El año de la plaga (Macabro 2022): comedia terrorífica que divierte a pesar de sí misma
Dirección: Carlos Martín Ferrera.
Guion: Ángeles Hernández, Miguel Ibáñez Monroy, David Matamoros, Marc Pastor, basados en la novela de Marc Pastor.
Elenco: Iván Massagué, Ana Serradilla, Miriam Giovanelli.
Países: España, México, Bélgica.
Palomómetro:
Más información de la película: https://macabro.mx/2022/pelicula/el-anio-de-la-plaga/

La inauguración de Macabro, Festival de Cine de Horror de la Ciudad de México en su 21ª edición llegó de la mano de El año de la plaga, una coproducción mexicana-española-belga que, más que un remake de Invasion of the Body Snatchers (Don Siegel, 1956), como lo fuera la versión dirigida por Philip Kaufman de 1978, se trata de una película juguetona que, mediante referencias metatextuales, satiriza la premisa de una invasión de duplicadores de cuerpos de la misma forma que Edgar Wright lo hiciera con el género de zombis en Shaun of the Dead (2004).
Aquí, Víctor (Iván Massagué) se repone de una ruptura con Irene (Ana Serradilla), por lo que sus amigos de la oficina le instan a salir con Lola (Miriam Giovanelli), pero todo el proceso es interrumpido por la aparente sustitución de los humanos por dobles que, a pesar de su idéntica imagen, no muestran emoción alguna. Víctor e Irene forman una precaria alianza, aprovechando el conocimiento de él de la película de 1956 y los conocimientos médicos de ella para advertir a sus amigos cercanos sobre la amenaza de ser reemplazados, descubriendo a cada paso que no es posible confiar en ninguno de ellos.
El filme tiene como objetivo la comedia y en segundo plano el suspenso de la aparente invasión, así que es necesario tomarlo como tal. En ese aspecto sale avante gracias a la química entre los protagonistas, sobre todo entre Massagué y Serradilla, siendo aquel el principal instigador de las situaciones debido a su estatus de perdedor, su torpeza y depresión insuperable. Ella, por su parte, le imprime un sello inconfundiblemente chilango a los momentos de mayor tensión, arrancando mayores risas cuando imita el acento barcelonés del resto del elenco (como latinoamericano, sigo pensando que las películas ibéricas deberían subtitularse). Massagué hace que Víctor pase de un enclenque depresivo a un determinado líder hacia el final, haciéndolo con vigor y brío.
Tal vez uno de los aspectos más curiosos de El año de la plaga radica en que le da el tratamiento de sátira de género a uno que no existe, pues se limita a dos películas. A diferencia del género de zombis, que tiene miles de entradas a lo largo de más de 50 años, la premisa de Invasion of the Body Snatchers no tiene consolidadas las convenciones de la misma manera que el subgénero de zombis las tiene. Es decir, queda la impresión de que la sátira no tiene tela de donde cortar. A pesar de ello, hace un trabajo competente y en general la película resulta entretenida debido a la tensión entre el triángulo romántico de Víctor, Irene y Lola (que se resuelve en una catártica, cómica y cruenta escena) y por el suspenso de cómo van a sobrevivir sin ser duplicados. Al final, uno siente que el filme le debe más a la química entre Massagué y Serradilla, y a la actuación de aquel, que a otra cosa.
El año de la plaga no presenta nada que no hayamos visto antes, pero lo hace con soltura y ganas de entretener. El desarrollo de personajes a menudo se queda corto, sobre todo en cuanto a la relación de Víctor e Irene, que se despacha en un monólogo recriminatorio, pero que no se ve reflejado en su interacción, optando el director por apoyarse en la química entre los intérpretes. Asimismo, la comedia podría estar más afinada y, cómo lo hiciera Shaun of the Dead, podría utilizar con mayor ahínco la comedia visual, que tiene sus momentos, pero el peso se encuentra en definitiva en los diálogos repletos de sarcasmo.

J. Alejandro Becerra es un cinéfilo de opiniones controvertidas. Fundamentalista de Scorsese, se decanta por el cine hollywoodense, pero se empeña por descubrir películas de alrededor del mundo. Aunque estudió Historia en la universidad, le encantaría dedicarse a escribir sobre cine de tiempo completo. No se pierde los Óscares aunque le diga a todos que los odia. Entre sus películas favoritas están Rebecca, Carol, Cléo de 5 à 7, Casino y The Tree of Life. No lo admitirá, pero llora cada vez que mira el final de Porco Rosso. Es un ferviente fanático de Jessica Chastain y Oscar Isaac, y cuenta los días para verlos ganar sus Óscares. Actualmente se dedica a discutir en Twitter con extraños y a aprender sobre marketing digital.