Ana y Bruno: animación mexicana de clase mundial
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Director: Carlos Carrera
Elenco vocal: Marina de Tavira, Damián Alcázar, Héctor Bonilla, Silverio Palacios, Mauricio Isaac, Julieta Egurrola, Ricardo Esquerra y Regina Orozco.
País: México
Duración: 96 min
Más información de la película: https://www.imdb.com/title/tt1183352/
Ana y Bruno es una película basada en el popular libro Ana, de Daniel Emil. La cinta fue dirigida por Carlos Carrera (El crimen del padre Amaro [2002]) y estuvo nominada a tres Premios Ariel: i) Música original, ii) Largometraje de animación y iii) Guion adaptado, de los cuales ganó el de largometraje de animación.
La película, ambientada en el México de los años 40s, narra las aventuras de Ana, una niña que, junto a su madre, es llevada a una casa melancólica a las orillas del mar. Posteriormente aprendemos que ésta es en realidad un hospital psiquiátrico.
En este apartado lugar, Ana encuentra que su soledad es compartida con toda clase de seres mágicos, los cuales viven ahí, en particular un pequeño duende o aluxe llamado Bruno. Cuando su madre sufre un ataque, Ana huye de la casa junto con sus amigos para buscar ayuda. Así pues, nos es posible apreciar múltiples escenarios durante la cinta, incluyendo la ciudad, el campo y el mar.
Ana y Bruno mezcla acertadamente el terror, la comedia y el drama en un fórmula arriesgada, pero intrigante para el cine infantil. La cinta fue duramente criticada por algunos padres de familia que la consideraron no apta para niños justamente por la mezcla de géneros y sus temáticas fuertes. Lo cierto es que la cinta muestra una perspectiva profunda y diferente de las enfermedades mentales, la amistad, la fuerza y de cómo a los niños se les debe presentar la realidad pura, pues son más fuertes de lo que creemos.
Cabe la pena señalar que este largometraje es considerado la animación más cara realizada en el país, y no por cubrir los sueldos de las personalidades que le dan voz a los personajes –hecho común para las películas animadas–, sino por la calidad de la animación y lo innovadora que es la propuesta para una producción mexicana (creada por Altavista Films, Lo Coloco Films, Ítaca Films y Ánima Estudios).
Esta cinta es importante en la cinematografía nacional por varias razones, pues augura un cambio en el cine infantil mexicano:
- En principio de cuentas, la calidad de su animación rivaliza con otras películas que se realizan a nivel internacional. Quizá no con Pixar, productora que pertenece a otra categoría tanto por su enorme presupuesto como por su constante innovación, pero sí con Blue Sky Studios (La era de Hielo, Río, Horton y el Mundo de los quién) o con Sony Pictures Animation (Hotel Transilvania). Haber desarrollado esta producción en México abre la puerta a muchas otras cintas mexicanas de animación que necesitaban a un equipo que demostrara la posibilidad de realizar cintas de este tamaño en territorio mexicano.
- Ana y Bruno muestra un tema complicado como son las enfermedades mentales, y lo hace, en la medida de lo posible, de forma divertida y esperanzadora. En ningún momento subestima a sus espectadores. La película promueve la idea de que lejos están los tiempos en que las caricaturas de niños debían ser simplonas y sin profundidad, muy al estilo de Coco, Cómo entrenar a tu dragón o Intensa Mente.
Independientemente de estos hitos, la cinta también destaca por su gran vocal, auxiliados por diálogos divertidos y bien pensados. Estos detalles son elementos que el espectador adulto agradece enormemente. En lo que respecta al reparto, destacan los siguientes actores:
- Galia Mayer, como Ana, realiza un trabajo excepcional en cuanto al timbre de su voz, la tesitura de sus emociones y la franqueza de sus gritos. Seriamente considero que esta cinta será la primera de muchas para esta joven y talentosa actriz.
- Héctor Bonilla como el Dr. Mendez, el villano de la cinta, quien es aterrador y divertido.
- Marina de Tavira y Damián Alcázar como los padres de Ana cumplen también con creces su papel, que, aunque son menores, muestran todo un rango de voces y emociones.
Pese a todo lo bueno de la cinta, hay elementos que no son del todo armónicos. Carrera se arriesga demasiado e incluye a muchos más personajes de los que es factible manejar en una cinta infantil. Hay tantos amigos mágicos con historias tan variadas que es imposible mostrar interés por todos, por ejemplo, me hubiera encantado tener el tiempo para explorar con mayor atención la historia de Rosi, de Risas o de Daniel.
A pesar de este excedente de personajes, Ana y Bruno es una película cumplidora, innovadora y emotiva que merece ser vista. No sólo provocará respuestas emocionales en su público, sino que también apuesta por marcar un antes y después en la animación mexicana. Otro gran éxito en la carrera de su director, Carlos Carrera.

Iván Paredes es economista, esposo, padre de familia y cinéfilo. Ha colaborado en múltiples blogs sobre pobreza, arqueología y su zona favorita de la ciudad de México, Tacubaya. Ha estado involucrado desde el inicio en Palomita de maíz, presentando sus opiniones sobre el estado del cine mexicano y la relación entre el cine y la economía. Fanático de las películas mexicanas e intentando ofrecer una mirada descubridora del cine latinoamericano, en sus planes futuros está grabar un corto. Entre sus cintas favoritas se encuentran Niños del Hombre (2006), Soylent Green (1973) y Macario (1960).