Oso intoxicado: ¿acaso hay algo mejor que un oso consumiendo cocaína?
Dirección: Elizabeth Banks.
Guion: Jimmy Warden.
Elenco: Keri Russell, O’Shea Jackson Jr., Alden Ehrenreich, Christian Convery, Brooklynn Prince, Isiah Whitlock Jr., Margo Martindale, Ray Liotta, Jesse Tyler Ferguson, Matthew Rys.
País: Estados Unidos.
Palomómetro:
Más información de la película: https://www.imdb.com/title/tt14209916/

En ocasiones, se presenta en pantallas de cine un evento cinematográfico con grandes expectativas. Una clase de película que hoy difícilmente se encuentra en su ambiente natural, pues más que nada es puesta y olvidada en servicios de streaming, donde es vista por una semana para después ser ignorada. Así es, estoy hablando de las películas-con-títulos-de-interés. Películas cuya atracción proviene principalmente de su nombre y la manera en que este lleva a un individuo a imaginarse los millones de escenarios alocados a los que se podría referir.
En esta división fílmica encontramos películas como Godzilla vs Kong (Adam Wingard, 2021), Venom: Carnage liberado (Andy Serkis, 2021), Megalodón (Jon Turteltaub, 2018) o el clásico Jurassic Park (Steven Spielberg, 1993). Oso intoxicado se une a esta lista en 2023, una película en donde, como se puede predecir por el título, nos encontramos con un oso en drogas después de que un narcotraficante tira bloques de cocaína en un bosque desde un avión.
En cuanto a su promesa titular, el oso que se intoxica es una maravilla. No solamente estamos hablando de escenas donde el animal consume cantidades extremas de cocaína, sino que también de momentos caóticos que rondan entre la comedia y el terror. En cada momento en que este oso se encuentra en escena presenciamos cómo un animal hecho a través de efectos especiales le roba presencia a actores humanos con una facilidad que parece que de verdad compartió un espacio físico con ellos. El oso drogado es una estrella más brillante que el resto del reparto de la película, de quienes no se puede decir mucho.
A pesar de que el personaje titular es quien se lleva los focos de la mercadotecnia y quien mantendrá una presencia en la mente de los espectadores, los personajes humanos, aquellos que atestiguan el desastre que el animal deja detrás, son los verdaderos protagonistas del filme. En una decisión creativa que evoca elementos del cine kaiju, estos humanos son interesantes de manera relativa con su enlace con la criatura.

Keri Russell interpreta un papel poco memorable al tener una trama que se centra en recuperar a su hija perdida en el bosque, sin ningún lazo directo con el oso. Lo mismo sucede con Isiah Whitlock Jr., quien hace de un oficial de policía que intenta capturar a la gente que tiró la cocaína en el bosque. Mientras tanto, Margo Martindale, como una guardabosque con una vendetta en contra del oso, O’Shea Jackson Jr. y Alden Ehrenreich como narcotraficantes que deben encontrar la cocaína, y Ray Liotta, como el jefe de la organización de tráfico de drogas y padre del personaje de Ehrenreich, son los personajes que le inyectan un poco de energía al filme que se desinfla con cada momento en que no se ve al personaje titular.
Lamentablemente, a pesar de tener un buen concepto, Oso intoxicado se convierte en una película de la que no se saca mucho provecho. Cuando el animal no se encuentre en pantalla, destrozando cuerpos humanos o disfrutando de su droga favorita, la cinta cae en valles de mediocridad que, a pesar de no aburrir, no levanta la historia como lo hace la presencia del oso, convirtiendo a esta película-con-título-de-interés en una película-como-ruido-de-fondo, es decir, una de esas cintas que se ponen mientras haces alguna otra actividad o que encuentras en la televisión y la ves por mera curiosidad. No hay nada de malo en estas, pero generalmente solo entretienen por momentos.
Oso intoxicado vive su potencial al hacer de los momentos con el oso drogado entretenidos, pero no sobrevive más allá al tener un guion simple y una dirección que no eleva la visión de la trama. Eso sí, en el caso de esta película, uno va a lo que va y lo consigue: la promesa de ver un oso en drogas. Si eso es suficiente o no dependerá del espectador. Sin embargo, ¿qué más se puede pedir que un oso consumiendo cocaína?

Nacido en un pueblo pequeño sin cine, Carlos se enamoró del séptimo arte de manera gradual, llegando al apogeo en medio de su adolescencia. Fanático del cine de género, su pasión por el cine no conoce límites, pasando a medios televisivos y literarios, películas clásicas y modernas, ganadoras del Óscar, y las peores del año. Su segunda pasión es escribir sobre las cosas que le gustan y celebrar estas pasiones con gente que las comparta.