Loveless (Sin amor)
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Director: Andrey Zvyagintsev
Elenco: Maryana Spivak, Aleksey Rozin y Matvey Novikov
Palomómetro: 
Más información de la película: http://www.imdb.com/title/tt6304162/
Este fin de semana por fin llegó a carteleras mexicanas, Loveless (Sin amor), película que debutó en el Festival de Cannes el año pasado y en el cual se ganó el Premio del Jurado, además de que estuvo nominada en la edición pasada de los Óscars por Mejor película extranjera. La cinta, que una vez que termina te deja un sentimiento frío y desconsolador que parece no irse, inclusive cuando ya has dejado el cine, viene de la mente de Andrey Zvyagintsev, cineasta ruso reconocido por sus dramas agrios y políticamente críticos de la Rusia moderna (si están interesados en su filmografía, pueden ver Leviathan o The Return).
Loveless se centra en Zhenya (Maryana Spivak) y Boris (Aleksey Rozin), una pareja en medio de un divorcio que en verdad se desprecia el uno al otro. Después de escuchar una de sus discusiones hirientes y venenosas, su hijo, Alexey, huye. Consecuentemente, ambos deben soportar la presencia del otro y unir fuerzas en la búsqueda de su hijo desaparecido.
Zvyagintsev no pudo haber escogido mejor título, pues Loveless refleja claramente la falta de amor que existe entre los personajes principales: es evidente que Zhenya y Boris sienten desprecio mutuo, así como por la razón que los llevó a estar juntos, Alexey. Al inicio de la película se presenta la discusión catalizadora de la desaparición de Alexey, Boris quiere que Zhenya se quede con el niño y ella quiere mandarlo a un internado. Es evidente que ninguno de los dos lo quiere. Lo que no saben es que Alexey escucha esta discusión y el director capta los sollozos incontrolables de Alexey. No es posible que un niño de 12 años esté sumido en tanta tristeza y desesperación por culpa de la crueldad de sus padres.
El nivel de indiferencia y falta de amor que ambos sienten por su hijo es abrumador y desconcertante, por lo que el espectador entiende las razones por las que Alexey se esfuma. Este desamor se vuelve más claro cuando se presenta la rutina de Zhenya y Boris, quienes no recuerdan en ningún momento la existencia de su hijo. Ambos han empezado una nueva vida en la que no figura Alexey para nada: Boris con una novia joven que ya está embarazada, y Zhenya con un novio mucho más grande, a quien le dice que es la única persona a la que ama. Es hasta el día siguiente, cuando reciben una llamada de la escuela, que descubren que su hijo ha desaparecido.
A lo largo del resto de la película, Andrey Zvyagintsev retrata la búsqueda infructuosa por la que los padres pasan, incluyendo la frialdad e inefectividad por parte de la policía rusa hasta el involucramiento de una asociación civil de búsqueda de desaparecidos (el hecho de que exista este tipo de asociaciones en Rusia refleja el tipo de desesperación emocional en la que sociedad vive). Zvyagintsev captura la frialdad y tragedia de la trama: los colores utilizados son depresivos y grises; la banda sonora es desgarradora y estresante; y las tomas llegan a alargarse y retratar las emociones de los actores, así como a personajes secundarios que crean dudas y teorías entre los espectadores.
Tanto Maryana Spivak como Aleksey Rozin actúan extraordinariamente, pues es complicado representar a personajes tan desagradables y humanos. No obstante, la audiencia llega a sentir simpatía por su situación, aunque sea momentaneamente. En especial, hay una escena casi al final de la película que es realmente conmovedora y emocional, y que afecta debido a la actuación desgarradora de los personajes (no les digo cuál es para evitar spoilers, pero no se preocupen, la distinguirán fácilmente).
Loveless es una película depresiva e inconclusa, que no presenta el mejor lado de las personas y de Rusia, pues parece ser un reflejo de esa sociedad: Boris y Zhenya son fríos y egoístas que se preocupan por Alexey más por obligación que por amor real. Incluso en el momento más desesperante de su búsqueda no estás convencido de que en verdad lo quieran de vuelta. De hecho, después de la desgracia, no cambian.
Es posible que la discusión cruel que llevó a que Alexey escapara fueran puras palabras, dichas para lastimarse el uno al otro; no obstante, éstas tuvieron consecuencias irremediables y trágicas. Ahora, por fin tienen lo que querían, a costa de lo único que les tuvo que haber importado.
Originaria de la Ciudad de México, Alessandra considera al cine como su gran amor. Fanática empedernida de Paul Newman y La Momia (1999), y dueña de una facilidad envidiable para aprenderse diálogos innecesarios para la vida real, en 2017 fundó Palomita de maíz. Aquí escribe constantemente sobre cine y televisión. También pueden encontrar sus palabras en sitios como InSession Film, Filmotomy, Cherry Picks y Screen Queens.
Que triste, sin duda hay que ver la película.
¡Sí! Nos dices qué te parece.