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Sweet Dreams: entrevista con su directora, Ena Sendijarević

Escrito el 9 noviembre, 2023

Sweet Dreams narra la historia de Siti (Hayati Azis), una mujer indígena de Indonesia, durante los últimos años del control europeo en la isla. Siti tuvo un hijo con Jan (Hans Dagelet), el patriarca de la hacienda en donde vive, y al momento de la muerte de este, se revela que toda su fortuna no pasará a su familia legítima, sino a su hijo con Siti.

Así se desencadena el drama en la exuberante plantación azucarera. Además del problema familiar, también hay un conflicto con los trabajadores de la hacienda, quienes deciden ponerse en huelga al no recibir pago después de la muerte de Jan.

Ena Sendijarević, directora de la película, y Emo Weemhoff, director de fotografía, nos deleitan con imágenes hermosas que, combinadas con los vestuarios, recuerdan a lo mejor de Barry Lyndon de Stanley Kubrick. Las locaciones tropicales entregan colores brillantes e intensos que hacen que el visionado de Sweet Dreams sea un placer. Mención especial merece Florian Myjer, quien da vida a Cornelis, el hijo legítimo de Jan. Su actuación es tan genial que parece sacado de una pintura de la época y sus acciones ruines en pantalla son tan bien logradas que, por un momento, pensamos que compartimos su espacio.

En suma, Sweet Dreams es una gran experiencia cinematográfica que se sostiene en su historia y en la belleza visual con la que es contada. A continuación, una conversación con su directora Ena Sendijarević.

Sweet Dreams. Dir. Ena Sendijarević. 2023.

¿De dónde salió la idea de hacer esta película?

No nací en los Países Bajos, pero crecí ahí como ciudadana de Europa occidental. Creciendo no aprendí un aspecto muy importante de la historia de Europa occidental y de los Países Bajos, que es el periodo de colonización, los atroces proyectos coloniales que son la base de la riqueza de Europa.

Cuando mi carrera en el cine empezó a hacerse cada vez más internacional y empecé a viajar más, me tuve que confrontar con esta historia de manera creciente. Al principio, quería conocer más sobre la historia del país en donde aún vivo y donde he vivido mi niñez. También quería crear consciencia en mi comunidad y en la comunidad internacional acerca de este pasado, del cual creo que aún no hablamos lo suficiente, sobre todo en Europa occidental.

 

Entonces, ¿no enseñan esto en Europa?

Sí se toca el tema, pero no se hace una reflexión. Por ejemplo, a este periodo se le conoce como la Edad de oro neerlandesa. Es una manera rara de describir estos años. Entonces sí se nos ha enseñado, pero de una manera muy específica, la cual carece de retrospectiva crítica. Aunque después de la pandemia y del movimiento de Black Lives Matter hubo un poco más de consciencia acerca de los sistemas racistas en dónde vivimos. Entonces, hoy hay más consciencia ¡pero no la suficiente! Especialmente no en el cine, entonces creo que mientras más películas [haya] acerca de esto, mejor.

 

La primera escena es fuerte por el trato que se le da a los nativos. ¿Se les trataba realmente así?

¡Absolutamente! Pasé cinco meses viajando en Indonesia por mí misma. Cuando decidí que me tenía que sumergir en el tema, naturalmente para mí fue abrumadora la cantidad de investigación que tenía que hacer, antes de poder hacer una película acerca de ese tema, ¿sabes?

Naturalmente al principio no estaba cómoda haciendo un filme acerca de este tema y creo que ese es un buena señal cuando se va escogiendo el tema de un filme. No siempre se trata de hacer filmes acerca de tus experiencias o de cosas que ya conoces. A veces puedes hacer filmes acerca de las cosas que no sabes, o de cosas de las cuales quieres saber más. Eso es algo que siempre me interesó, aunque sí era bastante abrumador por la responsabilidad de tratar con ese tema. Es un tema bastante sensible para ambos lados, también para el lado neerlandés.

Entonces, hice el viaje justo al inicio de la pandemia. Estos no fueron viajes turísticos, iba con un guía, a Sumatra por ejemplo, iba a las plantaciones o a los lugares donde la ocupación colonial fue más atroz. Leí bastante acerca del tema y es importante decir que con este filme no quise hacer una dicotomía simplista de los Países Bajos e Indonesia porque, tanto antes como hoy, hubo gente neerlandesa que no estuvo a favor del proyecto colonial, entonces incluso en aquellos años había voces críticas, solamente que no se escuchaban lo suficiente.

Del lado indonesio, también tienes a los que cooperaron con este sistema y a los que se beneficiaron de él. Por eso  me quise enfocar más en el sistema, en cómo era un sistema opresor, un sistema básicamente insano. Entonces me enfoqué en la insania de la dinámica colonial. Quería mostrar la posición de todos porque todo mundo batalla de cierta manera, por eso no me enfoqué en un solo personaje.

 

Hay una escena en donde vemos al cuerpo inerte de un colonizador en el suelo y parece que es un gigante. ¿Cuál es su significado?

El filme también habla bastante acerca del cuerpo. Está el cuerpo femenino y quién hace las decisiones concernientes al cuerpo femenino, pero también están los cuerpos de los jóvenes, los muertos, hay grandes funerales, etc. De hecho eso fue algo que vi durante los viajes, había enormes tumbas de los colonizadores que tomaban muchísimo espacio. ¡Incluso en la muerte tomaban espacio! Eso fue algo que se quedó conmigo, pensé: “¿cuál es el valor de un cuerpo muerto?” Entonces recordé una película de Luis Buñuel, Los Olvidados.

 

¡Oh sí! Esa es de México. De los años 50.

Así es. Entonces primero que nada es la forma en representar a la gente explotada, no los hace ni santos ni héroes, sino solamente los muestra, y muestra cómo esa explotación trae enojo y resentimiento. Entonces al final de esta película, cosa que tuvo un gran impacto en mí, hay una escena en donde se tira el cadáver de un niño como si fuera un pedazo de basura, y Buñuel solo lo muestra y se va. Depende del público asimilar esto. Esto tuvo una impresión muy grande en mí, entonces quería hacer una referencia a esa escena.

También quería mostrar un poco de fantasía, en donde un cadáver puede ocupar mucho espacio y es importante. Incluso si en el filme se le arroja como diciendo “¿a quién le importa?”, en el sueño tiene su dignidad. Los sueños tienen su propia lógica, así que cuando me vino a la mente esta idea la seguí.

 

La fotografía de la película me encantó, es tan exuberante y estética, con colores brillantes que resaltan mucho. Al tratarse de un filme histórico me recordó a Barry Lyndon. ¿Tuviste influencias para hacer este tipo de fotografía?

Sí, definitivamente. Barry Lyndon fue una de ellas (risas). Sobre todo en cómo hacer un drama histórico, pero encontrando una nueva entrada. A veces las piezas históricas tratan solo de hacer una reconstrucción de lo que pasó en el pasado y eso es algo que no me interesaba hacer. Creo que esta es una pieza histórica que no es convencional. Eso era lo que encontré en Barry Lyndon. El tono de voz me pareció interesante, es muy irónico.

En cuestión visual, algo de lo más importante que nos sirvió de inspiración fueron pinturas naíf, como, por ejemplo, de Rousseau (Henri Félix Rousseau, 1844-1910). Se pintaban estos lugares muy exóticos, quizá tropicalizando las cosas un poco, y estas pinturas tienen colores muy brillantes y vívidos, pero también eran bastante básicas, casi como si las hubiera hecho un niño, con muy pocos elementos. Entonces esto fue algo que nosotros veíamos bastante, por ejemplo, mucho espacio negativo.

Otra película que fue influyente es The Cremator (Juraj Herz, 1969) porque usa los lentes de tal manera que hace sentir las cosas alienadas para enfocarse en la locura, y eso fue algo que nosotros hicimos también.

 

Por último, hay una escena donde un personaje colonizador muere aplastado por una montaña de azúcar, ¿cómo surgió esta idea?

Oh sí (risas). Esa idea vino a mí cuando estaba viajando por Indonesia para hacer la investigación del filme. Visité muchas haciendas y fábricas, y una de ellas era una fábrica de azúcar, y claro, la industria azucarera era una pieza clave del capitalismo mundial. Cuando estaba en esta fábrica vi este montón de azúcar que estaba siendo procesada, y me dije, “¿qué pasaría si a alguien le cae todo eso?”. Creo que es una muerte bastante aplicable para ellos.

 

Esta entrevista fue editada y condensada para dar claridad. La conversación tuvo lugar en el marco de TIFF 2023.

 

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