Succession (recapitulación 4.08): America Decides
Disponible en: HBO Max.
Creador: Jesse Armstrong.
Dirección: Andrij Parekh.
Guion: Jesse Armstrong.
Elenco: Jeremy Strong, Kieran Culkin, Sarah Snook, Matthew Macfadyen, Alan Ruck, Nicholas Braun, Justine Lupe, Alexander Skarsgård.
Temporada 4, episodio 8.
Palomómetro:
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Esta recapitulación contiene spoilers acumulados de Succession.
El veredicto: Succession es una serie que se embebe de la realidad y, en este episodio, vivimos los momentos cruciales de cualquier democracia: una elección presidencial. America Decides nos ubica dentro de un canal de noticias conservador y siguiendo a los herederos del imperio Roy mientras tratan de mantener su poder, determinando con sus decisiones el futuro de un país. Se trata de uno de los mejores y más representativos capítulos de la serie sobre su impacto cultural y la forma en que aborda las más altas esferas de poder, político y empresarial.
Los pros del episodio: Jesse Armstrong construye uno de los mejores guiones de Succession basado en el evento más representativo y dramático de la política: una elección presidencial. Podría tomarse como una referencia a la realidad de EEUU, pero lo cierto es que los planteamientos que hace Armstrong, a través de sus personajes, sobre el poder, la manipulación y la ambición, son universales.
Los contras del episodio: No encontrados hasta la publicación de esta recapitulación.

En el episodio America Decides, Jesse Armstrong construyó con efectividad un escenario apocalíptico y dramático que trae múltiples referencias a una realidad identificable en gran parte del mundo: una elección presidencial. A través de la acción en pequeños espacios, con participaciones actorales precisas, Armstrong genera una evidente referencia teatral para hacer que esta historia sea genuinamente universal. America Decides, a pesar de lo que, irónicamente, puede indicar el título, no habla solamente de la realidad de Estados Unidos, sino de cualquier lugar en donde las elecciones son principalmente un medio para ostentar y obtener poder, antes que uno de representación ciudadana. En Succession, como en el mundo real, todo es válido para obtener o conservar dicho poder. Todo se puede construir, manipular o arder en llamas, de tal forma que las decisiones más importantes quedan siempre al capricho de simplemente los más poderosos.
America Decides se ubica en el día de las elecciones presidenciales de Estados Unidos. Sabemos, gracias a los capítulos anteriores, que el candidato demócrata Daniel Jimenez (Elliot Villar) tiene una ventaja respetable en las encuestas contra el republicano Jeryd Mencken (Justin Kirk). No obstante, conforme se cierran las urnas, esa ventaja, si bien se mantiene, parece disputable, al menos desde la redacción de canal de noticias ATN, donde Tom Wamsgans se encuentra en el día más crucial de su carrera, sabiendo que no tiene poder real en el cargo que ostenta. En el edificio de ATN también se encuentran Kendall, Shiv y Roman Roy, con otros ejecutivos, siguiendo una regla impuesta por el difunto Logan Roy: mantenerse alejados de la redacción en esa noche específica.
Sin embargo, conforme el drama empieza a escalar, esa supuesta línea de objetividad se vuelve borrosa hasta desaparecer por completo. Kendall contacta a Jimenez para obtener de él alguna clase de seguro, a través de un lenguaje sutil, que, de ser elegido presidente, bloquearía el trato con Mattson; es decir, mantendría el poder de Waystar en manos de los Roy. Jimenez, cautelosamente, no le hace ninguna promesa.
Mientras tanto, Roman va directamente a los cuarteles de Mencken, quien sintiendo que va a perder, compromete a Roman a que ATN lo mantenga como ganador, creando una alianza de cara al futuro. Sin salir del edificio, Shiv conversa con Mattson y se siente segura de que, con la victoria de Jimenez, el trato se lleve a cabo sin problemas, consolidando su poder contra el de sus hermanos.
En medio de la redacción de ATN, Tom cree que la mejor forma de sobrevivir esa noche es drogándose junto a su mano derecha, Greg, a quien sigue usando como siervo para todas las tareas que no quiere realizar. Además de tener que lidiar con la pantalla inteligente que empieza a fallar en medio de la trasmisión, Tom debe manejar las expectativas de Kendall, Roman y Shiv sobre cómo cubrir un incendio en el centro de conteo de votos en Milwaukee, tratado inicialmente como una “falla eléctrica” por parte de ATN, para después enfrentar acusaciones en redes sociales sobre un incendio provocado por los seguidores de Mencken o por parte “de Antifa”.
El equipo de Mencken le pide a Roman que ayude a empujar su narrativa. Así, Roman baja por primera vez a la redacción de ATN, alterando a un ya inquieto Tom, para que luego lo sigan Shiv y Kendall. Tom se muestra firme sobre mantenerlos alejados de la redacción, pero Shiv insiste en hablar con él en privado. Para empezar, intenta disculparse con él por la discusión que tuvieron la noche anterior – en el episodio Tailgate Party – esperando que la disculpa sea recíproca. Por el contrario, Tom la trata con cinismo e indiferencia y reconoce su intento porque no revele el trato que ella tiene con Mattson. La discusión se eleva hasta un punto dramático en el que Shiv le revela que está esperando un hijo suyo y Tom refuta esta declaración como un intento más de manipulación.
El incendio y la pérdida de miles de votos se convierten en el centro de la discusión ideología de los Roy. Shiv cree que es necesario esperar a que se calcule el resultado con los votos restantes, mientras que Roman piensa que deben anunciarse los resultados con los votos contados, omitiendo los votos perdidos. La diferencia, tal como queda claro una vez que consultan con Darwin, el analista de conteo de ATN, es que, sin los votos perdidos, la ventaja es para Mencken, pero la realidad de las proyecciones de votos totales indica que el estado de Wisconsin respaldaría al candidato demócrata.

De repente, la presidencia del país pasa de ser un tema político o hasta estadístico para convertirse en una discusión empresarial. Roman toma la delantera a sus hermanos y nuevamente se dirige a la redacción de ATN para conseguir que Ravenhead, una figura conservadora del canal, defienda la narrativa de Mencken. Kendall se encuentra en medio de un conflicto entre su consciencia y su instinto empresarial. Ante la oferta directa de Mencken de bloquear el trato con Mattson, Roman obtiene el apoyo de Kendall para ganador en Wisconsin.
Shiv ve perdida su batalla y descubre que Greg sabe sobre su trato con Mattson, pero, al amenazarlo para que no revele nada, falla en no convertirlo en su aliado, como todos los que conocen a Greg como el oportunista que siempre ha sido. En la esquina del oportunismo también encontramos a Connor, quien luego de enfrentar su derrota al lado de Willa, le concede la victoria a Mencken a cambio de alguna embajada. Connor da un patético mensaje de concesión para cerrar una campaña política que empezó como un chiste y terminó igual.
Cuando ingresan datos fidedignos de que Mencken ganaría en Arizona, ATN queda en la complicada posición de declarar presidente a Mencken, considerando que ya le otorgó, de forma “pendiente” los votos de Wisconsin, algo que ningún otro medio “serio” de noticias ha hecho. Esto desata la última batalla de poder entre los hermanos en donde Roman está claramente posicionado en ganar el favor de Mencken, declarándolo presidente y sellando su alianza personal.
Mientras, Shiv sigue luchando en medio de un llamado de conciencia moral y también personal sobre lo que significa entregarle el poder a alguien como Mencken. Su espíritu democrático, pero además su compromiso con Mattson, le impiden ver esta posibilidad y defiende su postura ante Kendall hasta el final. Este se encuentra dividido entre su sentido moral de respaldar a alguien como Mencken (cuyos simpatizantes atacarían a personas como su hija) y la posibilidad de mantener el poder en sus manos a través de un presidente que pueda controlar con favores.
Kendall recurre a Shiv con honestidad y le pide que asegure algún compromiso con el equipo de Jimenez para darle una oportunidad de congraciarse con ellos y no declarar presidente a Mencken. Shiv finge una conversación con Nate y le da respuestas vagas a su hermano, lo que queda al descubierto y hace que Kendall llame directamente a su amigo Nate y descubra la mentira de su hermana y el trato que tiene con Mattson, gracias a la confesión de Greg.
Shiv se derrumba ante sus hermanos mientras intenta justificarse y Kendall decide respaldar a Roman y declarar presidente a Mencken, dándole una plataforma seria al candidato para dirigirse a sus seguidores como un ganador, en un discurso aterrador y sin sentido que parece describirlo a la perfección como político. Por supuesto, su primera llamada es a Roman para agradecerle su apoyo, lo que le da un inmenso poder.
Shiv, al descubierto, sigue apoyando a Mattson, mientras que Kendall se siente seguro de haber tomado la mejor decisión como hombre de negocios, despojado de cualquier deber moral.

Pensamientos adicionales:
* Si bien la joya central de este episodio es su guion, el ritmo que impone la dirección de Andrij Parekh es brillante. Por momentos estamos ante una historia de terror, en medio de una situación genuinamente cómica o terriblemente oscura. Se aprovecha cada detalle que brinda la inmediatez de las noticias en un momento tan crítico, en donde todo puede cambiar en cuestión de segundos. Los enfoques de la cámara sobre pequeños detalles en la sala de redacción, la música de Nicholas Britell, la posición de cada actor en escenarios cerrados o relativamente pequeños brindan a los espectadores la sensación de que estamos ocupando un espacio junto a ellos. Todo se comunica para crear uno de los mejores y más memorables episodios de la serie.
* Cada vez queda más claro cómo esta temporada ha dado un lucimiento particular a los personajes de Matthew Macfadyen y Sarah Snook, pero todavía nos queda por ver a Kieran Culkin en su completa transición al lado oscuro con un Roman cada vez más desatado y aterrador.

Lourdes Yactayo es una abogada y escritora peruana. Creció leyendo noticias y libros de fantasía. Su amor por el cine y las películas se forjó desde niña por la apasionante descripción de su madre acerca de sus visitas juveniles al cine para ver Lawrence de Arabia, Zorba el Griego, además de otros clásicos.
Motivada principalmente por la literatura de J.R.R Tolkien, empezó a escribir, desde adolescente, editoriales sobre literatura y luego, artículos sobre Derecho.
Entusiasta de la Historia, las películas bélicas y las referencias literarias en cualquier película o serie de televisión. Disfruta ver películas con sus sobrinos y volver a leer Matar a un Ruiseñor de Harper Lee, cada vez que tiene oportunidad. Considera que su mayor logro personal en Internet es la creación de un hilo sobre la serie Succession y las películas nominadas al Óscar 2020.