Radical (Sundance 2023): Eugenio Derbez salva a México
Sección: Premieres.
Dirección: Christopher Zalla.
Guion: Christopher Zalla.
País: México.
Elenco: Eugenio Derbez, Daniel Haddad, Jennifer Trejo, Mia Fernanda Solis, Danilo Guardiola.
Palomómetro:
Más información de la película: https://festival.sundance.org/program/film/638a1a7d77dd3d107b805d96

Un maestro llega a una escuela de bajos recursos con la esperanza de sacar adelante la educación de los niños más pobres con un método de enseñanza radicalmente distinto. Esta es, en términos generales, una trama que hemos visto una y otra y otra y otra vez, un subgénero que acaso alcanzó su cúspide con La sociedad de los poetas muertos (Peter Weir, 1989), cinta que permite entender este fenómeno de cerca: un maestro cuyos métodos son teatrales y rayan en lo absurdo logra lo impensable al hacer que los apáticos alumnos se interesen por materias tan ajenas a su actualidad. Otro ejemplo, Mentes peligrosas (John N. Smith, 1995), colocó a Michelle Pfeiffer en uno de los peores distritos de Los Ángeles y la obligó a cambiar a Shakespeare por Tupac para que sus alumnos aprendieran las figuras retóricas.
Es así que llegamos a Radical, dirigida por el director galardonado de Sundance Christopher Zalla (Sangre de mi sangre, 2007, Premio del Jurado de Sundance), quien también escribe el guion basado en el reportaje de la revista estadounidense WIRED de octubre de 2013, en el que la niña Paloma Noyola fuera calificada como “la próxima Steve Jobs” al lado de su profesor Sergio Juárez Correa después de que fuera la estudiante mejor calificada en todo México en la prube ENLACE que medía las aptitudes de todos los alumnos a nivel nacional. Si el lector recuerda la fiebre que provocó esa portada en México, entonces estará satisfecho en saber que finalmente hay una película que recuenta lo que, en ese entonces, parecía un cuento de hadas: en plena guerra (que no era guerra) contra el narcotráfico bajo Felipe Calderón, en una escuela en Matamoros ubicada al lado de un basurero, un profesor de métodos cuestionables y la hija de un pepenador saltaban a la fama por méritos propios.
Eugenio Derbez regresa al cine mexicano para interpretar al maestro Juárez Correa, quien llega como caído del cielo un día a la escuela primaria José Urbina López. Entre sus alumnos están niñes que fungen como padres sustitutos de sus hermanes más pequeños, niñes que ya saborean su entrada al mundo del narcotráfico y otros que saben que no deben esperar nada de la escuela, no solo porque esta consiste en la memorización mecánica, sino porque saben que lo único que les espera al final es la pobreza, por lo que en la práctica no tienen sueños ni ambiciones.
Derbez es capaz de utilizar su carisma y facilidad para la pantomima para hacer de su personaje el centro de Radical. Es el motor que provoca el cambio en esta miserable escuela y quien le abre los ojos al aprendizaje a estos niños, pero al hacerlo, llama toda la atención a sí mismo, pues Derbez no es un intérprete que desaparezca en sus papeles, sino que siempre nos queda la intención de que se trata de una variación del personaje de Eugenio Derbez. Esto provoca que, en el fondo, Radical gire en torno a él y solo él, lo cual no sería preocupante si su personaje fuera poco más que una colección de excentricidades y desplantes teatrales.
El guion de Zalla presenta las vidas de Paloma (Jennifer Trejo), Lupe (Mia Fernanda Solis) y Nico (Danilo Guardiola) para balancear el peso dramático de la trama y, si bien se trata de tres excelentes actuaciones de niños (Solis hace un gran trabajo) que se descubren capaces de algo más que memorizar, trabajar o sufrir una educación, resulta insuficiente, pues los personajes se sienten como poco más que siluetas dibujadas tímidamente en la página. De entre los adultos, es acaso Daniel Haddad como el bonachón gigante director de la primaria quien hace mucho con lo poco que tiene). Radical depende demasiado del encanto de Derbez, que a estas alturas es un recurso cansino, así como en su lacrimógena conclusión para hacer que la película cumpla su cometido.
Por lo general, el objetivo de este tipo de películas, además de cumplir con la obsesión cultural estadounidense de “salir adelante por medios propios”, es demostrar que, efectivamente, una vida mejor ante la pobreza, la ignorancia y la indiferencia burocrática es posible, algo de lo que México necesita. Sin embargo, basta una rápida búsqueda en internet – la herramienta mágica utilizada por el verdadero maestro Juárez Correa – para comprobar que, tras 10 años de haber sido anunciada como “la próxima Steve Jobs”, la niña Paloma Noyola vive una vida normal, que la escuela primaria José Urbina continúa junto a un basurero, que Juárez Correa sigue dando clases allí y que el narcotráfico sigue causando estragos en la ciudad de Matamoros. Es una película que cubre de bronce la historia, pero cuya pátina – la capa exterior de este acabado – basta rasparse un poco para revelar su falsedad de latón.
Radical podrá colocar una sonrisa en el rostro, pero esta es breve y agridulce, además de obligar al espectador a recordar que podría estar viendo a Robin Williams en lugar de Eugenio Derbez en el papel del maestro excéntrico.

J. Alejandro Becerra es un cinéfilo de opiniones controvertidas. Fundamentalista de Scorsese, se decanta por el cine hollywoodense, pero se empeña por descubrir películas de alrededor del mundo. Aunque estudió Historia en la universidad, le encantaría dedicarse a escribir sobre cine de tiempo completo. No se pierde los Óscares aunque le diga a todos que los odia. Entre sus películas favoritas están Rebecca, Carol, Cléo de 5 à 7, Casino y The Tree of Life. No lo admitirá, pero llora cada vez que mira el final de Porco Rosso. Es un ferviente fanático de Jessica Chastain y Oscar Isaac, y cuenta los días para verlos ganar sus Óscares. Actualmente se dedica a discutir en Twitter con extraños y a aprender sobre marketing digital.