The Mosquito Coast: Justin Theroux huye del gobierno estadounidense y crea caos en México
Disponible en: Apple TV+.
Creadores: Neil Cross, Tom Bissell.
Elenco: Justin Theroux, Melissa George, Gabriel Bateman, Logan Polish, Kimberly Elise, Greg Bryan, Bruno Bichir, Ofelia Medina, Scotty Tovar, Alejandro Cárdenas, John J. Concado.
Duración: 7 episodios de 45-60 minutos cada uno.
País: Estados Unidos.
Más información de la serie: https://www.imdb.com/title/tt11041132/
Es innegable el esfuerzo monumental que está haciendo Apple TV+ para competir con las grandes plataformas digitales. Aunque sus esfuerzos han rendido frutos en la introducción de algunas series de culto – Ted Lasso y For All Mankind tienen sus fanáticos apasionados – aún siguen en busca de aquel proyecto que mande a la marca al estrellato. Su intento más reciente es The Mosquito Coast, serie que ha juntado un equipo creativo intrigante y prometedor, y que exhibe el presupuesto y buen ojo técnico de aquellos involucrados.
Basada en la novela del mismo nombre de Paul Theroux – famosamente adaptada en una película con Harrison Ford y River Phoenix en 1986 –, la serie de televisión le inyecta misterio e intriga política actual a la historia, y aunque precisamente en estos detalles es en dónde falla, la exploración del personaje principal ofrece un vistazo de lo que podría ser un nuevo antihéroe en el mundo televisivo.
The Mosquito Coast sigue a la familia Fox, viviendo en algún lugar de Estados Unidos. El padre de familia Allie (Justin Theroux, sobrino del autor de la novela Paul Theroux) es un genio, ideando continuamente aparatos, arreglando fallas en la fábrica cercana, y liderando una vida alternativa y discreta. Su esposa Margot (Melissa George) es escritora, y sus hijos adolescentes Dina (Logan Polish) y Charlie (Gabriel Bateman) estudian en casa. Aunque batallan con el dinero y viven con identidades falsas, parecen tener una vida apacible.
Todo cambia cuando una indiscreción les lleva a ser “descubiertos” por el gobierno, por lo que tienen que huir a México. Aunque para todos esto es una fuente de conflicto, parece que para Allie es más bien una aventura. Una nueva oportunidad de asentarse lejos del consumismo estadounidense y la presión de esconderse de lo que sea que se estén escondiendo. Así es como inician una odisea que les llevará por el desierto de la frontera de Estados Unidos-México hacia un encuentro con narcotraficantes estereotipados, mientras que agencias estadounidenses intentan desesperadamente agarrarlos y, posteriormente, protegerlos.
La fortaleza principal de la serie es su elenco. Encabezado por Justin Theroux, el actor por fin está de regreso en su papel más sustancioso desde su protagónico en The Leftovers. Al igual que en esa serie, Theroux interpreta al padre de familia (papel que le sienta bien) con un pasado sospechoso – que una vez que se revela se siente decepcionante y a medias – y una devoción alarmante a sus ideales.
Allie tiene el potencial de ser el personaje más interesante, pues presenta cualidades excepcionales – entrega a su familia, calma ante situaciones peligrosas, idealismo y una mente anti-consumista –, así como características desagradables – egoísta, abusivo, pragmático y egocéntrico – que lo vuelven un peligro para sus seres queridos. La dicotomía de héroe-villano está ahí, pero no se explora lo suficiente (al considerar la toma de cierre, esperaría que esto cambie en temporadas posteriores). Al final de la temporada, este personaje es el más despreciable y sospechoso de todos, incluso creando conflicto con su esposa e hijos.
El mal desarrollo del personaje recae en los escritores de la serie, pues Theroux y el resto del elenco ofrecen actuaciones que evitan que el espectador se despegue de la pantalla. Melissa George también destaca como Margot, quien emula sentimientos de inconformidad y enojo que no se exploran, pero que dejan ver que un conflicto se avecina. Ella es el antídoto al egoísmo heroico y pasivo de Allie, ofreciendo las mejores escenas de la serie.
La preservación de los obstáculos y el desarrollo de la historia son los problemas constantes. La familia inicia enfrentándose al gobierno estadounidense, pero después su amenaza cambia irracionalmente a narcotraficantes mexicanos completamente separados de su primer conflicto. Dejando de lado que tanta mala suerte de la familia es inverosímil y fabricada de manera forzosa para avanzar la historia, en ningún momento se entiende por qué existen estos problemas en primer lugar.
Al considerar que gran parte de la acción se desarrolla en territorio mexicano, es bien recibido que la serie explore (brevemente) el abuso de los estadounidenses y su aire de superioridad. Esto a su vez resulta conflictivo, pues mientras que dentro de la historia se exhibe el privilegio de la familia estadounidense y la desconsideración de los mexicanos que cruzan su camino, en el plano de la realidad, la serie necesita de esto para avanzar. ¿Acaso los escritores de la historia están conscientes del abuso cultural y social que la serie necesita para existir? ¿Es aceptable exhibirlo en pantalla, pero aplicarlo detrás de ésta?
Esta autoconsciencia está presente en pocas dosis, por lo que hacemos frente a constantes estereotipos. La serie presenta narcotraficantes – Ofelia Medina y Bruno Bichir son los villanos que sin razón aparente buscan vengarse de Allie –, policías corruptos y/o inútiles, niños de la calle que trabajan para un asesino gringo asentado en México o, de plano, aliados inocentes que pagan por los pecados de la familia. Incluso el grupo que Allie intenta contactar para desaparecer en la ciudad de México es liderado por un británico. Ningún mexicano se libra de la cosificación y desestimación.
A lo largo de sus siete capítulos, The Mosquito Coast alimenta el misterio del pasado de Margot y Allie, pero no lo descubre. Esto al principio funciona a la perfección – el primer capítulo es quizás el mejor de la serie –, pero se resiente cuando se llega al capítulo final y todavía no sabemos qué es lo que está pasando o a quiénes estamos acompañando en este camino. Al final de la temporada quedamos con más preguntas que respuestas, y con decenas de mini conflictos que no llevan a ningún lugar.
La serie quiere que olvidemos rápidamente el conflicto inicial al introducir la batalla inexplicable con el cartel mexicano. Frases clichés e introducciones temerarias de personajes no distraen del tremendo hueco en la historia.
La producción es notable, incluso si la ejecución de su historia es insatisfactoria. Desarrollada por Neil Cross y Tom Bissell, The Mosquito Coast tiene un sello de televisión de prestigio. Puede que la historia sea mala, pero la producción es de calidad y el ritmo es envolvente.
The Mosquito Coast presume una calidad de producción admirable. El elenco liderado por Justin Theroux ayuda a hacerla digerible. Los problemas residen en la historia poco desarrollada, el conflicto inexistente que activa la historia y que después se olvida, y el uso estereotipado de personajes secundarios. A la distancia se divisan conflictos interesantes: la manera en que el estadounidense blanco abusa de los demás con su agenda egoísta, o la personalidad turbia de Allie que lo pone en riesgo de total alienación de su familia. Desgraciadamente, estos temas se exploran solo por encima, frustrando una experiencia realmente memorable.
Originaria de la Ciudad de México, Alessandra considera al cine como su gran amor. Fanática empedernida de Paul Newman y La Momia (1999), y dueña de una facilidad envidiable para aprenderse diálogos innecesarios para la vida real, en 2017 fundó Palomita de maíz. Aquí escribe constantemente sobre cine y televisión. También pueden encontrar sus palabras en sitios como InSession Film, Filmotomy, Cherry Picks y Screen Queens.