I am Samuel (LFF 2020): una historia emotiva sobre la comunidad LGTBQ+ en Kenia
Director: Peter Murimi
Países: Kenia, Canadá, Estados Unidos, Reino Unido.
Más información de la película: https://www.imdb.com/title/tt10530548/
La lucha por los derechos humanos de la comunidad LGBTQ+ está lejos de haber terminado y I am Samuel, documental sobre dos hombres homosexuales en Kenia, es un claro ejemplo de lo mucho que falta por avanzar. Con poco más de una hora de duración, este proyecto nos transporta a la vida de un hombre que intenta cumplir con las expectativas de su familia, mientras que ama incondicionalmente a un joven al que su familia ve con recelo.
I am Samuel sigue a Sam en un periodo de cinco años. Desde el inicio de la película aprendemos sobre el vínculo especial que comparte con Alex, pero el cual debe ser manejado discretamente en público debido a que la homosexualidad es castigada en Kenia. De acuerdo con el Código Penal de Nairobi, aquellos que tengan muestras de cariño “contrarias a la orden de la naturaleza” pueden pasar hasta 14 años en prisión. Asimismo, los crímenes de odio en contra de homosexuales, presentados a través de imágenes reales y gráficas de amigos cercanos de Samuel, son comunes y desgarradores.
A través de entrevistas con Samuel, Alex y amigos aprendemos sobre el ecosistema social homofóbico en el que viven estos hombres. Por un lado, está la presión incesante de familiares por encontrar una esposa y asentarse pronto; por el otro lado, también existe el rechazo drástico por parte de aquellos padres y madres que se enteran de las preferencias sexuales de sus hijos. Ya sea amenazas de palizas (en el caso de Alex) o eliminación de relaciones, estos jóvenes pierden mucho por el simple hecho de ser ellos.
En el caso de Samuel, el documental invierte tiempo en presentar su vida cotidiana, incluyendo el par de trabajos en los que se desempeña – como constructor y entrenador de netball –, así como su casa, amigos y novio. Además, el documental nos lleva a la casa de sus padres en el campo para aprender sobre su pasado y familiarizarnos con su historia familiar.
En general se aprecia la armonía y tranquilidad de su familia en el campo, pero pronto aprendemos que las cosas están tensas. La familia ignora constantemente la posibilidad de que Samuel no sea heterosexual, presionándolo incesantemente por encontrar esposa y asentarse en la casa de a lado que construyeron para que esté más presente en la vida de su hija pequeña.
Además, I am Samuel ofrece una mirada familiar a la rutina en Kenia. La cámara presenta tomas amplias de los campos del país, así como de la ciudad de Nairobi. Estas imágenes están auxiliadas por las narraciones personales de los hombres a los que seguimos. A partir de pequeños detalles, los dos trabajos de Samuel, y las múltiples reuniones que tiene con amigos, apreciamos las calles, mercados, casas, y convivencias casuales que nos permiten adquirir una idea de cómo se vive en este país africano.
Sin embargo, destaca la presión social agobiante por ser normal y corriente, así como la intolerancia a ideas liberales. A través de pláticas entre los muchos amigos homosexuales que se juntan, aprendemos sobre el lazo que existe entre ellos, así como la hostilidad y acoso que viven todos los días por hombres homofóbicos bravucones. No es nada sencillo ser un hombre gay en Kenia.
Aun así, el documental también ofrece una dosis saludable de momentos adorables y cómicos entre Alex y Samuel, dejando claro el lazo especial que existe entre ambos. Puede que la sociedad no apruebe su relación, pero ellos no están dispuestos a dejarla ir por nada del mundo.
El documental deja un mensaje optimista al ofrecer una mirada paciente sobre el proceso de aceptación de Alex en la familia de Samuel. Al inicio no es cosa sencilla – las preferencias sexuales de Samuel lo alejan por más de un año de su padre – no obstante, poco a poco se desarrolla un ambiente de aceptación y apreciación por Samuel y Alex. Precisamente esto es lo que deja un lindo sabor de boca, fortalecido por la evidente devoción mutua entre ambos hombres.
Originaria de la Ciudad de México, Alessandra considera al cine como su gran amor. Fanática empedernida de Paul Newman y La Momia (1999), y dueña de una facilidad envidiable para aprenderse diálogos innecesarios para la vida real, en 2017 fundó Palomita de maíz. Aquí escribe constantemente sobre cine y televisión. También pueden encontrar sus palabras en sitios como InSession Film, Filmotomy, Cherry Picks y Screen Queens.