Todos lo saben: el reencuentro de Bardem y Cruz en pantalla es agotador e insatisfactorio
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Director: Asghar Farhadi
Elenco: Penélope Cruz, Javier Bardem, Ricardo Darín, Eduard Fernández, Bárbara Lennie, Inma Cuesta, Elvira Mínguez, Ramón Barea, Carla Campra.
Países: España, Francia, Italia
Duración: 133 min.
Más información de la película: https://www.imdb.com/title/tt4964788/
Asghar Farhadi (A Separation, The Salesman), Penélope Cruz y Javier Bardem por fin se reunieron en una película. En papel suena como un sueño hecho realidad para muchos; sin embargo, en ejecución, el resultado deja mucho que desear, pues Todos lo saben termina siendo un dramón extenso con varios twists inefectivos y un final frustrante.
Todos lo saben se centra en Laura (Penélope Cruz) y sus dos hijos que viajan a España para la boda de su hermana. En plena celebración todo se vuelve lúgubre cuando su hija, Irene (Carla Campra) es secuestrada. Conforme los días pasan y todos luchan por recuperar a Irene, secretos de Laura y la familia saldrán a la superficie.
El hecho de que Farhadi haya unido dos grandes tramas en una sola película no es efectivo, pues ambas historias son muy dramáticas y al unirlas vuelve a la cinta en algo casi insoportable. Por un lado, tenemos la historia del secuestro, y por el otro, la historia pasada entre Laura y Paco (Javier Bardem), la cual es de dominio popular y razón de ser del título de la película. Está unión intensa de dramas hace que la resolución de ambas sea insatisfactoria y repentina. La película sufre de drama excesivo.
En cuanto a las actuaciones, Penélope Cruz y Javier Bardem son el corazón y motor de la película, y sin sorpresa, ofrecen una extraordinaria interpretación auxiliada por la estupenda química que comparten. En especial, Bardem maneja un carisma impresionante y por el final de la cinta proporciona una muestra de actuación sublime. El resto del elenco es estable y eficiente con lo que les toca hacer. En especial destaco la actuación de Bárbara Lennie como Bea, la esposa de Paco, quien tiene un personaje complejo y difícil de aceptar, pero que termina siendo el más sensato y acertado.
De igual forma, la cinta presenta algunas las características que distinguen a los latinos, las cuales pueden resultar demasiado para muchos o una fuente de identificación. En mi experiencia, a pesar de que se disfruta por un momento el nivel de felicidad, fiesta y drama que la sangre latina trae a la mesa, después de un rato tanto sentimentalismo e intensidad de emociones puede ser asfixiante.
En este aspecto, la introducción del esposo de Laura, Alejandro (Ricardo Darín), es interesante, pues su personaje no es nada sutil en cuanto a inutilidad y fe ciega que pueden traer consigo las creencias religiosas. De esta manera, se crea una división marcada entre este personaje y el de Paco, quien en todo momento se encuentra activo en la recuperación de Irene, mientras que el otro deja todo en manos de Dios, ¿así o más crítico Farhadi sobre nuestras ideas católicas y paternalistas?
La película tiene la posibilidad de terminar en varias ocasiones, y hubiera sido mejor que acabara mucho antes de lo que lo hace, pues es agotadora. Mi problema principal es el final. A pesar de ofrecer una resolución definitiva en cuanto al tema del secuestro de manera insatisfactoria, el resto de las historias se quedan inconclusas y abiertas, dejando frustración e incredulidad. En especial, la manera en que se concluye la historia de Paco es irritable, pues es el que más ofrece y el que menos recibe a lo largo de toda la película.
Todos lo saben promete más de lo que da. El gran misterio del secuestro es muy elevado como para que se resuelva de la manera en que lo hace. Por su parte, el drama sobre los secretos familiares es predecible y queda inconcluso. Los altibajos en la historia hacen que quede por debajo de lo que Cruz, Bardem y Farhadi nos tienen acostumbrados. Después de ser testigos de tanto alboroto emocional sin obtener una resolución satisfactoria, no nos queda de otra más que cuestionarnos si en verdad era necesario pasar por tanta pena ajena.
Originaria de la Ciudad de México, Alessandra considera al cine como su gran amor. Fanática empedernida de Paul Newman y La Momia (1999), y dueña de una facilidad envidiable para aprenderse diálogos innecesarios para la vida real, en 2017 fundó Palomita de maíz. Aquí escribe constantemente sobre cine y televisión. También pueden encontrar sus palabras en sitios como InSession Film, Filmotomy, Cherry Picks y Screen Queens.
Aquí el pobre Ricardo Darín queda mal parado, pero es un gran actor. please, más cine argentino y español. Sabrán si va a estar en Netflix o en donde?