The King of Staten Island: ¿hora de tomar en serio a Pete Davidson?
En dónde la puedes ver: pago por evento: Prime Video, Xfinity, Google Play, Apple TV, Vudu, Fandango Now, YouTube, Verizon, Microsoft, DirectTV, COX, Spectrum, Dish, Redbox, PlayStation, Row8, Alamo On Demand.
Director: Judd Apatow
Elenco: Pete Davidson, Bel Powley, Marisa Tomei, Bill Burr, Steve Buscemi, Maude Apatow, Ricky Velez, Lou Wilson, Moises Arias, Pauline Chalamet.
País: Estados Unidos
Más información de la película: https://www.imdb.com/title/tt9686708/
Pete Davidson, el comediante de 26 años famoso por ser parte del elenco de Saturday Night Live (SNL), se luce como protagonista y coguionista de The King of Staten Island, película que toma como base la vida de Davidson para ofrecer una comedia / drama dirigida por las manos hábiles de Judd Apatow.
Este director, que nos tiene acostumbrados a un humor pesado, ofrece uno de sus mejores trabajos, acercándose a los resultados de This is 40 y Trainwreck, y dejando de lado películas como The 40 Year-Old Virgin y Knocked Up. Es más, esta nueva película ofrece una delicadeza y sensibilidad por el personaje principal que nunca había visto en el trabajo de Apatow, y que quizá se vea influenciada por el involucramiento creativo de Davidson.
The King of Staten Island, con una duración de más de dos horas, sigue al bueno para nada de Scott (Davidson), un veinteañero que vive con su mamá Margie y hermana Claire en Nueva Jersey. Scott no tiene trabajo, no estudia y no tiene aspiraciones.
Más bien, Scott está en su zona segura, pasando su tiempo fumando mota, jugando videojuegos con sus amigos – igual de inútiles que él (reconocimiento especial para Moisés Arias, quien se luce en su pequeño, pero enternecedor papel) – y con el plan vago de ser tatuador sin tener el talento necesario.
Desde la primera escena de la película queda claro que Scott tiene problemas. En medio de la autopista, mientras maneja, cierra los ojos por varios segundos, abriéndolos justo a tiempo para evitar un accidente aparatoso. A pesar de que nunca más se vuelven a mencionar sus pensamientos suicidas, poco a poco aprendemos que Scott es “complicado”.
Por un lado, sigue lidiando con la muerte de su padre bombero 15 años atrás. Por el otro lado, su depresión y su TDAH lo hacen incómodo para convivir con los demás, siendo las mujeres de su vida – su hermana (Maude Apatow), su mamá (Marisa Tomei) y su mejor amiga con derechos (Bel Powley) – las principales víctimas de su personalidad conflictiva y sin filtros.
A pesar de que una y otra vez Scott reconoce que está pasando por una etapa de transición, la película resalta en muchas ocasiones lo poco interesado que está en seguir con su vida. Las cosas se vuelven peores, cuando aparece en escena Ray Bishop (Bill Burr), el nuevo pretendiente de su mamá, quien casualmente también es bombero.
Así, los peores instintos de Scott salen a la superficie, pero manteniendo cierta vibra positiva. En ocasiones es un patán egoísta, pero no es una mala persona.
A lo largo de casi toda la película vemos las múltiples ocasiones en las que trata con la punta del pie a todos lo que están a su alrededor. Mientras que ésta es una historia de maduración para él, para el resto de los personajes es una historia de decepción y paciencia. Es impresionante que muchos de los desastres creados por Scott no tengan peores efectos colaterales (cough cough ¿privilegio de hombre blanco?).
A pesar de que la película trata con delicadeza a Scott – siempre bajo un lente sensible – es inevitable empezar a sufrir su duración (¡136 minutos!) y lo mucho que se invierte en la parte perdida de su vida y no el proceso de maduración por el que eventualmente pasa. Este momento se da hasta el final de la cinta, llegando muy tarde la parte que esperamos con más ansias y quedándose sin explorar.
Auxiliada por un sentido del humor muy específico de Davidson – incómodo, diciendo las verdades de la vida y de vez en cuando sacando una risa con sus observaciones atinadas – la película es disfrutable también por el gran elenco que conforma la historia. Ya sea Davidson, quien interpreta una versión de sí mismo; Marisa Tomei como la ¡madre! de Scott, con un corte de cabello que me hizo pensar que la película se situaba en los 80; Steve Buscemi con una pequeña, pero adorable participación; y el previamente mencionado Arias como el amigo noble de Steve.
No hay mucho que decir sobre Maude Apatow, aquí interpretando a Claire, hermana de Scott. Aunque su actuación es buena, lo que ha dado de hablar es su actitud fuera de cámara al negar que se ha visto beneficiada por el nepotismo de Hollywood, aun considerando que su padre es el mismísimo director de esta película.
Es más reconfortante enfocarnos en las dos interpretaciones destacadas de la película: Bill Burr como Ray Bishop y Bel Powley como Kelsey. Por un lado, Burr ofrece profundidad y complejidad a su papel de nueva figura paternal, abarcando múltiples reacciones emocionales para mantener el paso explosivo de Scott. Por el otro lado, la inglesa Powley – con todo y acento neoyorkino – es sincera y decidida, demostrando rápidamente lo poco que Scott la merece y las muchas ambiciones que tiene.
The King of Staten Island es una paciente y amigable historia de maduración que se centra en un adulto joven con tremendos problemas emocionales que lleva cargando desde su niñez sin interés alguno por salir adelante, muy al estilo de Judd Apatow. Aunque tarda mucho en llegar a su punto, el viaje es soportable – y hasta disfrutable – gracias a la personalidad atractiva de Davidson y al elenco que lo acompaña.
A pesar de que no queda claro que será de la vida caótica de este hombre perdido, por lo menos nos quedamos con la tranquilidad de que poco a poco va aprendiendo, apoyado por una red familiar y de amistad que siempre está ahí para él. Quizá un par de años después ya tiene su vida en orden, gozando de la fama y privilegios de pertenecer a SNL.
Originaria de la Ciudad de México, Alessandra considera al cine como su gran amor. Fanática empedernida de Paul Newman y La Momia (1999), y dueña de una facilidad envidiable para aprenderse diálogos innecesarios para la vida real, en 2017 fundó Palomita de maíz. Aquí escribe constantemente sobre cine y televisión. También pueden encontrar sus palabras en sitios como InSession Film, Filmotomy, Cherry Picks y Screen Queens.