Sylvie’s Love: el romanticismo y la pasión se sienten a flor de piel
Disponible en: Prime Video.
Director y guionista: Eugene Ashe.
Elenco: Tessa Thompson, Nnamdi Asomugha, Aja Naomi King, Larenz Tate, Alano Miller, Eva Longoria. Jemima Kirke, Lance Reddick.
País: Estados Unidos.
Palomómetro: 
Más información de la película: https://www.imdb.com/title/tt9827834/
Si ustedes, como yo, han tenido que pasar esta cuarentena solteros, tengo una buena noticia: podrán vivir sus fantasías de romance con Sylvie’s Love, la nueva película de Eugene Ashe que ofrece una historia épica y emotiva sobre el lazo inquebrantable entre dos personas.
Sylvie’s Love inicia en 1962, Nueva York, en dónde conocemos a Sylvie (Tessa Thompson), quien inesperadamente se reencuentra con Robert (Nnamdi Asomugha). Antes de aprender algo más sobre su relación, somos transportados inmediatamente al Harlem, Nueva York de cinco años antes.
Aquí nos reencontramos con una Sylvie optimista y energética que trabaja en la tienda de discos de su familia mientras que admira los programas de televisión en los que sueña con trabajar algún día. Por su parte, Robert es un saxofonista que toca en lugares locales y que, al ver a Sylvie a través de un aparador, y con la excusa de hacer más dinero mientras que su carrera despega, comienza a trabajar junto con ella en la tienda musical.
La película ofrece una de las historias de amor más románticas de los últimos años, quizá comparable con The Notebook (2004) o La La Land (2016) en cuanto a la intensidad de la relación entre los protagonistas y la definición de sus destinos una vez que encuentran ese lazo especial. Al igual que en estas películas, además, Sylvie y Robert encuentran múltiples obstáculos sociales – ella es de una familia adinerada y él no, ella está comprometida, su mamá desaprueba la relación – así como obstáculos creados por ellos mismos, pero que, en retrospectiva, hacen sentido y aportan al fortalecimiento de ambos personajes.
Mientras que en las películas mencionadas existe algo más fuerte que el amor entre ambos – el sentimiento de traición, por un lado, y los sueños de éxito, por el otro – en Sylvie’s Love los conflictos principales son creados a partir del sentimiento de abnegación y respeto por los planes ajenos. En las ocasiones en las que se crea drama o tensión es porque o Sylvie o Robert están pensando en el otro y no en sí mismos.
A través de esto, ambos personajes son realistas y empáticos. Los dos tienen aspiraciones profesionales y cada uno está consciente de eso, además de que prosiguen con sus proyectos cuando están separados. Aunque el amor mutuo es parte importante de sus vidas, no dependen únicamente de este para salir adelante. Más bien, son personas con una personalidad fuerte y un entorno rico e interesante que les permite crecer, distraerse y enfrentar desafíos profesionales y personales. Aun así, tanto Sylvie como Robert siempre mantienen nuestro interés emocional.
Esto se debe en gran parte a las actuaciones de Tessa Thompson y Nnamdi Asomugha. Ella, con una actitud madura y encantadora, se luce como una mujer ambiciosa y enamorada, pero siempre centrada. El vestuario a cargo de Phoenix Mellow ofrece una capa adicional de belleza y conquista. Además de que es apacible mirar la historia de Sylvie y admirar su personalidad, su ropa y estilo son suficientes como para también apreciar la moda de la época.
Por el otro lado, Nnamdi Asomugha ofrece la interpretación reveladora. El exjugador de fútbol americano presenta a un personaje atractivo y sensible. Mientras el elenco secundario es ruidoso y llamativo – con atención especial para las apariciones de Eva Longoria y Aja Naomi King – Asomugha presenta a un Robert fino y afable. Es fácil ver porqué Sylvie se enamora de él, y más al compararlo con la toxicidad y misoginia (tan características de la época) que presenta su prometido (Alano Miller). Es solo justo que este rol haga de Asomugha lo que las películas románticas del momento hicieron para Ryan Gosling y que a partir de ahora su carrera despegue como protagonista romántico y/o dramático.
Lo que para Sylvie es el vestuario, para Robert es la música. A través de su perfil como músico talentoso, pero inepto en la parte de negocios, su arco se vuelve más sensible y doloroso. Mucho de lo que no puede comunicar de manera verbal, lo hace a través de su pasión musical. En especial, destaca una pieza que aparece continuamente, B-Loved (versión francesa), la cual se vuelve característica del lazo especial con Sylvie.
Si la historia no es suficiente como para sentir amor, el soundtrack garantiza la creación de una atmósfera romántica. Títulos como The Nearness of You de Nancy Wilson, To Be Loved de Jackie Wilson, The Shadow of Your Smile de Astrud Gilberto o múltiples canciones de Sam Cooke forman una selección destacable que se puede contar entre las mejores del año.
El diseño de producción de Mayne Berke ofrece un viaje al pasado con escenarios e interiores típicos de la época. Sylvie’s Love ofrece una ventana auténtica y visualmente placentera al pasado.
Con Sylvie’s Love, el escritor / director Eugene Ashe ofrece una historia satisfactoria que nace del amor entre dos personas. No obstante, va más allá de ser únicamente una historia pasional de amor encontrado y perdido. Más bien, esta es una de las muchas capas de la historia, al presentar también la complejidad de la época y las vidas de los protagonistas. Eso sí, Ashe permite que sus personajes afroamericanos vivan plenamente e inmiscuidos en sus problemas personajes y sentimentales, sin tener que sufrir o enfrentarse a injusticias raciales o sociales.
Con la excusa de seguir la historia del amor entre Sylvie y Robert, también aprendemos sobre relaciones de amistad, el valor y la evolución de la música de jazz y el empoderamiento de las mujeres trabajadoras. Aunque al centro de la película existe una historia de amor emotivo y desinteresado, Sylvie’s Love presenta una alternativa satisfactoria para cuando necesitamos una historia romántica y aspiracional.
Originaria de la Ciudad de México, Alessandra considera al cine como su gran amor. Fanática empedernida de Paul Newman y La Momia (1999), y dueña de una facilidad envidiable para aprenderse diálogos innecesarios para la vida real, en 2017 fundó Palomita de maíz. Aquí escribe constantemente sobre cine y televisión. También pueden encontrar sus palabras en sitios como InSession Film, Filmotomy, Cherry Picks y Screen Queens.