Ni un paso en falso: el cine noir de 2021
Disponible en: HBO Max.
Dirección: Steven Soderbergh.
Guion: Ed Solomon.
Elenco: Don Cheadle, Benicio del Toro, Brendan Fraser, Julia Fox, David Harbour, Amy Seimetz, Kieran Culkin, Ray Liotta, Jon Hamm.
País: Estados Unidos
Palomómetro: 
Más información de la película: https://www.imdb.com/title/tt11525644/
Steven Soderbergh es uno de los pocos directores que se ha arriesgado y probado suerte en diferentes géneros. Podríamos decir que su favorito, y quizá por el que es más conocido, es el de las películas de crimen. El director de la trilogía de La gran estafa lanzó Ni un paso en falso en HBO Max, su más reciente propuesta de cine de crimen, en lo que se podría considerar el primer gran estreno de la plataforma en Latinoamérica. Esta cinta, aunque es una maravilla en su hechura, se queda corta en la historia que quiere contar.
Detroit 1954. A través de un plano general, Soderbergh presenta al exconvicto Curtis (Don Chadle), un hombre afroamericano al que la cámara acompaña mientras fuma y camina con confianza y soltura. De fondo se escucha la música de David Holmes y de inmediato el espectador es transportado a otra época, donde el gánster y el detective corrupto son los protagonistas de las historias.
El guion de Ed Solomon gira alrededor de Curtis, quien junto con Ronald Russo (Benicio del Toro) y Charley (Kieran Culkin), ha sido contratado por un hombre extraño llamado Mr. Jones (Brendan Fraser) para robar documentos que en apariencia no tienen importancia alguna. Al iniciar la semana, los tres se adentran temprano en la casa de la familia Wertz. Mientras que Curtis y Ronald se encargan de vigilar a la esposa e hijos de Matt Wertz (David Harbour), empleado de la General Motors, Charley obliga a éste a obtener de la oficina de su jefe los famosos documentos.
Pero nada es lo que parece, pues los protagonistas intuyen que algo no anda bien. Un trabajo tan sencillo y tan bien pagado no se ve todos los días. Es así que, cuando el plan falla y los criminales descubren las verdaderas razones por las que fueron contratados, Curtis y Ronald inician una búsqueda por todos los rincones de la ciudad – retratada por Soderbergh como un lugar sombrío, lluvioso y desgarrado por el crecimiento de las fábricas automovilísticas – para dar con la persona que los contrató.
Poco a poco se desarrolla un juego de sospechas y negociaciones, a la vez que se descubre la verdadera importancia de los documentos, creándose un laberinto que se resolverá hasta dar con el nombre en la cima de la pirámide de poder.
Haciendo gala de un gran elenco, Soderbergh construye su relato al puro estilo del cine noir, haciendo uso de imágenes glamorosas, lentes que deforman los planos y les dan profundidad, y ángulos picados y contrapicados. Cuenta una historia donde la pasión por el dinero lleva a sus protagonistas a situaciones límite.
En esta búsqueda por respuestas y fortuna, todos tienen un plan, un as bajo la manga. Solo aquél que juegue bien sus cartas es quién logrará sobrevivir. Aunque la historia de Ni un paso en falso no cuenta con un gancho que atrape 100% a los espectadores, su estética y manufactura sí. La música insertada en los momentos exactos y su edición ágil a cargo de Mary Ann Bernard la vuelven ágil y disfrutable.
Pese a lo suntuoso que pudiera parecer en su estructura, el producto final es sencillo con toques de comedia que llevan al cuestionamiento continuo de quién es quién en la cinta, así como sus intenciones. En su escena final, justo antes de los créditos, Soderbergh incluye una crítica social que no altera la historia y ni tiene gran peso sobre ésta, pero sí deja en el espectador un brochazo de reflexión.
Ale Stardust (como Ziggy de David Bowie) ama el cine y las series más que la comida. Fueron ellos quienes la acompañaron la mayor parte de su infancia y ahora le regalan un escape de la vida adulta. Fan de Harry Potter, los tatuajes, la lucha libre, creyente de la magia y de las películas de Hugh Grant, después de haber querido ser chef, historiadora y Power Ranger, se decidió por Ciencias de la Comunicación (por supuesto en la UNAM). Ahora pasa sus días intentando escribir sobre lo que ve y soñando con ser como Jo March.