Hora de aventura
Disponible en:
Creador: Pendleton Ward
Actores vocales: Jeremy Shada, John DiMaggio, Tom Kenny.
País: Estados Unidos
Duración: 10 temporadas.
Estatus: terminó su décima y última temporada el 3 de septiembre de 2018.
Más información de la serie: https://www.imdb.com/title/tt1305826/?ref_=nv_sr_5
Este texto tardó en ser elaborado y publicado porque no quería aceptar que el final había llegado. A pesar de que no formo parte del público al que está dirigido, encontré en Hora de aventura grandes experiencias. Los que disfrutamos de las aventuras de nuestros protagonistas Finn el humano y Jake el perro sabemos que cada episodio estaba cargado de humor, aventura (duh), drama y criaturas adorables.
La Gran Guerra de los Champiñones dio lugar a lo que conoceremos como la Tierra de Ooo y el Dulce Reino, los primeros escenarios en los que los héroes Finn y Jake emprenden expediciones para proteger a amigos y lugareños. Su lealtad está puesta principalmente en la Dulce Princesa, a cargo del Dulce Reino y la Dulce Gente. La princesa es una criatura hecha de chicle y pasa su tiempo buscando soluciones científicas para los problemas de los tontos, pero adorables, plebeyos que viven en su reino.
Por un lado, Finn es el último humano en las tierras de pos guerra, de ahí su título. Otras criaturas, a pesar de ser similares a él, presentan mutaciones que los diferencian. Él tiene un corazón de oro y una debilidad por el peligro que lo convierten en el perfecto aspirante a héroe. Durante las primeras temporadas presenciamos la forma en que aprende lo necesario para cumplir sus sueños a través de expediciones llenas de violencia y magia. Por otro lado, tenemos a su fiel compañero y hermano (sí, hermano. No les explicaré la razón detrás de esto para que vean la serie), Jake, el perro mágico de Ooo. Su poder para estirarse en la forma que le place es clave para ayudar a Finn con sus contingencias, haciéndolo el perfecto compañero.
Princesas, reinos, espadas, monstruos, política, desamor, un fastidioso pero adorable Rey Helado, pingüinos…son sólo algunas cosas a las que se enfrentan en cada episodio para nuestro entretenimiento. A esta serie animada no le falta nada, incluso tienen invitados de lujo para hacer las voces de personajes realmente divertidos, Neil Patrick Harris y Jenny Slate, por ejemplo.
Este programa para niños se convirtió en una historia de culto debido a los alocados argumentos, no tan amigables para los pequeños, y sus memorables personajes, pues cada uno tiene su historia y su propósito en la serie.
Mi corazón, usualmente frío y desolado, se estremece con la historia de Marceline, la Reina Vampiro. Una rockstar (siempre carga con su bajo en forma de hacha e improvisa como nadie; por cierto, la música en la serie es lo máximo) cuyo relato de origen conmueve por su sufrimiento durante y después de la Gran Guerra de los Champiñones y su adorable amistad con el Rey Helado. Era de esperarse que le dieran una temporada completa, Estacas, para conocer cómo se convirtió en vampiresa.
Hora de aventura se compone de todos los nativos de los diferentes reinos, de los villanos convertidos en amigos, y de lo que podría llegar a ser un mundo después del caos en la imaginación del creador, Pendleton Ward. Lo que me lleva a…su último capítulo.
ADVERTENCIA: Aquí termina la reseña de la serie y empieza la del último capítulo.
Creo que no podemos pedir más allá de lo que ya hemos aprendido sobre el personaje de Finn a lo largo de la serie. Al llegar al último capítulo de Hora de aventura, ya nos presentaron todo y a todos los que influyeron en la persona que se convirtió. Sabemos que Finn tiene el potencial para formar una familia, de tener la oportunidad (como en el reino de las almohadas); también sabemos que da seguridad de los demás y su necesidad de ser un héroe es prioridad, y que esto lo heredó de su madre. Es por eso que el final de la serie es perfecto para el momento en que se encontraba, pues el desarrollo del personaje es tan bueno que no deja al público con la necesidad de cierre.
A pesar de que se presentaron varias historias alternas en las que la serie se pudo concentrar para continuar, nuestros héroes llegaron a una situación catastrófica para el inicio del último capítulo: nos quedamos en el desastre ocasionado por la familia artificial de la Dulce Princesa, el tío Gumbald, la tía Lolly, y el primo Chicle, quienes son derrotados gracias a los intentos de Finn de elegir los medios de paz sobre la violencia; algo que dice mucho del desarrollo del personaje, quien en episodios tempranos hacía las cosas “a su manera” con una espada en mano.Todos se muestran abiertos al cambio, o más bien madurez, en relación a que la serie representa edades de los personajes que avanzan conforme las temporadas. Jake abraza su origen y lo hace parte de sí mismo. La Dulce Princesa permite que se deleguen sus tareas, haciendo sus problemas de control menores. Marceline admite que no es tan dura como quiere parecer, aunque ha trabajado en ello desde el principio. La historia del Rey Helado concluye de manera inesperada pero muy satisfactoria. En cuanto a Finn, él ha encontrado de dónde viene, lo que fortalece su meta final.
Las generaciones han pasado y puede que el legado de estos personajes haya marcado o no este presente. El último episodio nos deja con un buen sabor de boca. Tal vez con algunas preguntas, pero es bueno y necesario dejar cosas a la imaginación.
Aquí está un resumen oficial de Cartoon Network LA de la serie para que le echen un ojo:
https://www.youtube.com/watch?v=t7LMqwLdbMc
Y este es el teáser del capítulo final:
Daniela Díaz es una mujer internacionalista, feminista y foodie con una gran admiración por el mundo del entretenimiento. Escribe reseñas, artículos y noticias para Palomita de maíz y es muy difícil de complacer. Le gusta encontrar humor en la vida diaria para olvidar sus penas y dar su opinión (aunque no se la pidan). Daniela aporta una visión sarcástica e irreverente con su análisis de nuevo contenido. La búsqueda de su película favorita no ha terminado.