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Mass (Sundance 2021): el perdón y la reconciliación se encuentran en la reconstrucción del tejido social

Escrito el 31 enero, 2021 @Kenny_DiazPR

Dirección y guion: Fran Kranz.

País: Estados Unidos.

Elenco: Jason Isaacs, Martha Plimpton, Reed Birney, Ann Dowd.

Palomómetro:

Más información de la película: https://www.imdb.com/title/tt11389748/

Jason Isaacs y Martha Plimpton en Mass de Fran Kranz, selección oficial de la sección de Premieres del Festival de Cine de Sundance 2021. Cortesía del Institute Sundance | fotografía de Ryan Jackson-Healy.

El tema del duelo aparece continuamente en las narrativas fílmicas. Especialmente en las temporadas de premios, las películas que retratan el dolor ante la pérdida de un ser querido se hacen sentir con fuerza. Casi siempre se enfocan en padres que han perdido a un hijo. Piensen en Monster’s Ball (2001), In the Bedroom (2001) o Rabbit Hole (2010). 2020 no ha sido la excepción. El tema del duelo aparece en Wander Darkly, Promising Young Woman, Pieces of a Woman, Let Him Go y Nomadland, entre otras. Interesantemente, en estas cintas predomina la perspectiva de un personaje principal femenino y se alejan de la narrativa convencional de padres que sufren la muerte de un hijo (a excepción de Let Him Go).

Es un tema complejo por las maneras tan diferentes en que los seres humanos manejamos experiencias trágicas y expresamos el dolor ante una pérdida, por lo cual estas narrativas suelen ser ricas en significado con impactos diferente en la audiencia. Mass, la cual ha tenido su estreno en el Festival del Cine de Sundance 2021, marca un punto interesante en la representación de este tema y se posiciona como una de las películas a tener en cuenta para la temporada de premios del próximo año.

La ópera prima del actor Fran Kranz presenta la historia de dos parejas de padres que se reúnen para tener una larga e intensa conversación que, entre muchas otras cosas, es conducida precisamente por sentimientos de duelo. Por un lado, Jay (Jason Isaacs) y Gail (Martha Plimpton) perdieron a su hijo en un tiroteo masivo en una escuela. Por otro lado, Richard (Reed Birney) y Linda (Ann Dowd) son los padres del perpetrador de la masacre.

Ann Dowd and Reed Birne en Mass de Fran Kranz, selección oficial de la sección de Premieres del Festival de Cine de Sundance 2021. Cortesía del Institute Sundance | fotografía de Ryan Jackson-Healy.

Kranz construye de manera inteligente la tensión desde los primeros momentos en los que una humilde iglesia episcopal se prepara para recibir a los padres. Una vez dentro de la sala, con una mesa en el centro y un Cristo crucificado en la pared (como viendo a los padres), inicia la conversación que nos mantiene al borde de un infarto.

Es interesante ver las actitudes diferentes que asumen los personajes a través de la conversación. En un principio, Gail se muestra dura, como intentando sobrellevar la situación, pero sin entender exactamente lo que está haciendo allí o sin creer que servirá de algo. Jay se muestra gentil y calmado, pero a la vez nervioso y titubeante, con una rabia contenida intentando escapar. Por su parte, Richard parece ser el más sobrio de los cuatro, cuidando cada una de sus palabras. Linda, quien se presenta con un arreglo floral para Gail, es la más expresiva, a veces inoportuna, y la primera en romper en llanto.

La conversación eventualmente se torna áspera cuando Gail (y en menor medida Jay) comienzan a presionar a Linda y Richard para que les den una explicación de lo que sucedió y de por qué su hijo hizo lo que hizo. ¿Se pudo haber evitado esta tragedia? ¿El chico daba señales de ser una persona violenta que sus padres no fueron capaces de ver? ¿Necesitaba ayuda y sus padres no se la brindaron? ¿Lo creían capaz de hacer algo así? ¿Les sorprendió lo que sucedió o lo vieron venir?

Jason Isaacs, Martha Plimpton y Breeda Wool en Mass de Fran Kranz, selección oficial de la sección de Premieres del Festival de Cine de Sundance 2021. Cortesía del Institute Sundance | fotografía de Ryan Jackson-Healy. 

Mientras Richard intenta limitarse a los hechos del caso y los reportes médicos de la salud mental de su hijo, Linda navega entre pequeños detalles y momentos en los que sintió que su hijo era distante y retraído, pero nunca un asesino potencial. Ambos padres se enfrentan a los sentimientos de culpa al saber que hay un daño en las vidas de muchos que ellos no podrán reparar, pero a la vez se encuentran en una situación muy difícil al tener que elegir entre autoflagelarse por lo sucedido o defender que hicieron todo lo que estuvo en sus manos para ayudar a su hijo.

Jay y Gail deben enfrentarse a la falta de respuestas enteramente convincentes, no porque Linda y Richard no estén diciendo la verdad, sino porque semejante tragedia nunca tendrá una explicación satisfactoria. Nadie sabrá lo que significó para ellos perder a su hijo en semejantes circunstancias. De igual modo, nadie entenderá lo que significó para los otros padres saber que su hijo cometió semejante acto y enfrentar un juicio público (a veces violento) por ello, lo que recuerda a We Need to Talk About Kevin (2011).

Mass surte su efecto devastador gracias a sus cuatro actores, quienes manejan las distintas capas de sus personajes con maestría. Especialmente las actuaciones de Ann Dowd y Martha Pimpton son desgarradoramente hermosas. Jason Isaacs, uno de los villanos más sensuales del cine, brilla con una actuación que habla fuerte y claro de la fragilidad del ser humano en tiempos de crisis. Reed Berney no tiene momentos tan emocionales como sus compañeros de escena, pero ello no le impide brillar con una actuación honesta y comedida.

Ann Dowd en Mass de Fran Kranz, selección oficial de la sección de Premieres del Festival de Cine de Sundance 2021. Cortesía del Institute Sundance | fotografía de Ryan Jackson-Healy.

Aun así, no es una cinta que destaque únicamente por las actuaciones. A pesar de ser una pieza de trabajo que por razones obvias se siente muy apropiada para el teatro, fluye y resulta accesible gracias a unos diálogos brillantes y pulidos, así como a la construcción inteligente de su atmósfera, desde el plano físico (el encierro entre cuatro paredes), hasta el plano psicológico (el encierro emocional de los personajes).

Me parece notable el hecho de que Kranz no recurre a una fórmula tradicional para este tipo de trama: flashbacks. A diferencia de The Dinner (2017), otra cinta que gira alrededor de una conversación de padres sobre un asunto terrible que involucra a sus hijos, en Mass todo lo relacionado al caso lo conocemos a través de los diálogos y las perspectivas de los padres. Los hijos, ni la víctima ni el victimario, están ahí para decirnos algo.

Al final, Mass no es una película para juzgar (ni siquiera mirar) las acciones del otro, sino para vernos a nosotros mismos reflejados en el dolor ajeno. Un filme valiente y honesto que busca provocar una conversación seria sobre el control de armas y la salud mental, pero especialmente sobre el perdón y la reconciliación como herramientas para reconstruir el tejido social.

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