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Las mejores actuaciones cinematográficas de 2021

Escrito el 2 febrero, 2022 @Kenny_DiazPR

A veces las actuaciones que vemos en pantalla son tan viscerales que el viaje emocional de los personajes es también el nuestro, lloramos en sus tristezas y reímos en sus alegrías. El cine de 2021 estuvo lleno de casos ejemplares, desde las más comentadas hasta las más ignoradas, estridentes y sutiles, protagónicas y secundarias, presentamos una lista de nuestras actuaciones favoritas del año:

 

Ben Affleck y Adam Driver // The Last Duel (Dir. Ridley Scott)

Injustamente ignorada por las audiencias a su estreno, The Last Duel del veterano director Ridley Scott fue una de las sorpresas más gratificantes del año. Gracias a las estelares actuaciones de Ben Affleck y Adam Driver como el duque Pierre D’Alençon y Jacques Le Gris, respectivamente, Scott hiló un relato inequívocamente feminista en cuyo centro se encuentran estos dos machos franceses del siglo XIV. Groseros, heroicos, parranderos, odiosos, y a la vez simpáticos, Affleck y Driver formaron una dupla entrañable, a pesar de erigirse en los antagonistas principales.

Ben Affleck como el duque Pierre D’Alençon contribuyó a aligerar esta cinta de 153 minutos, pues desde su caracterización (cabello y barba de chivo rubias) hasta su comportamiento en pantalla, representó el lado chévere, relajado y desmadroso de la Francia medieval de Scott. Entre noches alocadas con damas de la corte, lectura en latín de textos lascivos y buena onda generalizada, se trató sin duda de la cereza en el pastel de esta cinta, así como una de sus mejores actuaciones en años recientes.

Driver, por su parte, encarnó al imposiblemente atractivo Jacques Le Gris, explotando al máximo su carisma, estatura y porte caballeresco. Un seductor irredento, un hombre culto y un desgraciado total, Jacques Le Gris es tan deleznable como deleitable. Las mujeres lo desean, los hombres lo envidian y Matt Damon quiere matarlo. Curiosamente, Driver se especializó en representar a hombres monstruosos en este 2021, siendo Annette (Leos Carax, 2021) la segunda ocasión en que ejerció violencia en contra de la mujer en la pantalla grande. – J. Alejandro Becerra

 

Riz Ahmed // Encounter (Dir. Michael Pearce)

Riz Ahmed es uno de los actores más emocionantes y atrevidos de hoy, conjugando sus inquietudes actorales con causas sociales. Después de conquistar a más de uno con su papel en Sound of Metal en 2020, Ahmed regresó en 2021 con Encounter, un thriller psicológico que se recarga en sus habilidades histriónicas y su carisma para causar reacciones empáticas en el espectador. Aquí, Ahmed interpreta a Malik Khan, un exmarine que está convencido de que una invasión extraterrestre está a punto de cambiar el planeta. Desesperado, emprende un viaje en carro para rescatar a sus hijos pequeños, Bobby (Aditya Geddada) y Jay (Lucian-River Chauhan). Sin embargo, conforme avanza la película aprendemos que Khan más bien sufre de Trastorno de Estrés Postraumático y que todo es resultado de su mente.

Además de que Pearce maneja brillantemente la evolución de la historia para descubrir paulatinamente la realidad de las cosas, Ahmed pasa por una transformación igualmente atemorizante como conmovedora. Mientras pierde la cordura por la premura de la situación, debe mantener cierta ternura para no alienar a sus hijos. Así, en una escena está apanicado y letal, en otra pierde los estribos antes la inmadurez de los pequeños y en otra actúa como papá divertido y cool. Para el final de la cinta, Khan se convierte en la persona más vulnerable que necesita la protección de su hijo mayor, Jay. Este remolino de emociones y apariencias simplemente no hubiera funcionado en alguien menos apto que el actor británico. – Alessandra Rangel

 

Mahershala Ali // Swan Song (Dir. Benjamin Cleary)

En Swan Song, Mahershala Ali demuestra una vez más que es uno de los mejores actores de su generación. Aunque podemos discutir cuán coprotagonista es en la problemática Green Book (2018), es un deleite verlo por primera vez como protagonista absoluto de una película y por partida doble.

Interpretando simultáneamente a Cameron, un esposo y padre amoroso que sufre de una enfermedad terminal, y a Jack, el clon que tomará su lugar una vez muera, Ali hace gala de su magnetismo y presencia escénica. Las escenas entre sus dos versiones son lo mejor de la película y en el final rompe el corazón. A pesar de que la propuesta de Cleary no está bien ejecutada, tan solo por la actuación de Ali vale el visionado. Dueño de dos premios Óscar, no estaría nada mal que fuera por el tercero. – Kenny Díaz

 

Sheila Atim // Bruised (Dir. Halle Berry)

Bruised nos recuerda que Halle Berry sigue siendo una de las estrellas más exquisitas del Hollywood, y que no solamente puede brillar frente a la cámara, sino también detrás de ella. En su debut en dirección, Berry presenta la historia de Jackie, una antigua luchadora de artes marciales que intenta recuperar su camino.

Aun con sus defectos, esta es una película sólida que además cuenta con una de las mejores actuaciones secundarias del año. Si bien Berry es excelente como protagonista, es Sheila Atim quien se roba el corazón de la audiencia en el papel de Bobbi ‘Buddhakan’ Berroa, la entrenadora de Jackie. Laureada actriz de teatro, Atim ofrece una actuación fuerte y segura. Sus escenas con Berry son lo mejor de la cinta, gracias en parte a la mirada penetrante de Atim y la sinceridad con la que entrega cada una de sus líneas. – Kenny Díaz

 

Sidse Babett Knudsen // Wildland (Dir. Jeanette Nordahl)

Aunque estamos acostumbrados a la figura de una madre amorosa que hará hasta lo imposible para que sus hijos tengan una vida feliz, cada cierto tiempo el cine nos sorprende con madres que ningún hijo quisiera tener. Bodil, interpretada por Knudsen en la cinta danesa Wildland, es una de esas madres.

Estamos ante la matriarca de una familia criminal al estilo de Janine (Jacki Weaver) en Animal Kingdom (David Michôd, 2010). Sin embargo, la actuación de Knudsen no se siente como imitación. Es un trabajo genuino, maduro y disciplinado. No se trata de una simple villana, sino de una madre con una idea distorsionada de la lealtad. Hacia el final, cuando su familia parece a punto de derrumbarse, ella se vuelve vulnerable. Aunque las acciones del personaje no son justificables, la actuación de Knudsen es inesperadamente conmovedora. – Kenny Díaz

 

Mayra Batalla // Noche de fuego (Dir. Tatiana Huezo)

En Noche de fuego, Tatiana Huezo presenta la etapa de crecimiento de tres niñas en un ambiente hostil y amenazante para ellas por el simple hecho de ser mujeres. Aunque las seis actrices al centro de la historia actúan maravillosamente, es Mayra Batalla como Rita, mamá de la protagonista Ana, quien se encarga de anclar la intensidad de la historia y el paso del tiempo. Dado que Huezo utiliza a dos sets de actrices para interpretar a las niñas en sus etapas infantiles y adolescentes, Batalla tiene la misión de ser la conexión invariable de la historia con el espectador, pues ella es la única actriz que se mantiene a lo largo de la película.

Batalla crea en Rita un personaje resentido con el esposo que se fue “al otro lado” y dejó atrás a esposa e hija, resignada por la situación inescapable en la que vive junto con Ana, pero, sobre todo, asustado, temiendo el destino inevitable que espera a su hija si se quedan en ese pueblo. Sin dar explicaciones reales sobre sus acciones drásticas – cortar el cabello a Ana, no dejarla usar maquillaje, ser elusiva con sus respuestas –, el miedo está en sus miradas esquivas y desplantes desesperados. Hacia el final de la cinta, cuando los hombres llegan a su casa para llevarse a Ana, es que por fin entendemos la intensidad en sus acciones. Aquí es donde Batalla explota y se aleja de su previa actuación tenue, pues Rita reacciona desesperadamente para salvar a su hija de un final trágico. – Alessandra Rangel

 

Juliette Binoche // Who You Think I Am (Dir. Safy Nebbou)

Es difícil creer que a estas alturas una actriz legendaria como Juliette Binoche pueda alcanzar mayores niveles de profundidad y complejidad a nivel actoral. Sin embargo, en la cinta francesa Who You Think I Am, algo así como la Dangerous Liaisons (Stephen Frears, 1988) de nuestro tiempo, Binoche hace exactamente eso.

Interpretando a una cuarentona envuelta en una peligrosa relación cibernética con un hombre joven, la francesa va desde lo provocador, sensual e incendiario, hasta lo vulnerable y frágil, como empequeñeciéndose gradualmente, y desnudando su alma ante la cámara. Al final de la intrincada y sobregirada película, si algo queda claro es que estamos ante una de las mejores actrices de hoy. – Kenny Díaz

 

Reed Birney, Ann Dowd, Jason Isaacs, Martha Plimpton // Mass (dir. Fran Kranz)

Es probable que 2021 no haya tenido un elenco que ejecute su cometido con más pericia que el de Mass. El debut de Fran Kranz toma la comprometida y delicada labor de diseccionar un tema que ha estado aquejando a Estados Unidos durante varias décadas: los tiroteos escolares y el control de armas. En la película, dos parejas se reúnen en una habitación para platicar. Jay y Gail (Jason Isaacs y Martha Plimpton) han perdido a su hijo en un tiroteo reciente en la escuela; Richard y Linda (Reed Birney y Ann Dowd) son los padres del perpetrador del tiroteo. La suposición de que la carga emocional de una premisa así será intensa es comprensible, pero ninguna le hace justicia al resultado final. Estos son cuatro actores desbordan emociones, desde lo verbal a lo no verbal, en cada paso de la conversación que da la sensación de que es en tiempo real. El ejercicio sobre la culpa, el duelo, la pérdida, el arrepentimiento y la frustración se canaliza en cada personaje que tiene oportunidad de brillar.

Plimpton muestra una serenidad inicial que oculta una gran carga de resentimiento y desprecio hacia los padres del joven que le quitó la vida a su hijo, por lo que la empatía con la otra pareja le resulta un trabajo monumental. Isaacs deconstruye su calma inicial hacia la ira explosiva, enfocado en el recuerdo de la pérdida y el dolor que la muerte de su hijo dejó permanentemente en sus vidas. Birney se muestra pragmático y elocuente, camuflando su notoria culpa con tecnicismos que pretenden separarlo de lo emocional de la conversación. Por último, Down se quiebra lentamente en su máscara de amabilidad y compasión, hacia algo mucho más complejo en los cuestionamientos propios de su maternidad y el tipo de persona que crió. Los cuatro, individualmente y juntos, hacen que una cinta basada en diálogos funcione como un ejercicio de empatía que desgarra con facilidad las emociones de cualquiera. – Cesar Guedez

 

Nicolas Cage // Pig (Dir. Michael Sarnoski)

Pig, la maravilla dirigida por el debutante Michael Sarnoski, comienza con una premisa conocida: un ermitaño debe encontrar algo que le ha sido arrebatado (el cerdo del título) y buscar a los culpables. Esta sinopsis no solo es muy similar a la de una de las mejores películas de Nicolas Cage de memoria reciente (Mandy de Panos Cosmatos), sino que necesariamente nos remite al cine de acción/venganza inspirado por la saga John Wick. Sin embargo, Sarnoski y Cage subvierten nuestras expectativas, no solo del género, sino de la carrera de este último.

Como Rob, el eremita de los bosques de Oregón, Cage es un escalpelo que sorprende por su delicadeza y precisión emocional, cargando con una vasta sabiduría sobre la vida, solo superada por su melancolía. Más cercano a un santo que a un personaje de Nicolas Cage, su actuación en Pig nos recuerda que sigue siendo uno de los mejores actores en Hollywood y que, a pesar de haberse convertido en un meme y de haber actuado en innumerables bodrios en la última década, todavía puede sorprendernos. – J. Alejandro Becerra

 

Glenn Close y Mila Kunis // Four Good Days (Dir. Rodrigo García)

Las películas sobre drogadicción que se han hecho en los últimos años ofrecen melodrama en lugar de una exploración profunda de esta enfermedad y Four Good Days no es la excepción. Dramatización de la historia real de Amanda Wendler y Libby Alexander, interpretadas respectivamente por Mila Kunis y Glenn Close con los nombres ficticios de Molly y Deb, la película dirigida por Rodrigo García no es original, pero sí empática y bien actuada.

Close y Kunis elevan el material como madre e hija. Estamos ante dos mujeres que se han lastimado mutuamente y la única forma que tienen de construir un futuro es a través del perdón y la reconciliación. Con una química reminiscente de Shirley MacLaine y Debra Winger en la aclamada Terms of Endearment (James L. Brooks, 1983), ambas actrices brillan. Close, como es de esperarse, está excelente, pero es Kunis quien sorprende con un trabajo radicalmente distinto a su registro de comedia. Podría ser la mejor actuación de su carrera hasta la fecha. – Kenny Díaz

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