The Holdovers (TIFF 2023): la gentileza malencarada hecha a la antigua
Sección: Special Presentations.
Dirección: Alexander Payne.
Guion: David Hemingson.
País: Estados Unidos
Elenco: Da’Vine Joy Randolph, Paul Giamatti, Dominic Sessa.
Palomómetro:
Más información de la película: https://tiff.net/events/the-holdovers

Cuando un aviso de último minuto hace que sus planes de playa en diciembre se vean frustrados, Angus (Dominic Sessa) tiene que unirse al pequeño grupo de desafortunados que no regresarán a casa para Navidad. Lo que es peor es que no solo tendrá que pasar las vacaciones en la escuela, sino que lo hará bajo la supervisión del detestable profesor de historia Paul Hunham (Paul Giamatti), un tipo que disfruta del sufrimiento de sus pupilos y de las frases de Marco Aurelio y Cicerón.
Mientras que algunos de los padres ricos de los estudiantes varados son capaces de mandarles un helicóptero para que los lleve a un resort de ski, los de Angus no son localizados para dar su autorización, funcionando así como los típicos papás ausentes del pobre niño rico. Es aquí que estos dos personajes son obligados a pasar las festividades de fin de año juntos, muy a su pesar. Uno engreído y el otro más, solo que sin la madurez que traen los años.
El tiempo enclaustrados acerca a Angus y Paul, y un viaje a la capital de Massachusetts hace que se compartan sus más íntimos secretos. Tanto Paul Giamatti –quien nació para dar vida a este tipo de personajes engreídos, pero encantadores– como el nuevo talento Dominic Sessa entregan buenas actuaciones, aunque el carisma de Giamatti lo pone por encima de su compañero en pantalla.
Lo verdaderamente interesante es que la película no solo está situada en los años 70, sino que parece como si la hubieran hecho en esa década. Incluso se le añadió un filtro de celuloide falso en postproducción para que se asemejara a un filme de antaño. El filme está hecha a la antigua, con personajes entrañables que crecen y cambian lenta, pero seguramente. Gracias al uso de simbolismos, con un poco de melodrama y bromas bien situadas, el final, a pesar de estar lejos de ser feliz, deja una sensación de bienestar que hace decir “¡ya no las hacen así!”.
La película también funciona como una crítica a las diferencias sociales en Estados Unidos. En numerosas ocasiones vemos sobrepuestas las vidas privilegiadas de los alumnos del Colegio Barton con el resto de los personajes menos afortunados, incluidos los trabajadores del lugar. En este aspecto, la parte más reveladora –e históricamente acertada– es la escena del homenaje al hijo de la cocinera de la escuela, Mary Lamb (Da’Vine Joy Randolph), acaecido en Vietnam.
Mientras que varios exalumnos dieron su vida en las numerosas guerras que pelearon los estadounidenses, casi todas fueron durante la primera mitad del siglo XX. Solo el hijo de Mary es víctima de la entonces contemporánea Guerra de Vietnam. Esto refleja la realidad de que los contactos y conexiones permitieron que los jóvenes de clases acomodadas esquivaran la conscripción para Vietnam.
The Holdovers no solo es una carta de amor al cine de décadas pasadas, sino a la historia en general. La pasión con la que el personaje de Giamatti habla acerca de tiempos pretéritos y de su importancia para comprender el presente es inspiradora. Asimismo, mención especial merece la fotografía. Eigil Bryld captura los idílicos paisajes decembrinos de Nueva Inglaterra con belleza sobresaliente. Se puede palpar el encanto de esta región privilegiada del noreste estadounidense, sobre todo cuando se presenta cubierta de blanco.
Ya sea por el buen guion de Hemingson o porque vemos a Giamatti en uno de los puntos más altos de su carrera, The Holdovers se presenta como una buena propuesta para el otoño. Es una entrega recomendable por parte de Alexander Payne, dos veces ganador del Óscar a mejor guion adaptado (Sideways, The Descendants).

Daniel Flores es un escritor mexicano basado en Toronto. Empezó a escribir acerca de diseño, artes y economía, y ahora se enfoca en deportes. No tiene empacho en decir que su amor por el cine debió haber nacido con las trilogías del 5, pero, sin duda, fue altamente influenciado por vivir a dos cuadras de un multicinema y a 20 minutos de un videoclub. A diferencia de muchos amantes del cine, y a pesar de dejar muchas fuera, es capaz de nombrar sus cinco películas favoritas: El secreto de sus ojos, Sin City, City of God, El Laberinto del Fauno y Nymphomaniac.