Top Gun: Maverick – entre nostalgia y acción, Tom Cruise demuestra que las segundas partes pueden ser mejores que las primeras
Disponible en: cines.
Dirección: Joseph Kosinski.
Guion: Ehren Kruger, Eric Warren Singer y Christopher McQuarrie.
Elenco: Tom Cruise, Jennifer Connelly, Miles Teller, Monica Barbaro, Val Kilmer, Lewis Pullman, Glen Powell, Jon Hamm, Ed Harris, Lyliana Wray, Jay Ellis, Danny Ramirez y Greg Tarzan Davis.
Palomómetro:
Más información de la película: https://www.imdb.com/title/tt1745960/
Cuando el pasado 18 de mayo, en su tributo durante el Festival de Cannes 2022, el moderador le preguntó a Tom Cruise si pensó que Top Gun: Maverick pudo estrenarse en un servicio de streaming, la respuesta del actor fue “eso no iba a suceder. Nunca.” Con esta respuesta dejó claro que, a pesar de que su estreno sufrió múltiples retrasos por la pandemia, la película estaba destinada a la gran pantalla. Y vaya si tenía razón, porque es un filme hecho para ser disfrutado en el mejor cine posible.
Tras estar al servicio a la Marina por más de 30 años, el Capitán Pete “Maverick” Mitchell (Tom Cruise) es convocado de vuelta al grupo de selección de pilotos Top Gun por un no muy convencido Vicealmirante Simpson (Jon Hamm, en una contraparte que se complementa perfectamente con Cruise) para entrenar a los mejores graduados de los últimos años. Para el trabajo fue recomendado por “Iceman” (Val Kilmer, cuyo regreso a la pantalla da el momento más nostálgico y emotivo de la cinta, y más tras haber visto su documental Val), ahora convertido en el Almirante Kazansky.
Por supuesto, Maverick sigue siendo el piloto más temerario que ha existido y ahora debe entrenar a un escuadrón joven en una misión casi suicida que consiste en destruir una planta de uranio de un “país enemigo” (inteligentemente nunca se nombra al país, porque claro, la película debe venderse en todos lados). En este grupo se encuentra Bradley “Rooster” Bradshaw (Miles Teller), hijo de “Goose” (Anthony Edwards), compañero de Cruise en Top Gun (Tony Scott, 1986), y cuyo destino sigue siendo una herida que no puede dejar ir. La relación entre ambos, de padre-hijo, mentor-alumno, amigo-enemigo, es una de las tramas centrales de la película y funciona a la perfección al reemplazar la lucha interna que tenía Mitchell con el “fantasma de su padre” en el primer filme.
Claramente, una buena película de acción debe tener una trama romántica a la altura, y es aquí donde entra Penny Benjamin (mencionada en la primera película cuando a Maverick y Goose los envían a Top Gun), interpretada magistralmente por la ganadora del Óscar Jennifer Connelly, cuya química con Cruise es envidiable. Esta parte tiene tacto al tratarse de una historia madura, a diferencia de las películas anteriores de Cruise, en las que suele tener una diferencia de más de 20 años con sus intereses románticos.
Centrándonos en su aspecto técnico, Top Gun:Maverick es de lo mejor que hemos visto en el cine en los últimos años. La sintonía de sonido, música, edición, fotografía y efectos visuales es perfecta. Mérito merece Joseph Kosinski, quien ofrece una dirección que haría sentir orgullosos a Tony Scott, George Miller y Paul Greengrass con su manejo de las actuaciones del elenco y el ritmo de la película.
Las interpretaciones están espectaculares, comenzando con el mismo Cruise, quien entrega su mejor trabajo desde Magnolia (Paul Thomas Anderson, 1999), y seguido por Miles Teller, quien nos recuerda por qué ocho años atrás era considerado el “actor joven más promisorio en Hollywood”. El resto del elenco está a la altura, destacando Glen Powell como “Hangman”, un antagonista carismático frente al serio “Rooster”, y Mónica Barbaro como Phoenix, una aguerrida piloto que es la más lista de su equipo.
Sin embargo, lo mejor de Top Gun: Maverick es que nunca olvida que el núcleo de la historia es la camaradería entre los personajes. Esto se ve claramente reflejado en la escena que emula al juego de voleibol de la primera cinta, con el ambiente distendido para la pantalla.
Con Top Gun: Maverick, Christopher McQuerrie, Joseph Kosinski y Tom Cruise entregan el mejor blockbuster desde Mad Max: Fury Road (George Miller, 2015).
Julia Andrade es cientista política. Le encanta el cine, pero siente una gran fascinación por las “campañas de premios”, premios que todos dicen que no les interesan hasta que se encuentran con la posibilidad de ganar uno. Sin formación académica sobre el cine, disfruta mucho de él, aunque los últimos años ha mutado más hacia la TV donde cree que están los personajes más importantes, especialmente los femeninos. La pasión del cine la desarrolla gracias a E.T., la renueva con Cinema Paradiso y la consolida con Persona.