Cola de tigre: Alan Yang plasma el precio de perseguir el sueño americano
En dónde la puedes ver: Netflix
Director: Alan Yang
Elenco: Christine Ko, Tzi Ma, Joan Chen, Hayden Szeto, Lee Hong-Chi, James Saito, Margot Bingham, Jessica Gomes, Yang Kuei-mei.
País: Estados Unidos
Más información de la película: https://www.imdb.com/title/tt8902948/
Cola de tigre presenta la historia desencantada y realista de muchos que se van a Estados Unidos en busca del sueño americano. Basada en la historia de los padres del director y escrito de la película – Alan Yang –, Cola de tigre intenta reconciliar la historia de una persona dividida en dos por los sueños y la cruda realidad. Al respecto, nos invita a hacer una reflexión sobre lo que tenemos, lo que deseamos y lo que al final conseguimos. Pero ¡aguas! La lección puede ser deprimente.
Desarrollada en dos cronologías, en la sección del pasado, conocemos a Grover (Tzi Ma), un joven taiwanés que decide abandonar su país e irse a Estados Unidos. Esto es posible a través del financiamiento por parte de su jefe a cambio de que se case con su hija Zhenzhen (Kunjue Li). Antes de esto, Grover debe terminar la relación amorosa con Yuan Lee (Yo-Hsing Fang), amiga de la niñez.
La sección del presente se encuentra con un Grover (Tzi Ma) viejo y amargado. Poco a poco conocemos que la relación con su familia, incluyendo su esposa Zhenzhen, su hija Angela (Christine Ko) y un hijo que nunca aparece en pantalla está dañada por su incapacidad de conexión y su extrema dureza. Ahora, al final de su vida, es cuando Grover abre los ojos y comienza a digerir su actitud ante la vida.
A través de saltos en la historia aprendemos más sobre la vida de Grover y de cómo se transforma en un hombre completamente diferente a lo que era de joven. Aunque sus intenciones de prosperidad y mejora lo impulsaron a irse a Estados Unidos, el desgaste emocional y la barrera de decepción con la que se golpea lo va cambiando poco a poco.
Esta película fortalece la idea de que los hijos de padres migrantes nunca serán igual de interesantes que éstos, pues el valor, la decisión y la fortaleza para dejar todo atrás por una posibilidad de vida no son cosas sencillas de realizar, más cuando esto significa abandonar a un ser amado o a los familiares que conforman el hogar. La gran división generacional entre padres e hijos se siente de manera agobiante en esta historia.
Con bonitas imágenes de la Taiwán rural, así como con un guiño imperdible de la inigualable In the Mood for Love (2000), esta película nos permite ver a una sociedad que normalmente no es capturada en el lente estadounidense. De hecho, el hecho de que la cinta maneje diálogo taiwanés, chino e inglés le da un aire de autenticidad y realismo. La película brilla más durante su estancia en el escenario taiwanés.
A pesar de que la película tiene la buena intención de presentar una historia conmovedora que bien podría aplicar a cualquiera que sueña con un cambio de vida, la manera en que lo cuenta no es tan efectivo como el mensaje. Torpe y sin un ritmo que involucre al espectador, es más sencillo apreciar la historia como sinopsis que como producto final. Es más, el espectador debe adivinar mucho de lo que no sucede para no perder el interés, en especial al brincar al presente, demostrando grandes huecos en el guion.
El hecho de que el personaje de Grover cambie hasta convertirse en el villano de su propia historia – quien no logra entablar relaciones positivas con su esposa o hijos – resulta ser una moraleja agridulce. A pesar de esto, Cola de tigre trata con cuidado a sus personajes – incluso cuando estos no lo merecen – ofreciendo un último acto de compasión.
Esta película funciona como un buen punto de partida para la discusión de la otredad y la dificultad de adaptación en un mundo desconocido – en especial cuando los sueños de la juventud no se vuelven realidad y costó mucho intentar realizarlos. Aun así, este mensaje llega con un castigo, pues Cola de tigre se siente lenta y torpe en momentos, amenazando el introspectivo mensaje que tiene por ofrecer.
Originaria de la Ciudad de México, Alessandra considera al cine como su gran amor. Fanática empedernida de Paul Newman y La Momia (1999), y dueña de una facilidad envidiable para aprenderse diálogos innecesarios para la vida real, en 2017 fundó Palomita de maíz. Aquí escribe constantemente sobre cine y televisión. También pueden encontrar sus palabras en sitios como InSession Film, Filmotomy, Cherry Picks y Screen Queens.
A mí me pareció una película hermosa, realmente sabe dónde darte duro y puedes ver a tus padres en ellos, aún cuando no sean inmigrantes ni nada por estilo, sino simplemente jóvenes de décadas pasadas dónde el mundo, las personas y las relaciones eran otras y también tomaron desiciones similares llevándolos a situaciones similares y relaciones con su familia también similares… los actores me encantaron igual que la ambientación y la música. Es verdad que por momentos es lenta, pero la historia realmente te revuelve por dentro y te hace plantear muchas cosas… Me ha gustado mucho