The Terminal List: un thriller entretenido, pero poco estimulante
Disponible en:
Creador: David DiGilio.
Elenco: Chris Pratt, Taylor Kitsch, Riley Keough, Costance Wu, Patrick Schwarzenegger, Jai Courtney, JD Pardo, Jeanne Tripplehorn.
Duración: 8 episodios.
Palomómetro:
Más información de la serie: https://www.imdb.com/title/tt11743610/

Lo primero que consiguió The Terminal List una vez estrenada, además de convertirse en la serie más vista de Prime Video (al menos en EUA), fue divorciar una vez más a audiencia y crítica, ya que mientras el veredicto de los expertos fue atroz, el público abrazó esta propuesta, otorgándole un alto puntaje y abanderándola como el debut televisivo del momento.
Antes de ahondar en ello, empecemos explorando a grandes rasgos de qué va la serie. Basada en la novela del mismo nombre escrita por Jack Carr, la historia sigue a James Reece (Chris Pratt), un miembro de la Armada de los Estados Unidos cuyo pelotón sufre una emboscada en su última misión a cargo. Una vez de regreso en su hogar y con estrés postraumático, James empieza a cuestionar su posible culpabilidad, lidiando con recuerdos confusos sobre el suceso, mientras reúne evidencia que apunta a una conspiración desde las más altas esferas del ejército.
Como se puede apreciar, el punto de partida es parecido al de otras historias de temática similar, y es justo decir que la serie se queda en una zona de confort que no va más allá de explorar un territorio muchas veces abordado en los thrillers militares. Es por ello por lo que el programa es un producto meramente veraniego, ya que no tiene ni la personalidad suficiente para distinguirse dentro de su género, ni algo en particular que decir que destaque de los muchos dramas militares existentes.
No obstante, el programa tiene un punto a su favor: en términos narrativos, su convencionalidad es compensada con altas dosis de entretenimiento. Cuando los guiones llevan la trama hacia el terreno de la acción ofrecen un espectáculo sólido y bien ejecutado. Por ejemplo, los últimos dos episodios son una montaña rusa por el manejo potente de la tensión y la adrenalina.
Los momentos en que The Terminal List flaquea es cuando intenta justificar su existencia volcándose en dar complejidad a una trama que es simple como para abarcar matices que no embonan con los códigos que el propio programa desarrolla. El problema radica cuando, en vez de poner todas sus cartas en el misterio de la conspiración que es su punto fuerte y la razón por la que seguimos a los personajes, los guiones tratan de darles motivaciones, lo cual entorpece el ritmo. Sobre todo porque la ambigüedad de los personajes hubiese funcionado, y más al considerar que la mayor parte del tiempo son meros peones al servicio de una historia más grande.

Hay que darle mérito a Chris Pratt, quién está sólido y convincente cargando con el peso de la serie en un registro inexplorado por él. Siempre he sostenido que su popularidad se ha apoyado más en su carisma ante las cámaras que en sus habilidades histriónicas, generalmente bien aprovechado cuando actúa como el comic relief. Sin embargo, aquí Pratt asume con dignidad un papel cuyo protagonista, además de tormentoso, resulta bestialmente visceral en varios momentos.
Tras visualizar los ocho episodios que componen esta primera temporada me queda claro que las críticas negativas no tuvieron que ver con la serie en sí (ni siquiera con Pratt, quien a veces genera reacciones adversas). El problema está en el momento en que se lanzó, pues esboza un discurso pro-militar y pro-armas. Esta recepción recuerda al backlash que enfrentó la película American Sniper (Clint Eastwood, 2014), pero, en el caso de The Terminal List, considero que el reproche viene más bien en el sentido de que no hace explícitamente una condena, tampoco glorifica como tal, pero ciertamente no oculta su postura.
The Terminal List se maneja en un tono liviano apelando al mero entretenimiento, el cual resulta plenamente satisfactorio cuando se olvida de los conflictos de los personajes y se centra en el misterio y la acción. En ese sentido, la trama remite a la saga de Jason Bourne con la cual comparte varios ejes temáticos, incluyendo el mercenarismo en el espionaje, las conspiraciones gubernamentales y la amnesia de su personaje principal que no puede confiar en sus propios recuerdos y el papel que jugó en los acontecimientos que dan pie al conflicto.
Claro está que esta serie no está a la altura de dichos filmes que sí lograron trascender los clichés del género. Sin embargo, se agradecen productos como éste ya que, si bien hay ofertas variadas de series de thrillers de acción, la mayoría son más sobrias y serias, como Tokyo Vice y Peaky Blinders. Ya se echaba de menos algo que apelase a mero entretenimiento y plan de espectáculo en estado puro, llenando el vacío que dejaron series como 24 o Prison Break.

Víctor López Velarde Santibáñez es un abogado, amante del arte y las letras en sus diferentes manifestaciones. Uno de sus grandes intereses es analizar la relación entre cine y literatura, comparando las adaptaciones cinematográficas con las respectivas novelas en las que se basan. Alivianado, pero amante de los enfrentamientos de opinión dentro de un marco siempre respetuoso, nunca se cansará de debatir con aquellos que difieren en gustos u opiniones cinéfilas. Aunque celebra el Óscar a Mejor película otorgado a Moonlight por sus implicaciones discursivas, su lado amante del cine musical sigue asegurando que la verdadera ganadora era La La Land. En un futuro le gustaría ser un juez geek que incluya en sus sentencias referencias a la cultura popular.