My Policeman: entre clandestinidad y remordimientos
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Dirección: Michael Grandage.
Guion: Ron Nyswaner.
Elenco: Harry Styles, Emma Corrin, David Dawson, Gina McKee, Linus Roache, Rupert Everett.
País: Reino Unido.
Palomómetro:
Más información de la película: https://www.imdb.com/title/tt13139228/
En la década de los 50, la sociedad británica mantenía una persecución desmedida hacia los hombres y las mujeres homosexuales. La policía se dedicaba a la atención de denuncias, arrestos y juicios por considerar como delito o enfermedad dicha preferencia sexual. My Policeman retoma una ligera observación social hacia la importancia de la libertad de la sexualidad, así como un triángulo amoroso sumergido en el engaño.
Marion (Emma Corrin), profesora de escuela, está enamorada de Tom (Harry Styles), un policía amable que muestra también interés hacia ella, llegando incluso a formar un matrimonio. No obstante, Tom, al mantener un romance secreto con Patrick (David Dawson), curador de un museo, esconde su sexualidad en una Inglaterra hermética y tradicional, conllevando a consecuencias desagradables para los tres jóvenes.
Basada en la novela de la escritora británica Bethan Roberts, el relato entrelaza, de forma didáctica, el flashback que muestra la juventud de sus protagonistas en torno al matrimonio, con un presente en el que mantienen una dinámica distante y quebrantada por la condena social. En su etapa madura, Marion (Gina Mckee) atiende a un convaleciente Patrick (Rupert Everett), percatándose de forma gradual de las repercusiones de sus decisiones del pasado, con un Tom (Linus Roach) que se resiste a verlo.
El director Michael Grandage ejecuta una perspectiva convencional y con clichés en torno a un relato rodeado de arte, cultura y clandestinidad. En medio de ópera, pinturas y la apreciación a la arquitectura, los personajes despliegan una tensión sexual superficial. Aunque las escenas amorosas de Patrick y Tom tienen tintes eróticos, no denotan conexión emocional, sumándose un contexto vago de una época tradicional. Caso similar ocurre con Marion, quien despliega ira, desencanto y celos en su relación con Tom, sin enfatizar lo suficiente en las emociones escondidas durante los 40 años en los que se desarrolla la trama.
La reiteración de las memorias en el guion de Ron Nyswaner, conformadas por los puntos de vista de Marion y Patrick en torno al policía que es el objeto de sus afectos, relega los atisbes de injusticia y la reflexión en torno a una época restrictiva en torno a la homosexualidad. Desde la idealización de la joven sobre Tom (un deslucido Harry Styles) hacia una inevitable ruptura emocional a causa de la presencia de Patrick, la historia alcanza una previsible conclusión en la que los tres protagonistas, entre la monotonía de la vejez y el ímpetu de la juventud, tienen que aceptar una nueva posibilidad para enmendar los errores y ejercer la libertad personal.
My Policeman, sin lograr la intimidad, observación social ni la emotividad de Brokeback Mountain (Ang Lee, 2005), es un drama de manual que contiene una ola de cabos sueltos en su trama. Si bien entretiene, es una simple y abrupta perspectiva sobre la homosexualidad, la salida del armario, la infidelidad, el costumbrismo y la redención.
Periodista y articulista. Ecléctica. He escrito sobre cine, música, videojuegos, entretenimiento y literatura en diversos sitios como Suite 101, Galakia y en mi blog Paraje 21. Colaboradora en Butaca Ancha, Cinemagavia y también en Palomita de Maíz. Por ser fan de la temporada de premios cinematográfica, se me ocurrió Oscar Times. Aprendiz de la vida, medio gamer y melómana.