The Sadness (Fantasia 2021): la renovación del género de zombis mediante la brutalidad interminable
Sección: Selección oficial.
Dirección: Rob Jabbaz.
Guion: Rob Jabbaz.
País: Taiwán.
Elenco: Regina Lei, Tzu-Chiang Wang, Berant Zhu.
Palomómetro:
Más información de la película: https://fantasiafestival.com/en/film/the-sadness

¿El mal se aloja en nuestro interior o tenemos que darle la bienvenida desde afuera? Esta parece ser una de las reflexiones que guían la ópera prima de Rob Jabbaz, animador y director canadiense radicado en Taiwán.
The Sadness sigue la historia de dos jóvenes (Regina Lei y Berant Zhu) que luchan por reunirse en la ciudad de Taipéi en medio de una epidemia que convierte a los habitantes de la urbe en seres agresivos y sádicos. El caos se desata porque una pandemia que comenzó como enfermedad respiratoria fue ignorada por el gobierno de la isla hasta que el virus se transformó en algo muy parecido a la rabia.
Hasta aquí todo suena convencional. ¿Pareja atractiva? Sí. ¿Científicos ignorados? Sí. ¿Una carrera contra el reloj para salir vivos del derrumbe de la sociedad? También. Sin embargo, The Sadness destaca por convertirse en una experiencia subversiva cuyo deleite con el gore y la ultraviolencia revelan una sociedad apática, egoísta y reducida a sus instintos animales.
El director comienza su narración mostrando la cotidianidad de la vida de sus protagonistas hasta el momento en que todo se va al traste. La audiencia sabe que en algún momento la cosa se va a descontrolar, y al inicio de la secuencia que da pie al caos, es posible adivinar por dónde irá la cosa, pero nada puede preparar al espectador para lo que está a punto de iniciar. La andanada de violencia, brutal y en primer plano, no se detiene por varios minutos. Rob Jabbaz regresa al ataque despiadado contra sus personajes una y otra vez. No puedo más que alabar la terrible imaginación que el director canadiense demuestra a lo largo de su película. Es inmisericorde en formas que nunca habría podido anticipar.

En una de las primeras secuencias de salvaje brutalidad, tras haber apuñalado a gran cantidad de desdichados en un vagón del metro, uno de los infectados pregunta en voz alta: “¿Lo logré? ¿Vencí el récord?” Los verdugos del filme no son exactamente muertos vivientes, pues tienen intactas sus capacidades motoras y de raciocinio. El guion inteligente de Jabbaz los presenta como sádicos terminales cuyos deseos de agresión y placer son uno solo debido a los efectos neurológicos del virus.
A medida que seguimos la historia, otro cuestionamiento nos asalta: ¿es necesario que estos personajes estén infectados para demostrar el placer que la violencia les causa? Este es uno de los puntos fuertes de la cinta. La violencia es impactante, brutal y, según todos los estándares, excesiva. Sin embargo, al provocar una reflexión sobre la irresponsabilidad de un gobierno que no atiende una emergencia sanitaria y una población cuya agresividad apenas requiere de un empujón para salir a relucir, The Sadness subvierte nuestras expectativas del género de apocalipsis zombi.
Este, que recobró fuerza en la década pasada con el revisionismo en forma de comicidad metanarrativa en Tierra de zombis (Ruben Fleischer, 2009), se enfoca en la supervivencia de unos cuantos y en sus esfuerzos por restaurar una sociedad humana. The Sadness, al contrario, apunta hacia otro lado: ¿qué importa la supervivencia en una sociedad enferma, egoísta, irresponsable y sádica? Si la entrada inaugural del género, La noche de los muertos vivientes (George A. Romero, 1969), era un llamado de atención sobre el consumismo estadounidense, esta película presenta una crítica del panorama actual, cuyas violencias ya no son accidentales o producto del descuido, sino perpetradas con alevosía y ventaja.
La explotación sexual es otro aspecto que marca su distancia respecto al género tradicional. A pesar de todo por lo que pasa el personaje de Regina Lei y la violencia sexual presentada en algunas escenas, la cámara de Jabbaz demuestra un respeto encomiable hacia su joven protagonista.

El gore según Jabbaz ya no es aquel que un joven Peter Jackson utilizaba para asquearnos y divertirnos en Braindead (1992). Aquello era un juego de niños comparado con el imaginario de este director. En The Sadness la violencia no se ejerce contra los infectados, sino contra los sobrevivientes. Olvídense del Zombie Kill of the Week de Tierra de zombis. Esta cinta es como si el Marqués de Sade escribiera una novela después de tomar un curso sobre cine de zombis.
El terror de The Sadness no radica en que ocurra lo impensable (una epidemia zombi) sino en que la violencia cotidiana, aquellas microagresiones y malos pensamientos que subyacen en la mente del ciudadano promedio, finalmente exploten y se proyecten hacia el interior, buscando lastimar y reducir al otro en un juego perverso de tortura y satisfacción de los deseos más bajos del ser humano.
Si bien su adherencia al gore más extremo asegura que no será un éxito descomunal, no parece atrevido señalar que The Sadness es un parteaguas que señala las nuevas avenidas del género de zombis, lejos de la comicidad autorrefencial y la torpe explotación de antaño. El director debutante presenta una brutalidad despiadada con efectos especiales prácticos que pintan los planos de rojo, a la vez que estampa su sensibilidad autoral al dejarnos con la pregunta en el aire: ¿por qué lloran los infectados?

J. Alejandro Becerra es un cinéfilo de opiniones controvertidas. Fundamentalista de Scorsese, se decanta por el cine hollywoodense, pero se empeña por descubrir películas de alrededor del mundo. Aunque estudió Historia en la universidad, le encantaría dedicarse a escribir sobre cine de tiempo completo. No se pierde los Óscares aunque le diga a todos que los odia. Entre sus películas favoritas están Rebecca, Carol, Cléo de 5 à 7, Casino y The Tree of Life. No lo admitirá, pero llora cada vez que mira el final de Porco Rosso. Es un ferviente fanático de Jessica Chastain y Oscar Isaac, y cuenta los días para verlos ganar sus Óscares. Actualmente se dedica a discutir en Twitter con extraños y a aprender sobre marketing digital.