How to Build a Girl: una historia infantil de maduración
En dónde la puedes ver: pago por evento: Apple TV, Google Play, Amazon Video, Vudu, Xbox, Xfinity, Spectrum, DirectTV.
Directora: Coky Giedroyc
Elenco: Beanie Feldstein, Cleo, Paddy Constantine, Alfie Allen, Laurie Kynaston, Stellan Powell, Sarah Solemani, Chris O’Dowd, Emma Thompson.
País: Reino Unido
Más información de la película: https://www.imdb.com/title/tt4193072/
How to Build a Girl es engañosa. Lo que inicia como una adorable comedia de una niña desesperada por tener experiencias de vida, da un vuelco inesperado para convertirse en la historia de una joven lo suficientemente insoportable como para crear un vínculo empático con la audiencia. La primera película de Beanie Feldstein como la única protagonista termina siendo un fallo, aunque nos permite confirmar la gran estrella que tiene y su facilidad por adaptarse a un acento inglés marcado.
Al inicio, Johanna (Beanie Feldstein) es el sueño de cualquier creador buscando un personaje femenino prometedor e identificable: desesperada por ser escritora, Johanna – de 16 años – quiere aventuras y emoción. El hecho de que su único amigo en la escuela sea su hermano (Laurie Kynaston) y que en casa solo hable con recortes de personajes inspiradores – las hermanas Brontë, Sigmund Freud, Jo March, Cleopatra, Elizabeth Taylor, Sylvia Plath, Julie Andrews – no marca buen augurio para sus planes ambiciosos de popularidad y ovación social.
Todo cambia cuando responde a un anuncio de un periódico pidiendo críticos de rock – ah, qué sencilla era la vida en 1993. A pesar de ser una mujer adolescente, su encanto y entusiasmo son suficientes para cautivar a todo el staff masculino de la revista, y pronto Johanna se encuentra asistiendo a conciertos y descubriendo un lado que nunca había explorado de la música.
Hasta aquí todo va bien. El problema empieza cuando la sensatez y maduración que Johanna había demostrado a lo largo de la película se va por la ventana. Después de ser criticada por actuar como una adolescente emocionada – lo cual es, ¡¿cuál es el problema con eso?! – Johanna adopta una actitud grosera y villanesca. Si la única manera de ser exitoso en el mundo de la crítica musical es siendo ofensiva, que así sea.
De esta forma, Johanna se esfuerza por ser reconocida en el mundo de la música inglesa como la crítica cruel que ataca a los músicos por su físico y atuendos, dejando de lado sus aportaciones musicales. También, adopta una actitud invencible e hiriente no solo hacia la comunidad musical, sino hacia su familia – incluyendo su padre wannabe cantante (Paddy Considine), su madre con depresión postparto (Sarah Solemani), y su crush musical, quien por cierto es un encanto, John Kite (Alfie Allen).
A pesar de que la última hora de la cinta se vuelve insufrible, se puede encontrar una característica rescatable. La película tiene opiniones severas sobre el mundo de crítica del entretenimiento dominado por hombres blancos con complejo de almas torturadas y con un privilegio dominante y sexista.
Al final del día, queda claro que Johanna intenta abrirse camino en una industria abrumadoramente masculina, y su mirada única juvenil y femenina es la primera víctima de su nuevo trabajo. Aunque al final de la película ha pasado por un proceso de maduración, esta conclusión no proporciona una lección satisfactoria en relación con los críticos tóxicos. Únicamente tenemos un momento enojado y honesto de parte de ella que los pone (momentáneamente) en su lugar, y su decisión al respecto no es satisfactoria, pero sí realista.
Con actuaciones diluidas y reaccionarias debido a la presencia magnética y escandalosa de Feldstein (lo digo como cumplido, pues su personaje es extrovertido y seguro de sí mismo que no cualquiera podría lograrlo), la película puede causar agobio y cansancio mental. Además, hay un personaje secundario ligeramente destacable, y ese es el de Alfie Allen (bien conocido por su papel de Theon en Game of Thrones), quien interpreta a cantante torturado – pero adorable – que crea un lazo especial con Johanna.
Sin embargo, este personaje resulta fantasioso e irrealista, más como una ilusión de la escritora Caitlin Mora que como una fiel personificación de una persona de carne y hueso. La cosa se vuelve ridícula al considerar que supuestamente él es el artista pop del momento. ¿De verdad existe un hombre cariñoso, respetuoso, profundo, atormentando, delicado y enamorado de una adolescente egocéntrica y egoísta? Sí, claro.
Esto nos lleva al punto final de incredulidad. Nuestra protagonista tiene 16 años. ¿Se supone que creamos que nuestro personaje principal se vuelve una crítica estrella e influyente de rock, una rompecorazones con una vida sexual *muy* activa, el amor prohibido de un cantante exitoso y la acreedora del premio “Asshole of the year” por crear caos en el mundo de la música inglesa en un lapso de meses?
Esta y otras ridiculeces en la historia, así como una protagonista insoportable, hacen que How to Build a Girl funcione únicamente por 20 minutos. Después es una pesadilla escandalosa e inverosímil.
Originaria de la Ciudad de México, Alessandra considera al cine como su gran amor. Fanática empedernida de Paul Newman y La Momia (1999), y dueña de una facilidad envidiable para aprenderse diálogos innecesarios para la vida real, en 2017 fundó Palomita de maíz. Aquí escribe constantemente sobre cine y televisión. También pueden encontrar sus palabras en sitios como InSession Film, Filmotomy, Cherry Picks y Screen Queens.