French Exit (NYFF58): Michelle Pfeiffer y Lucas Hedges brillan como madre e hijo, pero no es suficiente
Director: Azazel Jacobs
País: Estados Unidos.
Elenco: Michelle Pfeiffer, Lucas Hedges, Valerie Mahaffey, Imogen Poots, Susan Coyne, Danielle Macdonald, Isaach De Bankolé, Daniel Di Tomasso, Tracy Letts.
Más información de la película: https://www.imdb.com/title/tt10279362/
Hay películas de las que no sabemos qué esperar y que pueden ser una sorpresa, para bien o mal. Este es el caso de French Exit, comedia surrealista recién estrenada en el Festival de Cine de Nueva York como filme de clausura. Protagonizada por Michelle Pfeiffer y Lucas Hedges como madre e hijo, French Exit es una película extraña y tentadora que termina siendo una experiencia frustrante. Muy frustrante.
Dirigida por Azazel Jacobs, y basada en la novela homónima de Patrick DeWitt, quien también hizo el guion de la cinta, la película narra la historia de una viuda socialité que atraviesa una crisis económica y emocional que la lleva a París con su hijo y gato. Lo más intrigante es que su difunto esposo (Tracy Letts) vive en el cuerpo del gato.
La historia arranca en Nueva York, en donde viven Frances (Pfeiffer) y Malcolm (Hedges). Ella es una mujer misteriosa y, casi de inmediato, descubrimos una inquietante verdad: cuando encontró el cadáver de su esposo, quien murió en su propia casa bajo extrañas circunstancias, Frances dejó el cuerpo allí durante días. Estamos ante un personaje muy intrigante que por momentos recuerda a la icónica Jeanette “Jasmine” Francis, de Cate Blanchett, en Blue Jasmine (2013). Desafortunadamente, el personaje termina siendo desperdiciado en una aburrida historia de redención.
Malcolm es otro personaje extraño con una carencia evidente de confianza personal y un carácter pusilánime que se observa particularmente en su incapacidad de definir los términos de su relación con Susan (Imogen Poots). Lo que resulta más interesante en este punto es la relación entre madre e hijo. Según lo dicho por Susan, Frances se acercó a él siendo un adolescente, de modo que no siempre estuvo presente en su vida. Entonces, ¿por qué Malcolm la sigue fielmente a todas partes? ¿De dónde sale esa lealtad incondicional?
Tras vender sus pertenencias, Frances y Malcolm viajan en barco a París para refugiarse en el apartamento vacío de su amiga Joan (Susan Coyne). La parte de la travesía es un sinsentido que intenta mezclar el mundo de los vivos y los muertos, y nos lleva a Madeleine (Danielle Macdonald), quien posee poderes de clarividencia. Macdonald hace probablemente el trabajo actoral más débil de la película. Carente de todo encanto para un personaje que por momentos debió ser cómico, tampoco tiene la fuerza dramática para las instancias de mayor tensión.
En este escenario aprendemos algo importante: tanto Frances como Malcolm están al tanto de lo que sucede con el gato. Pero si esperan que el tema de la reencarnación sea particularmente importante, ciertamente se llevarán una decepción. El gato es nada comparado con el gato de Michèle en Elle (2016), por ejemplo, el cual resulta ser mucho más interesante con su presencia siniestra sin estar poseído por un espíritu humano.
French Exit no es una película sobre vivos y muertos, aunque por momentos intenta inútilmente serlo, pero en cambio, se convierte en un aburrido estudio de personaje, manejando temas como el duelo y la soledad. Los peores momentos llegan en París, donde comienzan a aparecer personajes absurdos que se cruzan con Frances y Malcolm. Uno de ellos es la viuda solitaria Madame Reynard (Valerie Mahaffey), quien desea hacer nuevos amigos, volviéndose inseparable de los recién llegados.
Reynard le inyecta cierta comicidad a la historia, hasta el momento muy aburrida, pero pronto es absorbida por un desarrollo deficiente. La vemos en escenas ridículas y mal logradas, incluyendo un intento fallido de comedia física.
Otros personajes se suman a la ya insoportable historia, inundando el apartamento de Joan, incluyendo el investigador Julius (Isaach de Bankolé) y la propia Madeleine, a quien contactan para que los ayude a comunicarse con el gato Frank.
Los actores no tienen química unos con otros. Si bien Pfeiffer y Hedges se complementan como madre e hijo, por alguna razón, no funcionan con el resto. Frances es presentada como una mujer triste y su momento de redención y mayor apertura es insatisfactorio.
En una conversación explica a Malcolm sus razones para no haberse acercado a él en tanto tiempo. La manera en que todo entre madre e hijo se resuelve no hace justicia a la relación intrigante entre ambos y a esa barrera invisible que parecía separarlos, a la vez que algo más potente parecía unirlos. En ese sentido, French Exit tampoco satisface como historia de amor entre madre e hijo.
Se trata de una cinta que por momentos recuerda a los cines de Woody Allen y Charlie Kaufman, pero sin la frescura del primero y la complejidad del segundo. La banda sonora es adorable y aliviana el peso de una historia aburrida y pesada. La dirección artística elegante al estilo parisino es imposible de ignorar.
Pfeiffer ofrece un trabajo estilizado que sin duda inspirará muchos memes a lo largo de 2021, cuando por fin la película sea vista en cines. Sin embargo, su papel de Frances no figura entre sus mejores actuaciones. Tan recientemente como en 2017, Pfeiffer tuvo un protagónico más interesante en Where is Kyra?, película que desafortunadamente pasó desapercibida en su momento. Sin embargo, siempre es un placer ver a esta actriz en la pantalla y es, sin duda, de los mejores atributos de la cinta.
Con este papel, Hedges se consolida como el hijo por excelencia de las grandes madres del cine, después de haber compartido escena con Frances McDormand en Three Billboards Outside Ebbing, Missouri (2017), Julia Roberts en Ben is Back (2018) y Nicole Kidman en Boy Erased (2018).
French Exit vale la pena por Pfeiffer y Hedges, aunque la química entre ambos no es suficiente como para iluminar una película cuyos desaciertos son demasiados y constantes a través de su metraje.

Kenny Díaz nació un 28 de enero de 1996 en Carolina, Puerto Rico, en donde vive. Creció viendo telenovelas con su mamá y amando el pop romántico contemporáneo. Su amor por el cine vendría más tarde junto con el seguimiento a las premiaciones como los Globos de Oro y los Premios Óscar. Ama el cine de Terrence Davies y las historias centradas en personajes femeninos fuertes y complejos. Obtuvo su bachillerato en Historia de América en 2019 de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras. Actualmente cursa una Maestría en Estudios Culturales en la Universidad Ana G. Méndez, Recinto de Gurabo. Entre sus intereses de investigación están los movimientos sociales y prácticas de resistencia, la construcción de culturas de paz y el problema de la violencia en América Latina desde la producción cultural, con énfasis en el cine y la literatura. Aspira a ser guionista de cine en unos años, así como docente e investigador.