The Mauritanian: una denuncia potente convertida al lenguaje cinematográfico
Director: Kevin Macdonald.
Guionistas: Michael Bronner, Rory Haines, Sohrab Noshirvani. Historia: Michael Bronner. Basado en el libro de: Mohamedou Ould Slahi.
Elenco: Tahar Rahim, Jodie Foster, Shailene Woodley, Benedict Cumberbatch, Zachary Levi.
País: Estados Unidos.
Más información de la película: https://www.imdb.com/title/tt4761112/
The Mauritanian está basada en el libro Memorias de Guantánamo, escrito por Mohamedou Ould Sla (interpretado en la cinta por Tahar Rahim). La película dramatiza los 14 años en que el gobierno de Estados Unidos lo mantuvo preso, torturándolo e interrogándolo, por presuntos vínculos que mantuvo con Osama Bin Laden, sin pruebas sólidas que respaldaran su aprisionamiento. En su ayuda, acudieron las abogadas Nancy Hollander (Jodie Foster) y Teri Duncan (Shaileney Woodley), quienes se encargaron de su defensa a pesar de las dudas que tenían ante el caso.
Durante el visionado de The Mauritanian queda claro que se trata de una historia que debía ser contada. El relato trae aparejada una feroz denuncia contra un sistema que despoja a un individuo de su dignidad humana, dejándolo sin defensa ante una maquinaria estatal que no está dispuesta a considerar su inocencia. Al tratarse de Estados Unidos, país que se ha autoproclamado como la nación de las libertades y efigie de la democracia moderna, el filme no esconde la crítica hacia sus políticas que pasan por encima de los derechos humanos con el fin de garantizar la seguridad de sus nacionales.
En ese sentido, el discurso de la película despierta la indignación de la audiencia ante lo que narra y, aunque no deja de ser cumplidora, el enfoque clínico que adopta hace pensar que quizás hubiera sido mejor contar esta historia en formato documental. El guion es mesurado y no recurre al golpe bajo de manera constante, que, si bien no deja de ser loable, sacrifica la experiencia en términos cinematográficos.
La aproximación que hace esta cinta respecto al caso de Mohamedou recuerda a lo que se hizo hace apenas dos años con The Report. Ambos largometrajes buscan esquivar el dramatismo exacerbado y apostar más por un tono periodístico/académico. Sin embargo, The Mauritanian termina siendo mejor ya que no hace a un lado el factor humano o las crisis y dilemas de sus personajes, apostando en despertar empatía por su protagonista en vez de lástima o compasión (lo cual hubiera caído en un lugar común). Gracias a ello, la película se sostiene y su discurso se queda en la mente del público.
Aunque en términos generales la película no decepciona, sí resulta repetitiva y hay momentos en los que se estanca, sin saber a dónde dirigirse. Hay tramos que son monótonos y que reiteran cuestiones que ya han quedado claras. Tampoco ayuda que la historia abarque muchos puntos de vista. Se abren subtramas que no aportan mucho o a las que se les pudo haber dado mejor metraje para una experiencia más fluida.
Esto se nota en el arco del personaje a cargo de Benedict Cumberbatch, quien interpreta al fiscal en el juicio contra Mohamedou Ould Sla. Es una lástima que se le dé un tratamiento tan superficial, cuya odisea pudo haber sido igual de interesante que la de las abogadas defensoras al enfrentar sus propios dilemas éticos de cara al juicio. La película cobra más fuerza cuando se centra en su protagonista, ya sea su experiencia en los interrogatorios o sus reuniones con las abogadas.
El reparto ayuda a elevar la experiencia. Benedict Cumberbatch y Shailene Woodley hacen apenas lo que pueden con personajes que no dan para mucho de sí (de hecho, la presencia de esta última es meramente testimonial). Destaca Tahar Rahim, quien hace un trabajo espectacular convenciendo el sufrimiento, pero dotándolo de luz, de manera que su personaje no es solo una víctima. Por su parte, Jodie Foster hace una excelente interpretación que reúne carisma, presencia y naturalidad, pero que a la vez materializa en su mirada la furia del público al otro lado de la pantalla.
The Mauritanian es un relato más importante que disfrutable, dejando momentos tanto de tensión como de gran calibre emocional. Su mayor acierto es su aproximación Kafkiana a los hechos. Al igual que en la novela El Proceso, The Mauritanian retrata la angustia de sentir el peso de un enemigo sin rostro, pero omnipresente, tal y como lo es la maquinaria estatal.

Víctor López Velarde Santibáñez es un abogado, amante del arte y las letras en sus diferentes manifestaciones. Uno de sus grandes intereses es analizar la relación entre cine y literatura, comparando las adaptaciones cinematográficas con las respectivas novelas en las que se basan. Alivianado, pero amante de los enfrentamientos de opinión dentro de un marco siempre respetuoso, nunca se cansará de debatir con aquellos que difieren en gustos u opiniones cinéfilas. Aunque celebra el Óscar a Mejor película otorgado a Moonlight por sus implicaciones discursivas, su lado amante del cine musical sigue asegurando que la verdadera ganadora era La La Land. En un futuro le gustaría ser un juez geek que incluya en sus sentencias referencias a la cultura popular.