Nanny: surrealista y tétrico viaje al «sueño americano»
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Dirección: Nikyatu Jusu.
Guion: Nikyatu Jusu.
Elenco: Anna Diop, Michelle Monaghan, Sinqua Walls, Morgan Spector, Rose Decker, Leslie Uggams, Olamide Candide-Johnson, Jahleel Kamara.
País: Estados Unidos.
Palomómetro:
Más información de la película: https://www.imdb.com/title/tt10931784/

El llamado género de «terror social» en el cine no es nuevo. Desde clásicos de horror como Night of the Living Dead (George A. Romero, 1968), pasando por slashers como Candyman (Bernard Rose, 1992), hasta películas contemporáneas que rápidamente se han ganado estatus de culto como Get Out (Jordan Peele, 2017), el cine de terror ha empleado elementos paranormales para adentrarse en problemáticas sociales, raciales y económicas. En estas historias, lo sobrenatural es un vehículo para llegar a algo más complejo y significativo que las historias de fantasmas promedio.
Nanny es el prometedor y fascinante debut de Nikyatu Jusu, la cual hizo historia al convertirse en la primera película de terror en ganar el Gran Premio del Jurado en el Festival de Sundance de este año. La historia demuestra el interés de Jusu por el folklore y la mitología de África Occidental, creando una fusión ingeniosa de elementos fantásticos con la agobiante vivencia de una migrante senegalesa que llega a Estados Unidos en busca de nuevas oportunidades.
Aisha (Anna Diop) es una joven viviendo en la ciudad de Nueva York. Su precario estatus legal es un tema de angustia para ella, así como la necesidad de traer al país a su hijo Lamine, quien se quedó en Senegal al cuidado de su familia mientras Aisha reúne dinero. La esperanza parece llamar a su puerta cuando consigue un empleo como niñera/empleada doméstica/maestra de francés para una familia adinerada en Manhattan.
Amy (Michelle Monaghan), su empleadora, le presenta a su hija Rose y le explica el detallado itinerario que hizo para su jornada laboral: cuidar, cocinar y enseñar francés a la niña, mientras mantiene la casa en orden durante los periodos en los que Amy y su esposo Adam (Morgan Spector) están trabajando. Las exigencias laborales resultan cada vez más demandantes para Aisha, además de que tiene roces incómodos con Amy movidos por clasismo y racismo sutil.
La parte sombría de Nanny inicia con pesadillas y alucinaciones cada vez más recurrentes para Aisha, convirtiendo esta historia en una que ya hemos visto en el género en múltiples ocasiones: el protagonista es atormentado por visiones y sucesos que lucha por determinar si son reales o falsos. Lo que hace que la película de Jusu destaque es la seguridad con la que combina los elementos narrativos y mantiene firmes las angustias personales de Aisha, demoliendo el mito del «sueño americano» en el camino.

La historia pone énfasis en el trabajo que le es asignado a Aisha, con conversaciones inteligentes que apuntan a la explotación laboral, los pagos impuntuales, exigencias que no competen a los cargos asignados y la desgarradora situación de sentirse atado y dependiente a un trabajo abusivo porque, como migrante, no se tienen los mismos derechos. Todos los «sacrificios» realizados por Aisha tienen como motivación reunirse con su hijo, haciendo que este relato de migración triste y realista se vuelva universal.
Las incómodas interacciones entre Aisha, Amy y Adam están constantemente motivadas desde la condescendencia y el acoso. Una escena en particular recuerda a un memorable momento de Get Out, retratando los comentarios racistas disfrazados de cumplidos que las personas blancas hacen a las personas Negras sobre su color de piel. Sin embargo, el tono de Jusu es sereno y tenue en comparación con la obra de Peele.
Las realidades de la maternidad también son expuestas con discreción, observando como Aisha crea un vínculo afectivo con Rose, llenando de manera consciente o inconsciente el vacío por la distancia con su hijo. El foco en las conversaciones permite comprender a Aisha y verla como un personaje tridimensional, ayudado por la magnífica interpretación de Anna Diop. A través de su personaje comprendemos cómo el amor maternal puede ser algo hermoso y aterrador por el inherente carácter de dependencia en la relación.
Los elementos sobrenaturales nunca se dejan de lado. La presencia del agua es un elemento clave tanto en lo onírico – en las pesadillas y alucinaciones de Aisha–, como en la realidad y subtexto de la historia. Nikyatu Jusu comentó en una entrevista para Yahoo que el agua siempre ha sido un elemento de interés para construir narrativas sobre su capacidad tanto constructiva como destructiva. El misterio detrás de la paranoia cada vez más aguda de Aisha se revela lentamente y el agua siempre está presente en escena.
Lo menos disfrutable de la cinta son los intentos de brindar un interés romántico a Aisha, los cuales son forzados. De manera simplista, la conexión que crea Aisha con Malik (Sinqua Walls) es mera conveniencia narrativa para agravar su paranoia y recordar las creencias folklóricas de su país. También lo precipitado de su final deja un desconcierto extraño, necesitando más tiempo para procesar sus últimos giros.
Nanny es una película estimulante, filmada con belleza estética por Rina Yang, quien dota de una fotografía sublime, contemplativa y envolvente. Asimismo, demuestra el talento de Nikyatu Jusu en un género cada vez más potente y relevante. Al fusionar con astucia el terror social, el realismo mágico y el folklore africano, la cinta indaga de manera visceral en las crudas vivencias de la migración, la explotación laboral, el clasismo y la maternidad (lo bello y terrorífico que ésta ofrece). Todo esto es explorado con frescura, cautivando de inicio a fin a pesar de sus tropiezos.

Psicólogo desde 2018, cinéfilo de toda la vida. Se graduó en 2018 en Maracaibo, Venezuela. Tiene 24 años. Apasionado por el cine independiente y los documentales. Entre sus cineastas favoritos se encuentran Richard Linklater, Ken Loach, Kelly Reichardt, Michael Haneke y Céline Sciamma, los cuáles aprecia por su sinceridad y humanismo al entender a las personas con sus complejidades.
La película Boyhood (2014) le hizo darse cuenta de la capacidad de belleza que tiene el cine, aunque su fascinación por escribir y leer historias que le transporten a otros lugares viene desde su infancia. Le gustaría conocer cine de todas partes del mundo y especializarse en psicología clínica infantil, y quizá, algún día, escribir un guion inspirándose en sus ídolos del séptimo arte.