La buena esposa: una mirada frustrante a la vida de un talento frustrado
Disponible en:
Directora: Björn Runge
Elenco: Glenn Close, Jonathan Pryce, Christian Slater, Max Irons.
País: Reino Unido, Suecia, Estados Unidos.
Duración: 100 min.
Más información de la película: https://www.imdb.com/title/tt3750872/
Tengo que reconocer que ya tiene un par de fines de semana que vi esta película; sin embargo, me ha dejado un sabor de boca tan amargo y conflictuado que todavía no estoy 100% segura de cómo me hace sentir. A pesar de que, por un lado, las emociones detrás de la cinta son distinguibles en la vida real; por el otro lado, las acciones consecuentes son desconcertantes, por lo que me cuesta trabajo sentir simpatía por los protagonistas de la película, en especial hacia la protagonista, lo cual se fortalece al considerar que puedo discernir algunos de sus conflictos en mi propia vida.La buena esposa es relevante para el ambiente de hoy, y por lo mismo, puede resonar a todo volumen entre aquellos que históricamente han sido infravalorados en el mundo laboral y creativo, con especial interés para las mujeres. La película narra la historia de Joan (Glenn Close), quien empieza a cuestionar sus decisiones de vida cuando su esposo, Joe (Jonathan Pryce), es galardonado con el Premio Nobel de Literatura. A lo largo de su estadía en Estocolmo, antes y durante el evento de premiación, la cinta nos enseña poco a poco los secretos de la pareja, así como el verdadero valor de cada uno de los esposos dentro de la familia, así como en la vida exitosa de Joe.
Esta película le pertenece a Glenn Close, pues esta legendaria actriz tiene control total de la historia y vemos todo lo que sucede a través de sus ojos. Inmediatamente sentimos simpatía por ella, aunque a lo largo de la cinta, esta complicidad se pierde, o al menos eso fue lo que me pasó a mí. La serenidad y frialdad con la que maneja todo es admirable; y a pesar de que es evidente que esto es la forma en que ella lidia con los rencores que tiene hacia su marido, es perturbador la forma en que se controla y no cede ante sus instintos. Se siente que Joane es una bomba a punto de estallar, aunque nunca estalla por completo.De hecho, esta cinta, y la actuación de Glenn Close, me recuerda a 45 years (2015), drama con un conflicto vagamente similar con una actuación igual de destacable por parte de Charlotte Rampling. Ambas cintas presentan lo que un matrimonio de años puede representar para la parte de la relación insatisfecha y subestimada. En algún momento simplemente todo se vuelve demasiado para soportar y los rencores del pasado saltan a la superficie.
Por su parte, la actuación de Jonathan Pryce (algunos lo conocerán como High Sparrow en Game of Thrones), también es destacable, pues no teme ser odioso. Su personaje es egoísta, egocéntrico, necesitado e inseguro y Pryce representa todo esto de manera distinguible. Su personaje necesita de Joan; sin embargo, la manera en que demuestra su agradecimiento es desalentador y humillante, pues no la saca de la “esposa leal y comprensiva”, cuando la historia real es mucho más compleja que eso. A través de flashbacks conocemos la historia de vida de Joan, y la forma en que dejó de lado sus aspiraciones (de joven era una talentosa escritora) para convertirse en esposa de Joe y apoyarlo ciegamente en su carrera, sin importar lo que esto exigiera o qué le quitara de su vida.Para mí, las decisiones que toma, incluyendo las que la llevan a abandonar todo y a adquirir este papel de esposa alentadora y servicial son irrazonables e inválidas. Simplemente es demasiado como para mantener mi simpatía. No puedo aceptar, ni entender, las razones detrás de sus decisiones, por lo que termino frustrada con el personaje y la manera en que lidió con la situación desde la primera vez que se le presentó y a lo largo de toda su vida. La lealtad que siente por su esposo no tienen sentido alguno y no es merecida.
Al igual que esta película habla sobre el valor del talento y la manera en que éste no es determinante para el éxito, también deja claro el mensaje de la auto-derrota y el precio que uno paga cuando no cree que es lo suficientemente valioso y capaz de hacer cumplir sus sueños. Este mensaje es más valioso para las mujeres, pues a pesar de que en los últimos años se ha avanzado un gran camino en cuanto a nuestra superación profesional, lo cierto es que el camino ha sido duro y difícil.Esta película nos ayuda a pensar en la historia y la forma en que ésta ha sido moldeada por el liderazgo masculino en prácticamente todo ámbito creativo y profesional. ¿Cuántas historias de éxito femenino hemos perdido por el patriarcado? Sin embargo, toda esta situación empeora cuando aquellas con talento, no creen lo suficiente en ellas mismas, y se dan por vencidas antes de intentarlo, dejando de lado sus aspiraciones y sueños. La buena esposa es una cinta frustrante que hace sentir enojo, no sólo hacia el que abusa en una relación, sino más hacia aquel(la) que lo acepta una y otra vez.
Originaria de la Ciudad de México, Alessandra considera al cine como su gran amor. Fanática empedernida de Paul Newman y La Momia (1999), y dueña de una facilidad envidiable para aprenderse diálogos innecesarios para la vida real, en 2017 fundó Palomita de maíz. Aquí escribe constantemente sobre cine y televisión. También pueden encontrar sus palabras en sitios como InSession Film, Filmotomy, Cherry Picks y Screen Queens.