Todas las lunas (Fantasia 2021): ¿de qué sirve la eternidad si no podemos vivirla como deseamos?
Sección: Cheval Noir.
Dirección: Igor Legarreta.
Guion: Igor Legarreta, Jon Sagala.
Elenco: Josean Bengoetxea, Haizea Carneros, Itziar Ituño.
Países: Francia, España.
Palomómetro:
Más información de la película: https://fantasiafestival.com/en/film/all-the-moons

Durante el final de la Tercera Guerra Carlista en España (1876), una niña (Haizea Carneros) sobrevive a una explosión que ocurrió en el orfanato donde residía, no sin antes quedar malherida. Una mujer misteriosa (Itziar Ituño), la levanta de los escombros y la lleva hacia un refugio en medio del bosque. La niña cree que la mujer es un ángel y le implora que la salve del dolor y la agonía. La mujer accede, omitiendo un pequeño detalle: la salvación viene con la vida eterna al convertirla en una vampira. La mujer, Madre, le promete que en su existencia podrá ver múltiples lunas llenas a cambio de protegerse del sol.
Un día, el refugio donde vive el clan es irrumpido por un grupo de soldados, provocando que ambas se separen y la niña quede desamparada, sin pleno entendimiento del poder que posee. 10 años después del incidente, la niña cae en la trampa de un granjero solitario, Cándido (Josean Bengoetxea), que la acoge e intenta alimentarla. Al principio, la interacción está llena de tensión. La niña se rehúsa a hablar y comer, pero todo cambia cuando Cándido la acepta aún con el conocimiento de la criatura que es, y le dar un nombre propio, Amaia.
Entre los dos nace un vínculo de padre e hija. Cándido está convencido de que la llegada de Amaia es un milagro, pero cuando ella descubre su estilo de vida y se fuerza a practicarlo, queda convencida de que la eternidad en realidad es una maldición.

Todas las lunas, o en su nombre original Ilargi Guztiak, es una película franco-española hablada en su totalidad en el idioma vasco. Es dirigida por Igor Legarreta y coescrita junto a Jon Sagala, con quien había colaborado previamente en su ópera prima, Cuando dejes de quererme (2018).
Si bien su trabajo se ve claramente influenciado por el cine de género que le antecede, Todas las lunas es una gran adhesión al cine español y a las historias de vampiros. Let the Right One In (2008), dirigida por Tomas Alfredson, puede venir a la mente, pues tienen elementos en común. No obstante, este filme toma su propio rumbo, siendo una historia distinguible por su propio mérito.
Al principio, el largometraje cae en la tendencia de oscurecer su imagen al punto de no poder distinguir lo que ocurre, pero a partir del segundo acto (que llega pronto) ésta se aclara y permite disfrutar la exquisita fotografía de Imanol Nabea. La banda sonora, compuesta por Pascal Gaigne y cargada de cuerdas, piano y sonidos célticos, me recordaron en esencia a la de Game of Thrones. Es la segunda vez que menciono esta serie durante mi cobertura del festival (aunque me he abstenido de hacerlo un par de veces más), pero la fantasía nos lleva a lugares comunes, y Todas Las lunas no es la excepción.

Similar a Martyrs Lane, esta película también cuenta con una narradora joven, cuya inocencia y ternura se ponen a prueba, forzándola a afrontar situaciones que la marcarán durante el resto de su existencia y a formar un carácter que se requiere de alguien con mayor edad. La actuación de Carneros es fascinante; espero que este solo sea el inicio de su carrera actoral.
Todas las lunas lidia con temas como la pérdida y los prejuicios del extremismo religioso que pueden afectar los estilos de vida que no se acoplan a lo que la Iglesia impone. Sin embargo, también es una historia donde prevalece el amor, la creencia de que los milagros existen, la familia encontrada y la aceptación de la muerte inminente.
La cinta recibió el premio por dirección y una mención honorífica del jurado por su banda sonora en la categoría Cheval Noir. Todas las lunas es una de mis películas favoritas del festival que tengo muchísimas ganas de volver a disfrutar. Puedo recomendarla incluso para las personas que no son fans del terror porque la carga de fantasía y drama prevalece en su trama.

Mercadóloga por profesión, cinéfila por pasión. Amante de las historias y sus múltiples formas de contarlas. Fan de muchas cosas y apologista de otras cuantas. Aunque no estudió una carrera afín, desde adolescente encontró el gusto por escribir sobre libros, películas y series. Es la fan número 1 de Robert Pattinson en Guatemala, cree firmemente que Twilight (2008, dir. Catherine Hardwicke) es una joya incomprendida, y perdió la cuenta de las veces que ha leído Orgullo y Prejuicio o visto la adaptación de 2005.