La sombra del sol: soñando en grande en tierra desesperanzada
Dirección: Miguel Ángel Ferrer.
Guion: Miguel Ángel Ferrer, Guillermo de la Rosa.
Elenco: Carlos Manuel González, Anyelo López, Greisy Mena, David Olaves, Richard Clark, Jeizer Ruiz, Camila Curtis.
País: Venezuela.
Palomómetro:
Más información de la película: https://www.imdb.com/title/tt17542894/

La simplicidad es la sofisticación definitiva, decía Leonardo Da Vinci para referirse a la belleza que hay en lo mundano y la ausencia de extravagancia. Simple no es igual a mediocre o vacío, por lo cual, en el terreno cinematográfico, llamar simple a una película sería un cumplido.
En su ópera prima, La sombra del sol (representante de Venezuela para los próximos premios Óscar), Miguel Ángel Ferrer presenta una simpleza envidiable que prueba en parte el postulado de Da Vinci. Con seguridad desarrolla un relato clásico sobre perseguir sueños, el valor de la familia y la prevalencia de nuestro orgullo e identidad. A pesar de no ser formalmente innovador, adapta con éxito los clichés del género a las idiosincrasias venezolanas.
En la ciudad de Acarigua, Venezuela, Leo (Carlos Manuel González) es infeliz con un trabajo obrero que detesta, una pareja que no aprecia sus esfuerzos y disfruta de humillarlo verbalmente, un dolor reprimido por la muerte de sus padres y un hermano menor, Alex (Anyelo López), sordo de nacimiento, a quien protege con torpeza de la maldad camuflada de “bromas” por otros chicos de la zona.
Alex le propone a Leo participar en un concurso de canto en Caracas con la posibilidad de ganar 5,000 dólares. Leo, un cantante talentoso, inicialmente se resiste a la idea, pero esperando un golpe de suerte, los hermanos reúnen a la vieja banda de Leo, mientras que Alex escribe la canción que van a interpretar, lidiando con las sombras que aterrorizan la cotidianidad de los venezolanos: la delincuencia y la precariedad económica.
La sombra del sol no esconde sus intenciones de feel-good movie. El humor de la película se construye en gran medida a partir de las desventuras que afrontan los personajes por ensayar para el concurso, marcadas por la vivencia común venezolana y chistes idiosincráticos. Sin embargo, el alma de la cinta es la química de los hermanos protagonistas y sus personalidades contrapuestas.
Acertadamente, Ferrer presenta sutiles denuncias a las realidades socioeconómicas de Venezuela y a los ambientes tóxicos perpetuados por una cultura que normaliza la violencia y desconfía, con motivos, de las autoridades. La homofobia y el capacitismo abundan en la historia, presentando la naturaleza de los discursos discriminatorios, desde los que pasan desapercibidos en la pasivo agresividad, hasta los más directos y violentos.
Al igual que Simón (Diego Vicentini, 2023), La sombra del sol no teme señalar las consecuencias del régimen político de turno en Venezuela. La miseria no es solo económica, al afianzar la realidad de trabajos mal pagados y explotadores y el alto coste de la vida, sino también social y moral por la ignorancia que se propaga como un virus, atrasando a las comunidades, y las mafias que gobiernan sin ton ni son.
En la historia del cine venezolano hay escasa representación de minorías y, a menudo, sus apariciones son desde la burla o la condescendencia. Más allá del silencio (César Bolivar, 1985) fue la primera película venezolana en tener un personaje sordo. Décadas después, La sombra del sol es la primera representación positiva de un personaje sordo, aprendiendo de los errores y las ausencias del pasado.
La interpretación Anyelo López es deslumbrante por su pureza y expresividad. Alex es un personaje tridimensional, no un anexo de su hermano ni alguien que debe darle una “lección de vida” al espectador. Sueña en grande, más que su hermano y, a través de momentos solitarios o en compañía, se dimensiona el trabajo de López para armar un personaje absorbente que prescinde de manierismos manipuladores.
La fotografía de Jose Duque es austera y contemplativa, creando planos hermosos con los paisajes acarigüeños. Resulta admirable que Ferrer apueste por el realismo ante el idealismo, sin temor a que la sombra de la amargura aparezca en la historia, permitiendo confrontar realidades venezolanas sin filtros hipócritas para idealizar el país.
Las debilidades de la película no van relacionadas con la simplicidad de la historia, sino con la tendencia a asomar tramas secundarias, que poco o nada aportan al argumento principal, y dejarlas inconclusas. Resulta artificial toda la sucesión de eventos que conducen a la presentación del concurso porque los personajes secundarios son desechables y acartonados, creados para sacar una sonrisa o una molestia pasajera.
Por su parte, aunque alardee sobre ser una historia de pasión musical y sueños frustrados, La sombra del sol se queda en lo trillado al retratar las pasiones y frustraciones de Leo. Carlos Manuel González da una actuación convincente que se ve perjudicada por diálogos pedestres que no dejan espacio a la comprensión profunda de las facetas de su vida.
La sombra del sol sigue los esquemas convencionales de películas sobre el viacrucis físico y emocional en la búsqueda de sueños. Su título metafórico plantea un cuento melancólico sobre fraternidad y esperanza en el que los horrores internos y externos amenazan por fulminar la luz. La simpleza es su mayor virtud, y con un espíritu nacionalista no condescendiente, transmite la belleza de buscar la propia libertad y sincerarnos con nuestra identidad, aunque implique escapar de territorios desperanzados.

Psicólogo desde 2018, cinéfilo de toda la vida. Se graduó en 2018 en Maracaibo, Venezuela. Tiene 24 años. Apasionado por el cine independiente y los documentales. Entre sus cineastas favoritos se encuentran Richard Linklater, Ken Loach, Kelly Reichardt, Michael Haneke y Céline Sciamma, los cuáles aprecia por su sinceridad y humanismo al entender a las personas con sus complejidades.
La película Boyhood (2014) le hizo darse cuenta de la capacidad de belleza que tiene el cine, aunque su fascinación por escribir y leer historias que le transporten a otros lugares viene desde su infancia. Le gustaría conocer cine de todas partes del mundo y especializarse en psicología clínica infantil, y quizá, algún día, escribir un guion inspirándose en sus ídolos del séptimo arte.