema, algunos desoladores y otros esperanzadores.

True Things
True Things. 2021. Cortesía TIFF.

En True Things, Kate (Ruth Wilson) es una mujer sin rumbo que odia su trabajo, tiene pésima actitud con todos a su alrededor y está en espera de que algo emocionante le pase. Un señor (Tom Burke) con el cabello güero solicitando apoyo social parece ser la respuesta a la inquietud que la carcome. Pronto inician una relación pasional y rodeada de la incertidumbre, pues él se desaparece cuando se le antoja, no le da información sobre su vida y se muestra frío cuando Kate demuestra señales de amor y vulnerabilidad. Harry Wootliff, directora y coescritora de la cinta, plasma perfectamente la ilusión del nuevo amor, así como el desencanto del desamor. Aunque la historia es bien conocida, True Things destaca por la química entre Wilson y Burke, así como un número musical que es la catarsis perfecta para nuestra protagonista.

Criticada severamente en Cannes 2021, hoy vengo a defender The Story of My Wife, de la húngara Ildikó Enyedi. Con casi tres horas de duración – no hay nada que justifique tal duración –, la historia es visualmente hermosa, con delicadeza y cariño por todo lo que se presenta en pantalla, ya sean las locaciones de época que nos ubican en la Europa de 1920 o los vestuarios utilizados por Lea Seydoux. La historia, por su parte, aunque no enteramente exitosa en su representación, ofrece una mirada interesante en un hombre (Gijs Naber) que está convencido de que su esposa (Seydoux) le engaña, incluso si no tiene pruebas y él es el que la maltrata y engaña constantemente. Una exploración minuciosa de la mente de un hombre iluso que prefiere vivir engañado en vez de ver la realidad, The Story of My Wife es la representación del desamor y la desconfianza en los otros.

La nostalgia inunda la pantalla de Drive my Car, del cineasta japonés Ryusuke Hamaguchi. Una adaptación del cuento corto de Haruki Murakami, la historia sigue a Yusuke Kafuku (Hidetoshi Nishijima), un actor / director de teatro en duelo que busca la manera de salir adelante después de la muerte repentina de su esposa, Oto (Reika Kirishima). Cuando Yusuke acepta dirigir una obra en Hiroshima, es obligado a dejar que la joven chofer Misaki Watari (Toko Miura) maneje su querido Saab 900. Chofer y director crean un lazo especial marcado por el dolor de cada uno, así como por el entendimiento silencioso de lo que cargan en sus corazones. La cinta no ofrece grandes revelaciones, pero a partir de interacciones humanas, Hamaguchi provoca que sus personajes hagan las paces con su pasado y las cosas que nunca terminaron de comprender de sus amores ausentes.

Ali & Ava
Ali & Ava. 2021. Cortesía TIFF.

Con Ali & Ava, Clio Barnard demuestra que el amor se puede encontrar a cualquier edad y en cualquier circunstancia. Ava (Claire Rushbrook) es una maestra que dedica su vida a hijos y nietos. Ali (Adeel Akhtar) es un arrendatario que tiene lazos fuertes con sus inquilinos. Por cosas aleatorias de sus rutinas, se conocen y entablan una relación. No obstante, las presiones de afuera ponen en peligro el vínculo que los revitaliza y emociona. Ella carga con el peso del recuerdo del exesposo que cuenta con hijos leales que no dejan que la mamá reinicie su vida. Ali sigue superando a su esposa, quien vive todavía en su casa. Temerosos, emocionados e inciertos, Ali y Ava tienen miedo de clavarse y ser defraudados, pero, más que nada, tienen aprehensión por haber encontrado algo bueno.

 

La nostalgia inunda la pantalla

¿Alguna vez han sentido que el lugar en dónde viven les hace daño? ¿Han sentido un tremendo dolor en el corazón producido por su país de origen? Bien lo dijo Jimmy Fails en The Last Black Man in San Francisco (Joe Talbot, 2019) sobre la ciudad que da nombre a la película, “No puedes odiar a San Francisco. No la puedes odiar a menos que la ames”. Ese sentimiento es palpable en Costa Brava, Lebanon, la ópera prima de Mounia Akl.

Costa Brava, Lebanon
Costa Brava, Lebanon. 2021. Cortesía TIFF.

En esta película, la familia Badri ha creado su propio pedacito de paraíso a las afuera de Beirut, Líbano, después de que la capital fue invadida por la corrupción y la basura (situación que crea ecos sobre la realidad de la ciudad un año después de la explosión que la sumió en caos total). El papá Walid (Saleh Bakri) y la mamá Soraya (Nadine Labaki) ven con pánico la llegada de representantes gubernamentales para crear un nuevo basurero ecológico, significando el fin de su vida idílica que encontraron cuando huyeron de Beirut, después de que les rompiera sus corazones activistas.

La historia presenta el desencanto de la realidad y la desesperación de anhelar paz mental en medio del desorden y la inconsciencia. Walid experimenta el pánico de ver su vida desmoronarse ante sus ojos sin poder hacer algo al respecto. Realista y dolorosa, Costa Brava, Lebanon es para aquellos que tienen una relación complicada con sus hogares.

La ganadora del premio FIPRESCI, Anatolian Leopard es la máxima representación de la melancolía. La cinta se enfoca en Fikret (Uğur Polat), el director de un zoológico en Turquía que lidera la búsqueda de un leopardo de Anatolia, animal en peligro de extinción y emblema de la región, que misteriosamente desapareció. Inundado por un sentimiento de enojo hacia la modernización de su ciudad, Fikret se siente extraño a Ankara y sus pocos familiares (una exesposa decepcionada y una hija ocupada). El protagonista se ve a sí mismo como el animal que busca: solitario, vulnerable y en peligro de extinción.

Anatolian Leopard
Anatolian Leopard. 2021. Cortesía TIFF.

Si algo ha marcado la pandemia de COVID-19 y sus procesos forzosos de aislamiento es la terrible soledad en la que vivimos. Aloners, la ópera prima de Hong Sung-eun, se sitúa en Corea del Sur y ofrece luz en una nueva moda de vivienda: jóvenes que habitan pequeños departamentos completamente solos. Nuestra protagonista es Jina (Gong Seung-yeon), una joven introvertida y callada que está pasando por su proceso de duelo y que las circunstancias a su alrededor la obligan a convivir con gente que normalmente hubiera ignorado. Jina pasa por una transformación al descubrir que su vecino – con quien nunca habló – murió aplastado por sus revistas, sin nadie que se enterase sino hasta días después. Melancólica y paciente con su objeto de estudio, la evolución de Jina es paulatina, dejando un sentimiento de optimismo y satisfacción.

 

La sanación del alma

The Falls
The Falls. 2021. Cortesía TIFF.

Después de conquistar al mundo con A Sun (2020), Chung Mong-Hong está de regreso con su primera historia centrada en personajes femeninos. El director taiwanés utiliza la crisis de COVID-19 para presentar en The Falls la vida de Pin-Wen (Alyssa Chia), una madre divorciada que tiene una relación tensa con su hija adolescente Xiao Jing (Gingle Wang). Cuando una compañera da positivo a COVID, se ven forzadas a aislarse juntas. No obstante, pronto Pin-Wen comienza a actuar extrañamente, mostrando poca estabilidad psicológica y un cambio extremo en su personalidad.

La película es una exploración del lazo entre las protagonistas y la manera en que circunstancias inesperadas – y completamente desentendidas de COVID-19 – fueron el camino para que esta pequeña familia se entendiera y conectara. Con actuaciones sensibles por parte de Chia y Wang, The Falls presenta un final inesperado que está destinado a provocar debate.

Apartarse de la toxicidad masculina y el machismo que envuelve a nuestros seres queridos puede ser una tarea difícil. En Comala, Gian Cassini se atreve a explorar este tema tan común para muchos en México. Cassini investiga la vida de su papá – un sicario conocido como Jimmy que fue asesinado en 2010 – a través de entrevistas con las mujeres de su vida, sus hijos, hermanos y papá. Cassini intenta comprender al hombre que no conoció en realidad y que dejó un hueco en su vida, a la vez que se esfuerza por apartarse drásticamente de su herencia. Este documental debe ser celebrado por poner el dedo en el reglón del vicio social que tanto daño hace a los mexicanos.

Montana Story
Montana Story. 2021. Cortesía TIFF.

Scott McGehee y David Siegel ofrecieron una de las cintas más delicadas del Festival con Montana Story. Protagonizada por Haley Lu Richardson y Owen Teague, los jóvenes interpretan a hermanos distanciados por un trauma del pasado que se reencuentran cuando la muerte de su papá es inminente. Él es callado y amable, ella es hiperactiva y hostil. Estas impresiones evolucionan conforme aprendemos sobre su historia compartida. La culpa y el resentimiento definen su relación, y en este encuentro improvisado por fin encontrarán la manera de sanar y empezar de cero. Estupendas interpretaciones, un paisaje imponente de las montañas del norte estadounidense y una historia sincera, hicieron de Montana Story una de mis películas favoritas de TIFF 2021.

El tormento del desequilibrio mental

¿Habrá alguna otra película que ilustre tan certeramente el terror de vivir con ansiedad como lo hace Violet? La ópera prima de la actriz Justine Bateman presenta creativamente el pánico de escuchar una voz en la cabeza que siempre te dice que no puedes lograrlo, que no vales nada y que alzar la voz es molesto. Violet (Olivia Munn) es una ejecutiva de cine que vive completamente distinto a como quiere: tiene subordinados insolentes, un jefe abusivo y grosero, y una familia que la hace sentir mal por irse a Los Ángeles a perseguir su sueño. Un día, la consciencia se apodera de ella y comienza a cuestionar la voz negativa en su cabeza (traída a la vida por Justin Theroux). Así, por fin, va conquistando la vida que siempre quiso, pero que nunca se atrevió a tener. Con una manera creativa de ilustrar la mente y el pánico en el interior de Violet, Justine Bateman logra algo especial.

Encounter
Encounter. 2021. Cortesía TIFF.

Riz Ahmed lo logró de nuevo, y esta vez en compañía de Michael Pearce (Beast, 2017). Mientras menos se diga de Encounter, mejor experiencia se puede tener al verla. Lo que sí se puede comentar es que Ahmed presenta a un personaje torturado, con problemas psicológicos complejos y con cambios drásticos de personalidad, que tiene que rescatar a sus hijos de una invasión extraterrestre. Mitad thriller de acción y mitad drama familiar, esta historia destaca por las actuaciones de Ahmed, y sus pequeñas coestrellas, Lucian-River Chauhan y Aditya Geddada, así como por la manera en que Pearce juega con nuestras expectativas y presenta algo completamente único e inesperado.

Al hablar de la salud de un niño, ¿quién sabe más: los especialistas o su mamá? Ésta es la interrogante que se presenta en El otro Tom, cinta que hace cuestionamientos pertinentes sobre la medicación excesiva y la falta de intimidad entre paciente y doctor que permita entender más sobre sus síntomas. La historia sigue a Elena (Julia Chávez) y Tom (Israel Rodríguez), madre e hijo mexicanos, asentados en Texas, que deben navegar solos la incertidumbre y los sustos que trae consigo el diagnóstico del pequeño de trastorno por déficit de atención e hiperactividad. Mientras que Elena distingue que tanta medicina lo afecta, los doctores comienzan una batalla legal en contra de ella cuando decide parar su tratamiento. Aunque la película se sienta larga en ocasiones, la historia al centro ofrece una reflexión pertinente sobre la medicina y la impersonalidad de los profesionales de la salud.

Lo invisible
Lo invisible. 2021. Cortesía TIFF.

Lo invisible ha entrado al club de mis películas predilectas de depresión total, aquellas en dónde no parece haber solución positiva para el aislamiento emocional de los protagonistas. En esta película, del ecuatoriano Javier Andrade, Luisa (Anahí Hoeneisen) está de regreso en casa después de pasar un tiempo internada por depresión posparto. A su regreso, simplemente no puede conectarse con su bebé recién nacida, pasando por un trance permanente de alienación de todos aquellos a su alrededor. Andrade y Hoeneisen (ambos coescritores de la cinta) se atreven a profundizar sobre un tema delicado y tabú que merece compasión y empatía. Las soluciones que encuentran no son sencillas, pero, precisamente por esto, son realistas e impactantes.

El empoderamiento femenino

La edición 2021 de TIFF trajo consigo su dosis saludable de películas dirigidas por mujeres y centradas en la experiencia femenina. Muchos de los mejores debuts directorales tuvieron a una mujer detrás de pantalla. Temas recurrentes fueron el empoderamiento femenino y el cuestionamiento del statu quo del patriarcado.

Yuni
Yuni. 2021. Cortesía TIFF.

Yuni, ganadora del premio a mejor película de la categoría “Plataforma”, y una de mis cintas favoritas del festival, presenta la historia de una niña indonesia que pasa por su etapa de maduración. Sueña con ir a la universidad, pero se enfrenta constantemente a múltiples propuestas de matrimonio. ¿Podrá cumplir sus sueños o deberá alinearse a las expectativas sociales de su comunidad? Centrada en una actuación curiosa a cargo de Arawinda Kirana, Yuni presenta los múltiples obstáculos a los que las niñas se enfrentan en un mundo donde las prácticas del patriarcado siguen definiendo nuestro estilo de vida.

Murina, la ópera prima de Gracija Filipovic, me recuerda a la ahora icónica frase de Sofía (Marina de Tavira) en Roma (Alfonso Cuarón, 2018): “Estamos solas. No importa lo que te digan, siempre estamos solas.” La película, situada en las playas paradisiacas de Croacia, se centra en Julija (Gracija Filipović), una joven que vive atormentada por el abuso emocional y psicológico de su papá, Ante (Leon Lučev). Cuando un amigo de la familia llega para hablar de negocios, Julija lo ve como la manera perfecta de escapar e iniciar una vida lejos de casa. Por supuesto que las cosas no son como ella imagina, lo que resulta en la impotencia y desconcierto de la realidad. Acompañada de tomas hermosas metafóricas y una actuación estupenda a cargo de Filipović, Murina presenta el dolor de crecer y el recordatorio de que, al final, estamos solas en este mundo tóxico.

The Hill Where the Lionessess Roar
The Hill Where the Lionessess Roar. 2021. Cortesía TIFF.

¿Qué hacer cuando la sociedad en la que vives no tiene lugar para ti? De acuerdo con Luàna Bajrami, rebelarte y usar las suposiciones sociales a tu favor. La actriz, mejor conocida por su papel en Portrait of a Lady on Fire, tiene su debut directoral con The Hill Where Lionesses Roar. La cinta la lleva de regreso a su natal Kosovo para retratar la historia de tres mejores amigas – Qe (Flaka Latifi), Li (Era Balaj) y Jeta (Uratë Shabani) – que deciden crear una pandilla una vez que sus sueños de ir a la universidad desaparecen por decisiones arbitrarias y ajenas. Con un estilo libre y aventurero, Bajrami presenta el desencanto de la realidad, la inocencia de la juventud y el ingenio para aprovecharse de los estándares sociales machistas.

 

El peso del patriarcado

Siguiendo en línea del tema previo, en TIFF 2021 múltiples historias exhibieron los vicios del patriarcado, en especial, aquellos relacionados con la salud y el bienestar de las mujeres. Rodeadas por un velo de tensión entre la religión y la ciencia, estas cintas exhibieron la manera en que las normas religiosas, las ideas tradicionales y las expectativas sociales tenían y siguen teniendo una carga abrumadora sobre nosotras.

Lingui, the Sacred Bonds
Lingui, the Sacred Bonds. 2021. Cortesía TIFF.

Lingui, The Sacred Bonds, del cineasta Mahamat-Saleh Haroun, nos transporta a Chad, país en donde el aborto es ilegal. Cuando Maria (Rihane Khalil Alio) queda embarazada, ella y su mamá, Amina (Achouackh Abakar Souleymane), verán la manera en que la niña pueda abortar, pues no quiere un futuro en dónde sea rechazada por su sociedad, tal y como le pasó a su mamá cuando se embarazó de ella. En un lugar en dónde el aborto está prohibido tanto por las normas religiosas como la ley, madre e hija encuentran una red de apoyo en las mujeres de la zona, comprensivas y empáticas en la lucha a la que Amina y Maria se enfrentan solas. Mientras que la cinta funciona como una incisiva crítica de la prohibición del aborto, también es una celebración de las mujeres y el lazo único que compartimos.

Dos películas, situadas en distintas partes del mundo y en diferentes años, ofrecieron historias igual de urgentes que enfrentan la tradición con la modernidad, la superstición con la ciencia. Por un lado, Mélanie Laurent presentó The Mad Women’s Ball sobre una mujer que tiene la habilidad de hablar con los muertos y su familia la envía a un sanatorio mental. Situada en París, en pleno siglo XIX, el filme explora cómo es que la mayoría de las mujeres internadas son tratadas por casos de histeria, obteniendo ese diagnóstico cuando su presencia en la sociedad se volvía inconveniente. Eugénie Cléry (Lou de Laâge), nuestra protagonista, encuentra una comunidad dentro del sanatorio, a la vez que inicia una pequeña cruzada por destapar y exhibir a los doctores que mantienen a las mujeres bajo su control a través de tratamientos dudosos y explotadores.

As In Heaven
As In Heaven. 2021. Cortesía TIFF.

Por otro lado, As In Heaven, la ópera prima de Tea Lindeburg, se sitúa en la Dinamarca del inicio del siglo XIX. Lise (Flora Ofelia Hofmann Lindahl) es una jovencita que pronto dejará su granja para irse a estudiar. No obstante, su vida cambiará en el curso de una noche, cuando el octavo embarazo de Anna (Ida Cæcilie Rasmussen), su mamá, pondrá en peligro su vida y el futuro de la hija. Inspirada por un sueño, Anna se rehúsa a aceptar la atención de un doctor, pensando que, si lo hace, morirá y no tendrá un varón. La película presenta todo desde los ojos de Lise, quien aprende a la mala el peso de las tradiciones, la superstición y la falta de acceso a la medicina.

 

Los conflictos armados y sus consecuencias

La Primera Guerra Mundial obtuvo un foco de atención con Benediction. La nueva película de Terence Davies sigue la vida del poeta Siegfried Sassoon (Jack Lowden), quién sirvió en la Gran Guerra y se convirtió en uno de los críticos más vocales del gobierno inglés del periodo. Mientras que la cinta es una representación nostálgica y melancólica de la vida del poeta – quien nunca se sintió feliz ni pleno – también funciona como un tributo a las vidas perdidas durante el conflicto bélico. Cimentada en una interpretación sentida a cargo de Lowden, con Benediction Davies nos recuerda que su sensibilidad y melancolía son dignas de historias tan profundas y complicadas como la de Sassoon.

Three Minutes - A Lengthening
Three Minutes – A Lengthening. 2021. Cortesía TIFF.

La Segunda Guerra Mundial también recibió atención a través del documental Three Minutes – A Lengthening, dirigido por Bianca Stigter y narrado por Helena Bonham Carter. Construido a partir de una grabación de tres minutos, la historia explora quién fue la persona que la filmó y cuáles fueron las circunstancias del video. Poco a poco, Stigter explora la identidad de David Kurtz, un polaco residido en Estados Unidos que visitó su lugar de origen en 1938. Como parte de su vacación, Kurtz grabó su pueblo natal de Nasielsk, Polonia. Años después, la comunidad judía local – de la cual muchos integrantes salieron aleatoriamente en su video casero – serían asesinados por los Nazis. De esta forma, Three Minutes – A Lengthening es un tributo para las personas que quedarían en el anonimato si no fuera por la fatídica grabación que estuvo guardada entre las pertenencias de una familia estadounidense por más de 70 años.

TIFF 2021 ofreció un vistazo oportuno al conflicto israelí-palestino con dos cintas. En un momento en que la causa palestina está obteniendo fuerza y apoyo a nivel internacional, ambos filmes ofrecen luz a situaciones históricas y actuales que han sido ignoradas por años.

Farha
Farha. 2021. Cortesía TIFF.

Por un lado, Farha, dirigida por Darin J. Sallam y basada en hechos reales, presenta un thriller psicológico al centrarse en la niña (Karam Taher) titular de la cinta y el Día de la Catástrofe de 1948: con la retirada de las tropas británicas de la región, Israel invadió la zona y exigió violentamente el desplazamiento forzoso de los locales. La película se enfoca en Farha cuando su papá la encierra en la alacena para mantenerla a salvo de los invasores. Es poco lo que ella y el espectador ven; sin embargo, es suficiente como para darnos una idea de la tragedia que se vivió, la inhumanidad presente y la marca que dejó en los miles de pobladores que tuvieron que dejar atrás su hogar.

Por otro lado, el documental The Devil’s Drivers sigue a hombres palestinos que arriesgan su vida diariamente al dedicarse a un trabajo peculiar: llevar a otros palestinos a ciudades israelíes para trabajar. En un lugar dónde obtener un permiso de trabajo es prácticamente imposible, los sujetos de este documental ven la manera de sobrevivir en Cisjordania, pues al ser un lugar rodeado por el río Jordán, el Mar Muerto y las líneas divisorias de Israel, no tienen muchas opciones.

El filme dirigido por Mohammed Abugeth y Daniel Carsenty es un vistazo a las muchas injusticias a las que los palestinos se enfrentan día a día, desde la demolición de sus casas hasta el encarcelamiento sin cargos. The Devil’s Drivers está lleno de adrenalina y de representaciones de la injusticia israelí sobre los territorios que tiene invadidos.

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