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Judas and the Black Messiah (Sundance 2021): Shaka King presenta una historia maestra de activismo y traición

Escrito el 2 febrero, 2021 @alessandra_kr

Director: Shaka King

Guionistas: Will Berson, Shaka King. Historia: Keith Lucas, Kenneth Lucas.

País: Estados Unidos.

Elenco: Daniel Kaluuya, LaKeith Stanfield, Jesse Plemons, Dominique Fishback, Lil Rey Howery, Martin Sheen.

Palomómetro: 

Más información de la película: https://www.imdb.com/title/tt9784798/

LaKeith Stanfield y Daniel Kaluuya en Judas and the Black Messiah de Shaka King, selección oficial de la sección de Premieres del Festival de Cine de Sundance 2021. Cortesía del Instituto Sundance | foto de Glen Wilson.

El 4 de diciembre de 1969, Fred Hampton – presidente del capítulo de Chicago del Partido Pantera Negra – murió asesinado durante una redada nocturna de su departamento. Judas and the Black Messiah de Shaka King presenta la teoría – generalmente reconocida– de que murió a manos del FBI y la policía local. La película se desarrolla en los meses que llevaron a su homicidio desde los ojos de William O’Neal, hombre reclutado por la agencia federal para infiltrarse en la organización política.

Más allá de funcionar como recurso histórico que invita a la investigación más extensa sobre los hechos y a una reflexión sobre nuestra educación y aceptación de la Historia que se nos ha inculcado, Judas and the Black Messiah (excelente título, por cierto), resulta ser un excelente producto cinematográfico que hace buen uso de la tensión y el conocimiento anticipatorio del final inevitable para involucrarnos y mantener nuestra atención.

Shaka King inicia y concluye la película con un recurso efectivo que ofrece más fuerza a lo visto a lo largo de poco más de dos horas: metraje real de los hechos relacionados con Fred Hampton, su papel en las Panteras Negras y una entrevista – la única que llegó a dar – del verdadero O’Neal sobre su papel en el derrumbe del líder revolucionario.

LaKeith Stanfield y Jesse Plemons en Judas and the Black Messiah de Shaka King, selección oficial de la sección de Premieres del Festival de Cine de Sundance 2021. Cortesía del Instituto Sundance | foto de Glen Wilson.

Cuando conocemos a O’Neal (LaKeith Stanfield) en la película, es un ratero que se hace pasar por agente del FBI para robar vehículos. En su último intento, las cosas no salen conforme al plan y termina siendo interrogado por un agente verdadero, Roy Mitchell (Jesse Plemons), quien le da dos opciones, o se infiltra en el Partido o se enfrenta a cargos que lo podrían mantener en la cárcel por más de cinco años.

Por su parte, Fred Hampton (Daniel Kaluuya) es introducido como un activista dando un discurso ante estudiantes universitarios. Puede que sus palabras sean duras y crueles para los que no encajan perfectamente con su visión, pero no se puede negar la motivación que siente e inspira en los demás. Pronto, O’Neal se infiltra en el grupo y con una omnipresencia bien recibida, se vuelve parte del círculo cercano de Hampton.

Aunque al centro de la historia está la traición que bautiza la película, Judas and the Black Messiah invierte buena parte de su tiempo en reflejar los intentos ambiciosos de Hampton por unificar las múltiples pandillas en Chicago como parte de su revolución arcoíris. Al respecto, la película es un tributo bondadoso para el activista, aunque se recarga demasiado en la parte de “mesías” del título para caracterizar a Hampton. En esta historia, es más sencillo hallar a la figura legendaria y no a la persona de carne y hueso, pues entre sus defectos se pueden contar características como idealista, radical o confiado en un extremo, aspectos que van más con una figura intocable que con un hombre de 21 años.

Darrel Britt-Gibson, Daniel Kaluuya y LaKeith Stanfield en Judas and the Black Messiah de Shaka King, selección oficial de la sección de Premieres del Festival de Cine de Sundance 2021. Cortesía del Instituto Sundance | foto de Glen Wilson.

Esta crítica va dirigida específicamente al guion a cargo de Will Berson y Shaka King, pues el personaje traído a la vida por Kaluuya es, sin duda, la parte más electrificante de la película, logro admirable al considerar que está rodeado por uno de los mejores elencos del año. Ya sea ofreciendo discursos inspiradores – en uno la pasión y vibración del momento se contagia a través de la pantalla – o en momentos silenciosos de reflexión y timidez, Kaluuya ofrece una actuación magistral encubierta por sus gestos, el acento, su entonación y el manejo de su cuerpo.

Mientras que Kaluuya apantalla en el papel llamativo, Stanfield domina en el rol discreto, pero explosivo de O’Neal. Quizá uno de los personajes más complicados de interpretar por su naturaleza traicionera, Stanfield presenta a un hombre seducido por el poder, alzado por logros superficiales y preocupado por la ansiedad de ser descubierto. Aunque sería sencillo pintar a O’Neal como un hombre simplemente malvado, Stanfield se esfuerza en darle matices que se empalman satisfactoriamente con su autopercepción ilusoria que observamos en el metraje real del hombre.

Tanto Jesse Plemons como Dominique Fishback brillan en sus roles pequeños, pero fundamentales para la historia. Plemons vende ideas racistas e intolerantes que bien han definido a las instituciones públicas estadounidenses por años. En Mitchell presenta un papel espeluznante por su pasividad letal y calma calculada.

Daniel Kaluuya, Ashton Sanders, Algee Smith, Dominique Thorne y Lakeith Stanfield en Judas and the Black Messiah de Shaka King, selección oficial de la sección de Premieres del Festival de Cine de Sundance 2021. Cortesía del Instituto Sundance | foto de Glen Wilson.

Fishback, por su parte, brilla como la mujer ingenua, pero perspicaz que influye a Fred Hampton con su poesía y su fe ciega en la causa. Una vez que desarrollan una relación, Fishback encapsula el dolor de querer a alguien que está dispuesto a sacrificarse por la revolución.

Aunque las actuaciones son gran parte de la razón del éxito de Judas and the Black Messiah, las partes técnicas merecen veneración por igual. La música, que incluye notas de jazz, funk y tambores, crea una atmósfera de rotundidad. Los sonidos drásticos se presentan en los momentos definitorios de las vidas de los personajes, haciendo doblemente inquietante lo que vemos en pantalla. A su vez, las composiciones originales a cargo de Craig Harris y Mark Isham aparecen en momentos clave de manera discreta e insidiosa, elevando la tensión del momento.

La edición a cargo de Kristan Sprague es la clave para que la figura de Fred Hampton resulte tan asombrosa y emotiva. El encuentro de una edición precisa con una actuación incendiaria de Kaluuya son suficientes para encender las pantallas. Por último, el guion ofrece quizá el mayor contraste de resultados. Mientras que en momentos se aleja innecesariamente de Hampton y O’Neal para seguir a figuras menores de las Panteras Negras, lo compensa con discursos, conversaciones y diálogos que plasman la mentalidad revolucionaria y altruista del movimiento.

Judas and the Black Messiah es un logro cinematográfico. Cimentada en actuaciones monumentales y un tono que celebra los logros y sueños revolucionarios de Fred Hampton y el Partido Pantera Negra, la película ofrece suficientes momentos de tensión, indignación e inspiración como para volverse un estandarte en estos momentos definitorios de la lucha racial y social en Estados Unidos.

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