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Allen vs. Farrow: una serie documental irrecusable que es igualmente devastadora como perturbadora

Escrito el 21 febrero, 2021 @alessandra_kr

Disponible en: HBO Lat y HBO Go.

Directores: Kirby Dick, Amy Ziering.

País: Estados Unidos.

Duración: 4 capítulos de 1 hora cada uno.

Palomómetro:

Más información del documental: https://www.imdb.com/title/tt13990468/

Hace 29 años, el famoso y alabado director estadounidense Woody Allen fue acusado por su hija adoptiva de siete años, Dylan Farrow, de abusar sexualmente de ella. A partir de entonces, este caso ha estado sumido en la infamia y en el juego enfermo de “él dijo, ella dijo”, en el que prácticamente la carrera de Allen se mantuvo intacta (30 películas estrenadas desde entonces, ocho nominaciones al Premio Óscar y una victoria, así como apoyo indiscutible por parte de la comunidad cinematográfica), mientras que la carrera de Mia Farrow (madre adoptiva de Dyan) prácticamente desapareció y la credibilidad de la víctima se debilitó. En la corte pública, Allen ganó el caso.

A partir del movimiento MeToo se han comenzado a explorar múltiples casos de abuso por parte de hombres poderosos. Gracias a este movimiento, ya vimos una especie de justicia servida en abusadores como Harvey Weinstein y Bill Cosby, así como una caída de gracia de Kevin Spacey y Roman Polanski (en Estados Unidos). Incluso en los últimos años la apreciación pública de Allen ha ido en pique, aunque hay algunas figuras públicas que le siguen apoyando o dando el beneficio de la duda.

Una de las muchas cosas positivas que ha traído consigo este movimiento es el otorgamiento de voz a aquellos que no la tuvieron por mucho tiempo; la posibilidad de ofrecer la versión de los hechos por parte de las víctimas de los abusadores. En este caso en particular, la voz de Dylan Farrow se ha mantenido tenue y empañada. No obstante, con Allen vs. Farrow, la miniserie documental de HBO, esto cambia, pues Dylan toma la batuta. Ella es el centro de la historia y con sus propias palabras ofrece su versión de los hechos.

A través de cuatro capítulos de una hora, madre e hija exploran sin reservas la relación entablada con Allen, los eventos que rodearon el abuso sexual, el juicio mediático que desacreditó las acusaciones y la forma en que el director ha manipulado la narrativa por casi 30 años. La serie se ocupa por presentar un contexto sobre la historia privada de Farrow, la manera en que Allen y ella se conocieron y desarrollaron un vínculo, hasta la forma en que él poco a poco se involucró en la vida familiar de ella y sus nueve hijos adoptivos. Incluso antes de que se llegue al punto de la relación entre Allen y Dylan, queda claro que Allen es un patán egocéntrico (algo que queda claro al observar con ojo crítico su filmografía).

Hay que reconocer el momento idóneo en el que se presenta esta serie. Ya sea a través de metraje utilizado (incluyendo conversaciones privadas grabadas), o por los múltiples ajustes de cuentas que se han hecho en los últimos años en vida real y las redes sociales (el último siendo el movimiento de #FreeBritney a partir del documental Framing Britney Spears), es evidente la manera en que el orden misógino y machista ha sido esencial para el mantenimiento del poderío de hombres como Allen (y Justin Timberlake), mientras que las mujeres han salido apaleadas por la prensa.

Además de las acusaciones – que se exploran vastamente –, el documental también ofrece un vistazo duro de la campaña mediática en la que Mia Farrow fue situada como una mujer enojada y en una misión de venganza en contra de su exesposo que huyó con su hija adoptada Soon-Yi. A la vez que Allen vs. Farrow funciona como exposición del caso de abuso sexual, también es un método flagrante de exhibición de la élite política que evitó que Allen fuera juzgado, así como de los medios y artistas que se basaron en perspectivas misóginas para evitar lidiar con la caída del cineasta. Prácticamente, múltiples personajes e instituciones patriarcales tienen culpa innegable en casos como éste.

Al centro de todo esto, por supuesto, está Woody Allen. A través de entrevistas con personas allegadas a la familia, expertos del medio del entretenimiento, personajes involucrados en las investigaciones de los casos judiciales, e incluso pasajes de su autobiografía Apropos of Nothing, lanzada el año pasado, se presenta una perspectiva más íntima y condenatoria del cineasta.

Más allá de reflexionar sobre las acusaciones, el documental inspira una revisión exhaustiva de la persona y las películas e historias que lo han puesto en un pedestal cinematográfico (Manhattan es la película meritoria de más severidad). ¿Cómo separas la obra del artista? y ¿es justo hacer esta separación? Estas son algunas de las preguntas que Allen v Farrow invita a responder.

Kirby Dick y Amy Ziering – directores de la serie – ofrecen una ofensiva reforzada con el involucramiento de personajes clave en las investigaciones y juicios, así como por la exploración de aquellas “pruebas” que han sido utilizadas constantemente en la defensa de Allen. A través del uso de testimonios profesionales, así como de la revisión de las características de los hechos que constantemente se presentan en otros escenarios y en familias normales, Allen vs. Farrow no deja ningún cabo suelto.

Aun así, con todas sus victorias, la serie documental también tiende a caer en el melodrama y la sobreexposición de sus sujetos. Especialmente, el capítulo final presenta escenarios íntimos del proceso de sanación de Dylan que hacen cuestionar la decisión de mostrarlos en pantalla.

El hecho de que el documental ofrezca exclusivamente el punto de vista de madre e hija, y nunca el de Allen, Soon-Yi o Moses (hijo adoptivo de Farrow y Allen que ha salido a la defensa de su padre) puede ser otro punto de criticismo. No obstante, los directores de la serie dejan claro que estas personas rechazaron cualquier involucramiento. Aun así, y considerando que la versión de Allen es ampliamente conocida y disponible en Internet, es valioso escuchar la voz previamente silenciada de Dylan Farrow.

Allen vs. Farrow es una serie documental que causa malestar emocional no solo por los hechos relatados de abuso, sino porque también expone claramente la manera en que el pacto patriarcal sigue dictando la manera en que las mujeres y las acusaciones de abuso sexual son manejadas en los medios e instancias de justicia. Tampoco se puede ignorar la tragedia de tener que lidiar, como cinéfilo o amante del cine, con el hecho de que una figura tan querida y reverenciada como Allen tenga esta mancha tan abrumadora en su vida privada.

Considerando que el caso criminal nunca se llevó a cabo, ¿a esto ha llegado la falta de justicia? Dado que Farrow nunca vio la materialización de sus acusaciones en arrestos o juicios, ¿lo único que queda es un ajuste en el juicio mediático que siempre estuvo en su contra? Estas son preguntas con las que tenemos que lidiar conforme el mundo abre los ojos y poco a poco rompe el patriarcado en el que hemos vivido. Aunque esta información cause molestia o malestar en los espectadores, no se puede ignorar.

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