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Velvet Buzzsaw – una película trivial sobre el mundo superficial del arte

Escrito el 4 febrero, 2019 @alessandra_kr

Disponible en:

Director: Dan Gilroy

Elenco: Jake Gyllenhaal, Rene Russo, Zawe Ashton, Tom Sturridge, Toni Collette, Natalia Dyer, Daveed Diggs, John Malkovich, Billy Magnussen.

País: Estados Unidos

Duración: 112 min.

Palomómetro

Más información de la película: https://www.imdb.com/title/tt7043012/

Netflix se lució cuando a finales del año pasado anunció el estreno de Velvet Buzzsaw, la última película de Dan Gilroy, que implicaría una reunión con sus colaboradores de la escalofriante Nightcrawler, Jake Gyllenhaal y Rene Russo. El lanzamiento del tráiler que proporcionó una vista al elenco extendido, así como una probada de la descarada actuación de Gyllenhaal, fue suficiente para asegurar mi atención.

Sin embargo, una vez que ya vi el producto final, disponible en la plataforma a partir del pasado viernes, el resultado final me decepcionó, pues se siente apresurado, rebasado por sus propias ambiciones y poco inspirado. La película definitivamente cuenta con aspectos intrigantes, pero no lo suficientemente bien desarrollados como para distinguirla dentro del inmenso catálogo de Netflix.

Velvet Buzzsaw es un thriller satírico sobre el mundo del arte. La película se centra en personajes de la élite artística de Los Ángeles, incluido el crítico Morf Vandewalt (Jake Gyllehaal), la directora de arte Rhodora Haze (Rene Russo), la agente Josephina (Zawe Ashton) y la curadora convertida en agente Gretchen (Toni Collete). El mundo de todos se sacude cuando Josephina descubre las obras de un recién fallecido, Vertil Dease. A pesar de ser advertida, Josephina lucra con las obras, mientras que terribles accidentes suceden a aquellos que se involucran con ellas.

Lo destacable de la película es el tono satírico que presenta. Gilroy no tiene compasión por el mundo del arte y por aquellos que se encargan de darle su valor. El diálogo y las actitudes de curadores, directores, agentes y críticos por igual demuestran que este ambiente es escalofriante, hostil y desagradable, el completo opuesto de lo que distinguen y valoran como profesión.

La manera en que se expresan y conducen en la vida los distingue de los demás, de hecho, sería difícil encontrar a un ser humano común y corriente que se exprese igual a ellos; no obstante, esto no es necesariamente un cumplido, pues están tan despegados de la realidad que son antipáticos y odiosos. Únicamente conforme empiezan a presentarse las desgracias es que uno empieza a divisar cierta humanidad en ellos, así como una preocupación en la situación actual de la vida – la parte en la que el público confunde una tragedia humana con una obra de arte es incómodamente distinguible.

Vale la pena hacer mención del guion, pues Gilroy maneja palabras y discursos que suenan muy bien en sus personajes, en especial cuando son dichos por Jake Gyllenhaal o Rene Russo; sin embargo, en realidad no ascienden a nada. Es el tipo de diálogo que es citable y usable en memes, pero que, al reflexionar, es igual de superficial que el mundo que la película busca satirizar. Con esta película, los críticos de arte, cine incluido, pueden aprovechar para realizar una introspección en cuanto a su contacto con la realidad, su ambición y el conocimiento con el que en verdad cuentan sobre “su arte”.

A pesar del mensaje crítico y agudo que maneja al inicio de la película, para la segunda mitad toda la sátira se pierde y únicamente se queda la sección de thriller. Personaje tras personaje empieza a vivir situaciones terroríficas ligadas con las obras de arte de Dease, por lo que la película parece ser una versión sofisticada de la saga de Destino final: ahora sólo se enfoca en deshacerse de los personajes, cada muerte peor que la anterior. Por muy entretenido que suene, la verdad es que estos sucesos no fueron tan escalofriantes o desagradables como me temía, y también resulta predecible. Al final la pregunta no es ¿quién morirá? Sino ¿cómo pasará?

Asimismo, la película maneja una premura por llegar a la segunda parte que se siente muy acelerada. Pareciera que el director no tiene ni la paciencia ni el interés por asentar bien la historia o desarrollar los personajes. Todo va en extrema velocidad. Bien pareciera que el inicio de la película es el final de otra en la que todos los personajes ya están bien asentados y desarrollados, y nosotros llegamos tarde como para distinguir pies y cabeza de la historia.

La cinta cuenta con un elencazo, aunque el único que se luce es Jake Gyllenhaal, quien ya no nos debe sorprende que cree otro personaje extravagante y sobreactuado, pero que gracias a su compromiso, tiene resultados favorables. El resto del elenco está desperdiciado, en especial Toni Collete, John Malkovich y Tom Sturridge, quien por cierto, ya merece su gran break. Es divertido verlos en escena, aunque me hubiera gustado verlos más tiempo o con más cosas que hacer.

Velvet Buzzsaw es una película entretenida con un ojo crítico que poco a poco se pierde para dar lugar a sucesos desagradables que se sienten justos y bien merecidos para las víctimas. A pesar de no estar a la altura de previos trabajos de Girloy, sí ofrece momentos placenteros y desagradablemente graciosos. Puede que la cinta no registre una gran respuesta entre los espectadores, pero de lo que no cabe duda es de que sí será gran fuente de memes y frases icónicas que bien se podrán repetir en días, meses y años venideros.

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