Nadie te salvará: entre extraterrestres y traumas terrenales
Disponible: Star Plus.
Dirección: Brian Duffield.
Guion: Brian Duffield.
Elenco: Kaitlyn Dever, Elizabeth Kaluev, Zack Duhame, Lauren L. Murray, Geraldine Singer, Dane Rhodes, Daniel Rigamer, Dari Lynn Griffin
País: Estados Unidos.
Palomómetro:
Más información de la película: https://www.imdb.com/title/tt14509110/

La indiferencia social ante el reciente informe de la NASA que, en resumidas cuentas, reconoció la existencia de los OVNI (Objetos Voladores No Identificados) es una hilarante reflexión de tiempos contemporáneos. Los malestares sociales se han agravado tanto, que han mermado el interés en el fenómeno extraterrestre. Hay demasiado por lo que preocuparse en la Tierra como para pensar en lo que circunda a ésta.
La lucha entre las amenazas terrenales y extraterrestres define el conflicto de Nadie te salvará, segundo largometraje de Brian Duffield, quien luego de la fantástica Spontaneous (2020) pasa con firmeza de la comedia negra adolescente al terror de ciencia ficción conservando los elementos más puros de su debut: los conflictos internos que mueven a su protagonista en un mundo de desconcierto e imprevisibilidad, exigiéndole enfrentarse a sus traumas. Duffield hace esto a través de metáforas. Mientras que en Spontaneous eran las explosiones de los adolescentes, en Nadie te salvará es una invasión extraterrestre.
Brynn (Kaitlyn Dever) es una joven viviendo sola a las afueras de la ciudad, condenada al ostracismo por un evento traumático que marcó su vida y la de los pobladores, quienes la responsabilizan sin piedad por la tragedia. Por su vestimenta y fachada del hogar, Brynn parece atrapada en el tiempo. Entretiene su soledad con manualidades y escritura, actividades que también fungen como válvula de escape de un dolor reprimido.
El rompecabezas de su pasado se ensambla moderadamente, sacando a flote una historia de duelo, resentimiento y búsqueda del perdón propio. Más temprano que tarde, Brynn se ve inmersa en una pesadilla interminable en la que extraterrestres hostiles invaden su hogar para abducirla. La incesante persecución muestra a Brynn en un recorrido sin escapatoria de los aliens y sus poderes telequinéticos.
Al ver la película, de inmediato viene a la mente Un lugar en silencio (John Krasinski, 2018) porque el silencio domina ambos filmes. En Nadie te salvará, los diálogos pueden contarse con los dedos de una mano y, por lo tanto, el sonido no proveniente de conversaciones es parte central de la construcción de la tensión. En la cinta de Krasinski el silencio era una respuesta lógica ante criaturas con hipersensibilidad al sonido, en la de Duffield, el silencio es tanto un gimmick cinematográfico como una analogía a los traumas silenciados y las tensiones ocultas tanto con nosotros mismos como con otras personas.
Nadie te salvará maniobra con astucia y emoción. Es capaz de contar retazos de una vida con sensibilidad y realismo, confiando en la inteligencia del espectador para que junte las piezas del pasado de Brynn, sienta empatía por sus esfuerzos de pertenecer y la acompañe en su camino a la redención huyendo de los alienígenas y su colonización terrícola.

Duffield reconoce que las abducciones extraterrestres y/o las invasiones alienígenas no son novedad en el cine. El fuerte de su película no es ni el diseño poco original de las criaturas, ni sus poderes vagamente explicados, sino la interacción que tienen con la representante humana de turno y sus conflictos internos.
Así como Señales (M. Night Shyamalan, 2002) tomó la invasión extraterrestre como parteaguas para estudiar la histeria y paranoia colectiva e Invasion of the Body Snatchers (Don Siegel, 1956) planteó una alegoría a la pérdida del individualismo, Nadie te salvará comprende la culpa injustificada, así como el deseo de escapar de la opresión y la crueldad con la que la que se tratan a unos con base en prejuicios y resentimientos.
Kaitlyn Dever como Brynn construye un personaje tridimensional y no una simple víctima. A través de corporalidad, silencio e introversión, Dever transmite la psiquis de una heroína emocionalmente rota que se gana a pulso el apoyo de la audiencia. La fotografía de Aaron Morton es minimalista y hogareña, asombrando en la capacidad de condensar los colores y la iluminación como aliados de la tensión creciente.
Duffield astutamente permite que el fenómeno extraterrestre pase a segundo plano para preocuparse por los aspectos más humanos de la trama. Pocas cosas son más inherentes a nuestra especie que los problemas de comunicación y la crueldad perpetuada por estos. El nihilismo y el pesimismo abundan en la historia, y convertir la invasión extraterrestre en algo trivial en comparación con lo que atormenta a Brynn desde su pasado, es astutamente análogo a tiempos presentes: el horror y el dolor terrenal se asumen como peor que cualquier elemento fantástico/no-humano porque no hay peores verdugos que las personas mismas.
Nadie te salvará es breve, dinámica, comedida y directa en su presentación clásica de suspenso y ciencia ficción. El encuentro extraterrestre que plantea es lo suficientemente inquietante como para recordar que los más grandes horrores son terrenales. Se trata de una pesadilla absorbente que no necesita reinventar géneros para reafirmar los talentos de Duffield y Dever.

Psicólogo desde 2018, cinéfilo de toda la vida. Se graduó en 2018 en Maracaibo, Venezuela. Tiene 24 años. Apasionado por el cine independiente y los documentales. Entre sus cineastas favoritos se encuentran Richard Linklater, Ken Loach, Kelly Reichardt, Michael Haneke y Céline Sciamma, los cuáles aprecia por su sinceridad y humanismo al entender a las personas con sus complejidades.
La película Boyhood (2014) le hizo darse cuenta de la capacidad de belleza que tiene el cine, aunque su fascinación por escribir y leer historias que le transporten a otros lugares viene desde su infancia. Le gustaría conocer cine de todas partes del mundo y especializarse en psicología clínica infantil, y quizá, algún día, escribir un guion inspirándose en sus ídolos del séptimo arte.