Moxie: la euforia del feminismo interseccional presentada en la pantalla
Disponible en: Netflix.
Directora: Amy Poehler.
Guionistas: Tamara Chestna, Dylan Meyer, basados en el libro de Jennifer Mathieu.
Elenco: Hadley Robinson, Lauren Tsai, Josephine Langford, Patrick Schwarzenegger, Amy Poehler, Nico Hiraga, Sydney Park, Alycia Pascual-Peña, Josie Totah, Sabrina Haskett, Ike Barinholtz, Anjelika Washington, Marcia Gay Harden, Clark Gregg.
País: Estados Unidos.
Más información de la película: https://www.imdb.com/title/tt6432466/
En Moxie, el despertar feminista de una adolescente blanca estadounidense se presenta de una manera tan amigable y sencilla que hace que la película resulte ser una opción perfecta para aquellas y aquellos que comienzan a involucrarse en la lucha feminista. Además, para aquellas personas involucradas en el tema, resulta ser una celebración eufórica del sentimiento de sororidad femenina.
La película se centra en Vivian (Hadley Robinson), una chica que inicia la preparatoria esperando pasar desapercibida junto a su mejor amiga Claudia (Lauren Tsai). Cuando Lucy (Alycia Pascual-Peña), la nueva alumna afrolatina de la escuela se vuelve el blanco del bully / capitán del equipo de americano Mitchell (Patrick Schwarzenegger), Vivian le sugiere simplemente ignorarlo. Será la actitud decidida y desafiante de Lucy lo que hará que Vivian comience a notar el papel de las mujeres en la escuela y el constante acoso al que se enfrentan.
Poco a poco, Vivian se hará consciente de las micro-agresiones machistas a las que ella y sus compañeras se enfrentan de manera cotidiana. Ahora ve cómo es que los profesores de la escuela se desentienden de temas sexistas o comentarios machistas, nota la falta de apoyo por parte de la directora de la escuela (Marcia Gay Garden) ante denuncias de acoso, es una de las pocas en indignarse ante la publicación de una lista que clasifica a las mujeres de la escuela de acuerdo con sus características físicas, así como los dobles estándares en la vestimenta permitida para hombres y mujeres.
Inspirada por la faceta activista de su madre Lisa (Amy Poehler, quien también dirige la película), Vivian crea un periódico feminista anónimo llamado Moxie, en el cual denuncia los agravios sexistas del colegio.
La película viste su estandarte feminista desde un inicio y nunca lo abandona. Lo padre es que lo hace de manera interseccional. Las batallas de las mujeres blancas – envestidas de un privilegio latente –, asiáticas, afroamericanas, latinas, afrolatinas y transexuales se plasman en pantalla. Todas se encuentran y forman un vínculo especial a través de la creación anónima de Moxie.
De hecho, en uno de los momentos trascendentales, se exhibe el privilegio intrínseco de Vivian. Los escritores de la película, Tamara Chestna y Dylan Meyer, se encargan de explicar claramente la manera en que el resto de sus amigas debe lidiar con presiones raciales, sociales y culturales que definen rotundamente su experiencia como mujer, mientras que ella se puede dar el lujo de poner en riesgo su futuro o ser más rebeldes que las demás.
Por supuesto que la película se puede sentir extremadamente dulce en muchos momentos. Moxie es muy paciente y sincera en la representación del despertar de la causa feminista. Para ilustrar esto, Poehler y compañía hacen uso de un abanico extenso de personajes en diferentes etapas de involucramiento. Por ejemplo, están las mujeres 100% envueltas con la causa desde un inicio – incluyendo Lucy –, o aquellas que deben lidiar con sus presiones personales, pero que se identifican con los ideales feministas – quizá la trama de Claudia es la más interesante en este punto, pues mientras que desea involucrarse con Moxie también tiene que cumplir con las exigencias impuestas por su madre –, o quienes se lavan las manos y prefieren no cuestionar al patriarcado – los profesores de la preparatoria son un claro ejemplo –, hasta llegar a los hombres “aliados”.
En este último punto es necesario rescatar que Moxie, más allá de su discurso feminista, es una historia de crecimiento juvenil. Por esto, la vida personal de Vivian es el centro. Rápidamente, la audiencia se involucra en la relación entre ella y su mamá, los deseos de ésta por adaptarse a los estándares tradicionales y encontrar a un nuevo amor, así como la experiencia del primer amor de nuestra protagonista con Seth (Nico Hiraga), el joven de ensueño que parece haber sido creado en un laboratorio feminista y que apoya las ideas de Vivian en todo momento.
En esta línea, la película explora un momento en que las ideas, presiones y sentimientos de Vivian se vuelven intolerables. Después de tanto ímpetu en la vida de las jóvenes feministas, Moxie introduce sabiamente un momento de conflicto en el que todo está a punto de venirse abajo.
Aunque se agradece que la causa nunca se descarrile por actitudes negativas entre las chavas, el guion sí trunca una expiación necesaria por parte de Vivian. En vez de presentar esto, Moxie más bien presenta un momento emotivo y poderoso de unión femenina y vocalización de pensamientos, traumas y verdades patriarcales. De esta forma, decide dar la atención a todos los personajes femeninos de la película, menos a su protagonista.
Moxie es una celebración feminista que en ocasiones cae en idealismo e inocencia pura. Auxiliada por una selección memorable de pop hits que acompañan a Vivian y a sus amigas en momentos cruciales, y por un tono amigable en la presentación del feminismo interseccional, la película es un deleite, pues su optimismo es contagioso.
Originaria de la Ciudad de México, Alessandra considera al cine como su gran amor. Fanática empedernida de Paul Newman y La Momia (1999), y dueña de una facilidad envidiable para aprenderse diálogos innecesarios para la vida real, en 2017 fundó Palomita de maíz. Aquí escribe constantemente sobre cine y televisión. También pueden encontrar sus palabras en sitios como InSession Film, Filmotomy, Cherry Picks y Screen Queens.