El juego del calamar: un juego inmersivo de supervivencia
Disponible en:
Creador: Hwang Dong-hyuk.
Elenco: Lee Jung-jae, Jung Hoyeon, Wi Ha-joon, Park Hae-soo, Heo Sung-tae, Kim Joo-Ryung, Oh Yeong- su, Anupam Tripathi.
Duración: 9 episodios de entre 30 y 60 minutos cada uno.
País: Corea del Sur.
Palomómetro:
Más información de la serie: https://www.imdb.com/title/tt10919420/

Corea del Sur ha dominado las pantallas con narrativas interesantes e historias innovadoras que, a pesar de caer en algunos lugares comunes, distan mucho de los clichés que por años han alimentado a las narraciones hollywoodenses. En este caso, El juego del calamar presenta un juego de supervivencia que brilla principalmente por sus protagonistas.
La historia gira en torno a Seong Gi-Hun (Lee Jung Jae), un hombre de mediana edad que depende económicamente de su madre, está lleno de deudas y tiene la costumbre de apostar. Un día en la estación de trenes es abordado por un hombre que le entrega una tarjeta con la que podrá participar en una serie de juegos infantiles, en los que ganar podría significar el fin de su ruina económica y perder equivaldría a la muerte. Gi- Hun, que para este punto no tiene nada que perder, se dispone a jugar.
A lo largo de nueve capítulos los espectadores conocen personajes que, aunados a sus historias y motivos por los que están participando en el juego, provocan empatía. Ali (Anupam Tripathi) es un trabajador con una familia que mantener al que llevan meses sin pagarle. Sae Byeok (Jung Hoyeon) huyó de Corea del Norte junto con su hermano y busca sacar al resto de su familia. Este involucramiento emocional hace que la experiencia del visionado adquiera notas diferentes a las del morbo de ver a gente muriendo de maneras ingeniosas en un festival de sangre.

El diseño de producción y la fotografía le suman puntos a la experiencia, pues los escenarios, que en ocasiones se sienten claustrofóbicos y atrapantes, contrastan con colores que hacen hincapié en que los juegos son los mismos que tradicionalmente juegan los niños coreanos.
La serie dista mucho de ser perfecta, pues en ocasiones se alarga en subtramas innecesarias que parecen no llevar a ninguna parte, como aquella que involucra a un detective (Wi Ha-joon). Para los espectadores que no acostumbran a consumir producciones de este parte del mundo, algunos momentos y actuaciones pueden resultar caricaturescos y chocantes.
Si bien no es la primera vez que en la pantalla se muestran conceptos similares (Battle Royale de Kinji Fukasaku, Alice in Borderland de Shinsuke Sato o Escape Room de Adam Robitel), lo cierto es que El juego del calamar brilla por las actuaciones y su diseño de producción, en el que, con cada cuadro, regala una experiencia inmersiva que promete enganchar a los espectadores hasta el último de sus capítulos.

Brenda Garrido es una recién graduada en lingüística y literatura hispánica que poco a poco intenta descubrir el rumbo de su vida. En este intento extraño y lleno de caminos discordantes se ha encontrado escribiendo un poco sobre la vida, algunas cosas de ficción, pero sobre todo, de cine, al cual considera uno de sus amores eternos.