Las grandes ausencias en las nominaciones a los Óscars 2023
Admitámoslo, todos los cinéfilos vemos los Premios Óscar. Aunque se tenga consciencia de que en realidad son la contienda política de la industria hollywoodense y que jamás tendrán la última palabra en algo tan subjetivo como la definición de qué es “lo mejor” del cine, siguen siendo sinónimo de excelencia, un emblema del entretenimiento y una forma de reconocer grandes trabajos cinematográficos. Con el tiempo y el entendimiento de lo que hay en juego, se empieza a apreciarlos por lo que son y a divertirse con las reglas del juego.
En la elección de a quiénes apoyamos se debe conciliar la razón con el corazón, ser inteligentes con tal de evitar el dolor de una decepción. Renunciando a esas cintas que difícilmente superarán la aversión a ciertos géneros o la barrera de los subtítulos, nos decantamos por opciones seguras con espacio para algunas que, a pesar de tener mínimas posibilidades, nos rehusamos a dejar ir, con la certeza de que el anuncio de las nominaciones siempre trae sorpresas. Sin embargo, al final, siempre serán más las decepciones de las exclusiones que la euforia de una inclusión sorpresiva.
Sabiendo que cinco puestos (o 10 en la categoría de mejor película) nunca serán suficientes para reconocer la excelencia cinematográfica de cada año, les presentamos nuestra selección de películas omitidas de las nominaciones a los Óscars 2023 en ciertas categorías o por completo, que merecían (mayor) reconocimiento por parte de los miembros de la Academia.
Aftersun (Dir. Charlotte Wells)
Categorías en las que debió aparecer: película, dirección y guion original.
Aftersun es un pedacito de vida hecho película. Uno de esos milagros cinematográficos que destaca porque en su aparente simpleza resguarda vivencias universales con las que, al conectar, nos transporta a recuerdos, sentimientos arraigados y, eventualmente, a una sensación desgarradora de nostalgia. No es sorpresa, pero sí decepcionante, que la película mejor recibida por la crítica de 2022 fuese ignorada en los premios Óscar con la excepción de la afortunada nominación de Paul Mescal a mejor actor principal. Sin embargo, el debut de Charlotte Wells merecía nominaciones en las categorías principales por lo prodigiosa que es la historia representando los recuerdos de infancia, las sutiles lecturas de la depresión, las angustias de criar a un hijo y las tribulaciones de dar sentido a nuestras memorias y sentimientos asociados con el dolor y la culpa de una tragedia.
La trama sigue con naturalidad y sosiego las vacaciones por Turquía de Calum (Mescal) y Sophie (Frankie Corio), su hija de 11 años. Escenas rápidas de Calum en una discoteca de luces titilantes parecen decir algo que no termina de cuadrar por completo hasta su final devastador. La dirección de Wells es impecable, manejando la ambigüedad de su premisa y las pistas sutiles que el espectador debe armar pacientemente con pulso de cirujano. Esta es una película sobre lo que no se dice, y padre e hija reprimen emociones que no saben cómo plasmar al otro por el amor que se tienen.
Wells transmite con sabiduría profunda lo que es ser padre: preocupado del legado que dejas a tus hijos y deseoso de que sean mejores que tú, y lo que es ser hijo: desmitificar esa figura paterna idealizada y entender sus imperfecciones y secretos. A través de conversaciones agudas y devastadoras, o de silencios que dicen más que mil palabras, el guion consigue que la película se sienta como un recuerdo en sí: tratamos de darle sentido, incluso de predecirlo, pero siempre tendrá ese desgarrador desenlace que tanto tememos enfrentar. Se trata de una película colosal en su intimidad y su desplazamiento en los Óscar y la temporada de premios en general, solo habla de lo difícil que es para el cine independiente y los cineastas nuevos sin contactos en la industria obtener el reconocimiento de una industria viciada. – Cesar Guedez
Babylon (Dir. Damien Chazelle)
Categorías en las que debió aparecer: película, dirección, actriz, actor, actriz de reparto, edición, fotografía y sonido.
Cuesta creer que Demian Chazelle pudiera ser más humillado por la Academia que desde aquella noche en febrero de 2017 cuando el triunfo de La La Land a mejor película duró apenas unos escasos minutos. Uno veía en el cuadro que, aunque Moonlight fuese una digna ganadora, algo en Chazelle se rompió. Seis años más tarde y Babylon termina siendo su segundo intento fallido de colarse en la carrera con otro caballito de batalla. Apenas tres nominaciones para una obra incomprendida que, tarde o temprano, le terminará haciendo justicia a la visión artística de su autor y protagonistas.
Babylon es la letra pequeña de la carta de amor de Chazelle al cine, es todo aquello que dejó en un borrador porque sonaba demasiado sombrío para incorporarse a La La Land. Cierto es que, si La La Land cosechó seis estatuillas en catorce nominaciones, Babylon no merecía menos. El Óscar de Emma Stone por Mia Dolan merecía sentarse en una mesita de café a dialogar con el de Margot Robbie por su interpretación de Nelly LaRoy, mínimo eso sería hacerle justicia.
En su efervescencia, a Babylon le robaron nominaciones a mejor película, mejor actor para Diego Calva, mejor actriz para Margot Robbie, mejor actriz de reparto para Jean Smart, mejor fotografía para Linus Sandgren, mejor edición para Tom Cross y mejor sonido para Steve Morrow, Ai-Ling Lee, Mildred Iatrou Morgan y Andy Nelson. Ni que hablar, que por más topeada la categoría, Damien Chazelle merecía un lugar en la contienda de dirección. Repitiendo la fórmula del éxito, ¿qué falló en el atractivo de los académicos? No merecía tanta saña. – Valentina Starcovich
The Batman (Dir. Matt Reeves)
Categorías en las que debió aparecer: banda sonora, diseño de producción y fotografía.
Batman es esencialmente un detective, característica que jamás había sido adaptada en ninguna de las películas live action del personaje. El director Matt Reeves es el primero en destacar este aspecto a través de una trama digna de los mejores noir, valiéndose de grandes cineastas en cada departamento.
La Academia reconoció el trabajo de The Batman con nominaciones en categorías como maquillaje, sonido y efectos visuales, algunas de las categorías a las que se tiende a limitar al cine de superhéroes, ignorando maestros claves en la construcción de estos éxitos en taquilla. En el caso de esta película, el diseño de producción de James Chinlund construye una Ciudad Gótica que evidencia construcciones en decadencia siendo utilizadas como centros criminales y hogares descuidados. La fotografía de Greig Fraser se desenvuelve en ambientes oscuros, pero logra claridad y color durante aguaceros, en la incomodidad de una discoteca y los callejones más intimidantes. Por último, la música de Michael Giacchino que introduce a Batman como un violentísimo nosferatu que, a través de la progresión de su tema musical principal, parece convertirse en un hombre más humilde. – Carlos Yaya
Bones and All (Dir. Luca Guadagnino)
Categoría en la que debió aparecer: guion adaptado.
Dos caníbales se encuentran, se enamoran e intentan salir adelante mientras lidian con sus instintos letales. ¿Cómo hacer una película con tal trama en una ambiente tan hostil y cínico como el de la actualidad en el que cualquier tema ligeramente controversial es deshebrado sin piedad? David Kajganich, frecuente colaborador del director Luca Guadagnino, hizo milagros en la adaptación de la novela de Camille DeAngelis.
Aunque Bones and All mantiene la esencia del libro, los cambios en la adaptación fueron aciertos que le dieron un tono especial a la película. Más allá de enfocarse en la parte de canibalismo, la cinta más bien se interesa por observar la manera en que Maren (Taylor Russell), la protagonista, lidia con sus circunstancias inevitables de vida, primero peleando en contra de ellas y después encontrando un equilibrio y un camino de paz.
De esta forma, por ejemplo, el hecho de que la película se enfoque en la historia de amor (dentro de una realidad terrorífica), que le dé oportunidad al amor naciente entre Maren y Lee (Timothée Chalamet) que funcione sin el final original o que elimine tramas complicadas (que funcionan en la novela) hacen que la adaptación funcione por sí misma y al compararla con la obra original. Tomando esto en consideración, resulta decepcionante que la película haya sido ignorada en esta categoría (y ni qué decir de la música original compuesta por Trent Reznor y Atticus Ross). – Alessandra Rangel
Corsage (Dir. Marie Kreutzer)
Categorías en las que debió aparecer: película internacional y actriz.
Como he mencionado, 2022 fue el año de Vicky Krieps, y mientras que dio una estupenda interpretación en Hold Me Tight, fue Corsage la que causó revuelo desde su estreno en Cannes 2022 y la que la puso en la conversación de premiaciones. La película funciona como una profunda reflexión sobre la depresión, la melancolía sin cura y la sensación de estar aprisionada en una cárcel de cristal, sensación traída a la vida por una impetuosa y vulnerable Krieps.
Aunque la aparición en la categoría de mejor película internacional no parecía una posibilidad tan lejana, con el paso del tiempo el buzz de Krieps se apagó ante campañas más fuertes y presencias locales más fuertes. Aun así, el beso funesto llegó a través de los cargos criminales en contra de Florian Teichtmeister, coprotagonista de la cinta, quien a inicios de 2023 fue acusado de posesión de pornografía infantil. – Alessandra Rangel
Decision to Leave (Dir. Park Chan-wook)
Categorías en las que debió aparecer: película, película internacional, dirección, diseño de producción, edición, fotografía y guion original.
¿Qué es lo que tiene que hacer Park Chan-wook para recibir el reconocimiento que merece por parte de Hollywood? Decision to Leave es una de sus películas más “amigables” y “académicas”, y el hecho de que no haya recibido ni una sola nominación parece una broma de mal gusto. Quizá pensar que aparecería en categorías como mejor película o guion original era pedir mucho (aunque definitivamente no por falta de mérito); sin embargo, fue una sorpresa decepcionante que quedara fuera de la apuesta segura de película internacional – categoría que parecía que estaba en la bolsa desde su estreno en Cannes – o dirección – una rama de la Academia que ha acogido la diversidad y el espíritu internacional con brazos abiertos (supongo que Ruben Östlund fue más que suficiente para cubrir la casilla de autor de la industria extranjera).
Como sea, Decision to Leave es una de las películas más meticulosas, técnicamente exactas y detalladas de 2022. Ya sea su diseño de producción que hace eco del tema central de la película en cada mínimo detalle y las contradicciones entre los protagonistas; la fotografía, que merece un análisis exhaustivo por la manera en que Kim Ji-yong filmó a los actores, jugó con la percepción y consiguió tomas visualmente complicadas; la edición, al rescatar una historia de amor en un contexto de thriller policiaco; o la dirección de Chan-wook, al ofrecer un romance erótico con apenas algunas escenas de tacto o vulnerabilidad tácita. Por supuesto que los actores principales – Tang Wei y Park Hae-il – merecían también reconocimiento, pero ni yo me atreví a soñar tanto. – Alessandra Rangel
Don’t Worry Darling (Dir. Olivia Wilde)
Categoría en la que debió aparecer: diseño de vestuario.
En Don’t Worry Darling, la idealización, añoranza y sentimentalismo hacia los años 50 se transmite primordialmente por la estética tradicional y sofisticada de la época, donde el diseño de vestuario a cargo de Arianne Phillips es lo más cercano a la perfección. A pesar de los fallos y excentricidades del guion, la propuesta y elecciones de vestuario se manejan con astucia y precisión, acercando al público a comprender el carácter de los personajes y, en especial, la angustia psicológica de la protagonista.
La belleza en la indumentaria no solo radica en trajes impecables, colores alegres, estampados delicados y joyas deslumbrantes, sino también en su concepción: prendas que representan en gran medida fantasías y obligaciones asignadas a la mujer por parte de un sistema inflexible a sus necesidades, recurso sumamente enriquecedor para esta historia que expresa melancolía por el pasado y el egoísmo humano de conquistar el futuro. Aunque la película fue ignorada por la Academia, por lo menos el trabajo de Phillips ha sido reconocido con una nominación al Costume Designers Guild Awards (CDG) en la categoría de excelencia para una película de época. – Andhrea Irene
The Fabelmans (Dir. Steven Spielberg)
Categoría en la que debió aparecer: actor de reparto
Una de las sorpresas en la mañana de las nominaciones al Óscar fue la presencia de Judd Hirsch en la categoría de actor de reparto. Si bien no se niega que Hirsch es un veterano de la actuación talentoso y su aparición fugaz en The Fabelmans como el histriónico tío Boris es encantadora e hilarante, uno no puede sino preguntarse ¿dónde quedó ese amor por el verdadero actor de reparto de la película, Paul Dano? Esta situación recuerda a lo sucedido el año pasado con Belfast (Kenneth Branagh, 2021), cuando la Academia nominó a Judi Dench por sus escasos minutos como una abuela encantadora en lugar de a Caitriona Balfe por su excelsa interpretación de una maternidad con matices complejos.
Dano interpreta a Burt Fabelman, presentado desde el inicio como el padre que todos quisiéramos tener. Inculca a Sammy, su hijo, el amor por el cine y las películas, es afectuoso y comprensivo con su esposa Mitzi, quien a menudo actúa de forma errática y confusa, hablando con la paciencia y sabiduría de un monje budista. Mientras avanza la cinta, los secretos del matrimonio Fabelman son desvelados desde los ojos de Sammy y la actuación de Dano se hace más sentida en lo discreto. En silencios y miradas que dicen más que mil palabras, entendemos que hay emociones reprimidas, resentimientos y frustraciones que ha guardado por años.
Descubrir que amar a alguien no es suficiente para mantenerlo a tu lado es doloroso, y sin gritos ni llantos explosivos, Dano nos hace sentir de manera cruda. Con delicadeza y belleza, nos recuerda a todos esos momentos melancólicos y devastadores en los que nuestros padres guardaron secretos creyendo que nos protegían. – Cesar Guedez
Glass Onion: A Knives Out Mystery (Dir. Rian Johnson)
Categoría en la que debió aparecer: diseño de vestuario.
El vestuario en películas de temática contemporánea suele ser opacado por producciones históricas y de ciencia ficción, repitiéndose este patrón en Glass Onion: A Knives Out Mystery con la propuesta de la diseñadora Jenny Eagan, quien, a partir de múltiples referencias, creó un estilo mimetizado y caricaturesco que complementa el carácter multifacético de Benoit Blanc (Daniel Craig) y define individualmente al nuevo elenco. El estilo elocuente y fresco de las prendas es parte del encanto y energía de la historia.
Halagada por la industria con una nominación al Costume Designers Guild Awards, es sorprendente que no se encuentre entre las cinco nominadas en la categoría de mejor diseño de vestuario, tomando en cuenta que esta propuesta pudo revivir el entusiasmo de la Academia por una cinta ambientada en la actualidad que homenajea y se sustenta estéticamente de símbolos y personajes mediáticos comunes para la idiosincrasia norteamericana. Glass Onion goza de aspectos visuales sumamente llamativos entre la indumentaria y el diseño de producción, los cuales se contraponen en un intento de Rian Jhonson, director y guionista, por enriquecer y complejizar la trama, en ocasiones resultando abrumadores a simple vista. – Andhrea Irene
Guillermo del Toro’s Pinocchio (Dirs. Guillermo del Toro y Mark Gustafson)
Categoría en la que debió aparecer: diseño de producción.
La frase de Guillermo del Toro de “la animación es un medio, no un género” no es una invención ingeniosa del equipo de campaña de Netflix, sino algo que el director mexicano viene diciendo por años y con la que busca combatir la asociación que la industria Hollywoodense ha hecho del medio con lo infantil y que ha confinado el reconocimiento de estas películas a la categoría de película animada. Con su versión de Pinocho, codirigida con Mark Gustafson, se tenía esperanza de que su estatus como uno de los grandes directores del siglo XXI sería la clave para que una película animada obtuviera nominaciones fuera de su categoría nicho, particularmente en la de diseño de producción.
La peculiaridad de las criaturas de Del Toro exigen una meticulosidad y atención al detalle que pocos logran, particularmente en esta película, donde cada escena es una mezcla de formas, texturas y colores expresada en paisajes y marionetas orquestadas en una hermosa fantasía. La nominación de Pinocchio en esta categoría hubiera significado un hito y un camino al reconocimiento del stop motion y la animación como una de las formas más complejas del arte cinematográfico. – Juan Andrés Rodríguez
Inu-Oh (Dir. Masaaki Yuasa)
Categoría en la que debió aparecer: película animada
¿En el shogunato japonés había conciertos de rock n’ roll? Probablemente no, pero en Inu-Oh, la pareja musical conformada por Tomona (Mirai Moriyama), un músico de biwa ciego, e Inu-Oh (Avu-chan), un muchacho que vivió su infancia en los márgenes de la sociedad por nacer desfigurado, subvierte las expectativas y los prejuicios de la época con su música en la nueva ópera rock del director Masaaki Yuasa. A través de la animación, Yuasa cuenta una historia del poder transformador de la música, la identidad y la importancia de los nombres que elegimos como muestra de la autenticidad y la defensa de los principios artísticos frente a los poderes fácticos.
Inu-Oh era una de tres películas de anime elegibles para la categoría de mejor película animada; sin embargo, desde 2018 ningún anime ha sido nominado. El trabajo del equipo de Yuasa, apoyado por la música y uso de sonido, es notable en Inu-Oh porque la animación evoca la experiencia de estar en un concierto de rock donde se pueden apreciar recursos espectaculares, como la pirotecnia y la iluminación, para contar historias fantásticas, así como los detalles de la gesticulación en los rostros de los artistas, la imperfección de su dentadura, vello facial y los movimientos corporales sugestivos propios de conciertos de glam o hair metal, además de la energía del público. A través del arte en su animación, Yuasa permite a la audiencia observar el mundo desde los ojos de sus personajes, considerando que uno es ciego y que otro experimenta gran parte de su vida utilizando una máscara. En su sentido más puro, Inu-Oh es rebeldía…es rock n’ roll. – Andrea Marín Serrano
The Menu (Dir. Mark Mylod)
Categorías en las que debió aparecer: fotografía y guion original.
Las apuestas originales no siempre resultan del agrado de los académicos y la omisión de The Menu es una triste prueba de ello. Pocos o casi nulos son los casos en que los Óscars se han decantado por darle una chance a películas que juegan con diferentes géneros, mucho menos que oscilan entre el horror y la comedia. Pese a que The Menu fue producida por Adam McKay, uno de los rebeldes mimados de la Academia, no le fue suficiente siquiera para colarse en la carrera de mejor guion original.
Es una apuesta arriesgada y no para todos los gustos, pero negar que The Menu es un hilarante espectáculo denota que aún hay reticencia a las propuestas con tintes vengativos. Parece ser que con la seguidilla de Parasite (Bong Joon Ho, 2019) y Promising Young Woman (Emerald Fennell, 2020), no había espacio suficiente para darle un lugar a una categoría que, este año, sin duda es competitiva.
Por su parte, Peter Deming – mejor conocido por su trabajo en Mulholland Drive – vuelve a ser ignorado por una fotografía maravillosa, injustos ninguneos. Apelar a alguna que otra nominación más que al guion o la fotografía sería pedirle demasiado, pero sin duda hubieran sido dos sorpresas maravillosas, de esas que hacen saltar a algún que otro periodista en la mañana de los anuncios – Valentina Starcovich.
Moonage Daydream (Dir. Brett Morgen)
Categorías en las que debió aparecer: documental, edición y sonido.
Moonage Daydream, el documental de Brett Morgen sobre David Bowie que incluye material inédito de sus archivos personales, es una odisea cinematográfica por la obra del artista británico. La vida de Bowie es homenajeada en una cinta que experimenta al ritmo de sus melodías para capturar su carácter multifacético. Desde el glam-rock de Ziggy Stardust hasta su incursión en el suave, además de su interés por las artes visuales y la literatura, Morgen logra transmitir el anhelo de una mente brillante que, entre el frenesí de conciertos y viajes por el mundo, está en la incesante búsqueda de inspiración para innovar y encontrar la plenitud en el proceso creativo.
Morgen estuvo activo en su campaña por redes sociales, compartiendo momentos del proceso de montaje que asombran por la escala y complejidad requerida para este proyecto, como la mezcla de varias canciones en una sola pista para secuencias que encapsulan eras de su carrera y la grabación de audios en estadios de fútbol para complementar el material de conciertos y crear una experiencia inmersiva. Si bien sus oportunidades en las categorías técnicas de edición y sonido eran mínimas por ser un documental, que incluso fuera excluido de esa categoría es sorpresivo.
Es un trabajo de cinco años que recuperó y restauró el archivo de unos de los artistas más importantes del siglo XX y XXI, pero que, al no corresponder con las narrativas convencionales del documental biográfico, fue finalmente ignorado por los votantes, uno de los desaciertos más grandes de la Academia para esta edición. – Juan Andrés Rodríguez
Nope (Dir. Jordan Peele)
Categorías en las que debió aparecer: efectos visuales, banda sonora y sonido.
Aunque merecía reconocimiento en las categorías principales, especialmente en guion y actriz de reparto para Keke Palmer, la exclusión de Nope en las categorías técnicas es decepcionante. Un concepto original que comenta sobre el espectáculo desde el espectáculo, la apuesta visual y sonora de la cinta balancean lo asombroso con lo aterrador, creando momentos donde la puesta en escena es tan escalofriante y hermosa que divide a la audiencia entre cubrirse el rostro o aplaudir. La magnitud de estos momentos es resaltada con la banda sonora de Michael Abels, la cual transita de melodías escalofriantes a la grandiosidad del cine de aventuras.
Cuando Peele ganó el Óscar a mejor guion original en 2018 por Get Out, además de obtener nominaciones a dirección y película con su ópera prima, había esperanzas de que sería un autor cuya filmografía estaría constantemente entre las favoritas de la Academia, sobreponiéndose a la aversión de los votantes por el género del terror. No obstante, un temor que empezó con la omisión de Us, especialmente la de Lupita Nyong’o a mejor actriz, parece quedar confirmado con la ausencia total de Nope en esta edición. – Juan Andrés Rodríguez
She Said (Dir. Maria Schrader)
Categorías en las que debió aparecer: actriz de reparto y guion adaptado.
She Said está basada en el libro del mismo nombre de Jodi Kantor y Megan Twohey que relata la investigación de las periodistas del New York Times sobre los abusos sexuales de Harvey Weinstein y la cultura del encubrimiento en Hollywood. En este sentido, uno de sus puntos fuertes es su guion, que incluso sin ser brillante, tiene como mayor mérito el encapsular de forma precisa y no manipuladora una historia no solo relacionada directamente con lo más alto de la industria de Hollywood, sino sumamente actual; al momento de su estreno, estaba empezando uno de los juicios contra Weinstein en California. Por eso hubiera sido importante e interesante la presencia de la película en la categoría de guion adaptado.
No obstante, quizás los puntos más fuertes de la cinta son sus actuaciones, con Zoe Kazan y Carey Mulligan siendo las más reconocidas, pero contando con trabajos secundarios como el de Jennifer Ehle, Samantha Morton y Molly Windsor. Estas, en sus pocas, pero impactantes escenas, dan actuaciones realmente conmovedoras, llenas de emoción, fuerza y dolor, que merecían más reconocimiento durante la temporada. – Lourdes Yactayo
The Territory (Dir. Alex Pritz)
Categoría en la que debió aparecer: documental.
No es nuevo que los Óscars tomen decisiones desconcertantes en la categoría de mejor documental, ya sea premiando al contendiente más débil o incluso dejando sin nominación a películas que, aparte de ser galardonadas y bien recibidas por la crítica, ofrecen contenido indispensable de temas urgentes. Procession (Robert Greene, 2021), Welcome to Chechnya (David France, 2020) y Won’t You Be My Neighbor? (Morgan Neville, 2018) son algunos de los ejemplos más recientes.
Este año se le une a ese emblemático grupo The Territory de Alex Pritz, una épica, sublime y sofocante exploración de los abusos y explotación que ocurre en la selva del Amazonas y los crímenes contra las comunidades indígenas de Brasil. La manera de filmar los eventos por parte de Pritz es magnífica, convirtiendo esta historia, que transcurre durante el mandato de Jair Bolsonaro, en un thriller inquietante que refleja tanto la devoción de los nativos por la preservación de sus espacios y la crueldad cínica de algunos partidarios de Bolsonaro que queman, talan y destruyen la selva bajo el lema de que es su propiedad.
La potencia de The Territory recae en sus matices y los personajes construidos soberbiamente que nos presentan las dinámicas sociales de la tribu Uru-eu-wau-wau, explorando su jerarquía, los cambios generacionales y la necesidad de adaptación ante los tiempos de opresión. La activista medioambiental Neidinha Bandeira nos lleva por las complicaciones aterradoras de sacar a flote la verdad en un país con un líder que imparte discursos de odio camuflados de libertad de expresión y chovinismo. La manera en la que Pritz cierra su documental es uno de los momentos más memorables y simbólicos de 2022.
The Territory es un recordatorio del valor de las imágenes, de filmar para recordar las tragedias que no quisiéramos repetir. Es un documental bello, sombrío, indignante y esperanzador que merecía un reconocimiento mayor. – Cesar Guedez
Till (Dir. Chinonye Chukwu)
Categorías en las que debió aparecer: dirección y actriz.
Es cierto que casi todos los años aparece en los Premios Óscar algún drama histórico sobre derechos humanos que no refleja inventiva. Se trata de un canon concurrido con cintas bien intencionadas que pocas veces trascienden la fórmula acostumbrada. Sin embargo, hay que respetar la importancia cultural que tiene para ciertos grupos raciales representar a través del medio audiovisual sus historias de dificultad y opresión. En el caso de Till, no es solamente una película sobre un caso real importante (el linchamiento de Emmett Till, un niño Negro de 15 años, en Money, Misisipi, en 1955), sino también una realización notable en múltiples aspectos cinematográficos.
Chinonye Chukwu, directora y coguionista, trata una historia trágica de forma responsable, construyendo un relato de heroísmo ante circunstancias parentales horríficas. Como mostró en Clemency (2019), la directora nigeriana criada en Estados Unidos sabe crear espacios en los que reina el silencio y se acumula tensión. Al mismo tiempo, se consolida como directora de actores.
A través de retratos cinematográficos poderosos que enfocan completamente el rostro de la protagonista, Chukwu nos lleva a sentir cada emoción del personaje. Danielle Deadwyler entrega una actuación devastadora como Mamie Till-Mobley, la madre de Emmett Till. En su interpretación resultan punzantes tanto el horror del racismo como el poder inquebrantable del amor maternal. La Academia debió reconocer este pareo perfecto entre director y actriz. – Kenny Díaz
Triangle of Sadness (Dir. Ruben Östlund)
Categoría en la que debió aparecer: actriz de reparto.
“¿Cómo es posible que alguien vea Triangle of Sadness y no nomina a Dolly de Leon?” es una crítica que ha resonado en redes sociales y a la cual me sumo con vehemencia. Nominada en película, guion y, sorpresivamente, dirección, la ganadora de la Palma de Oro es una sátira social donde la frase asquerosamente ricos toma un significado literal cuando los invitados a un crucero de lujo se ven a merced de una tormenta y un capitán marxista.
Abigail, interpretada por de León, es la pieza fundamental de la narrativa, alguien que inicialmente es invisibilizada por un sistema que menosprecia su labor en favor de la comodidad de otros, pero que en el tercer acto toma un rol de liderazgo dictatorial, donde su poder nunca se manifiesta por la violencia, sino en la confianza que tiene en la superioridad de sus capacidades. No solo es una actuación divertida, sino que en sus últimos instantes ofrece uno de los fotogramas más impactantes del año, una representación sublime de la decadencia por el poder.
Aunque la categoría de mejor actriz de reparto es sólida para esta edición, preferir la narrativa de un actor veterano que merece un reconocimiento (lo siento Jamie Lee Curtis) sobre una de las mejores interpretaciones del año es el recordatorio ideal de porque siempre es más el odio que amor hacia las decisiones de la Academia. – Juan Andrés Rodríguez
The Woman King (Dir. Gina Prince-Bythewood)
Categorías en las que debió aparecer: película, dirección, actriz, actriz de reparto, diseño de producción, edición maquillaje, peluquería y vestuario.
Los Premios Óscar suelen ser criticados por la falta de variedad en los géneros y temáticas de las películas nominadas. Aunque este año Top Gun: Maverick (Joseph Kosinski) representa dignamente el cine de acción, resulta frustrante que una producción tan completa como The Woman King haya sido ignorada, incluso en las categorías técnicas donde se esperaba que recibiera mención.
Gina Prince-Bythewood dirige con seguridad una película apasionante. A pesar de algunas subtramas que no terminan de cuajar, The Woman King ofrece escenas trepidantes y bien coreografiadas; exhibe valor de producción en su vestuario, peluquería y escenografía. El montaje también es notable, construyendo un ritmo efectivo que hace la historia aún más disfrutable.
Las actuaciones secundarias de Lashana Lynch y Sheila Atim son memorables. Thuso Mbedu brilla como coprotagonista, mientras que Viola Davis ofrece otra actuación que, si bien no está entre sus mejores trabajos, refleja disciplina y versatilidad. No se explica cómo incluso los Premios SAG le negaron la nominación a mejor elenco. ¿Qué tienen que hacer las artistas negras, frente y detrás de cámara, para que sus trabajos sean dignos de reconocimiento en estas premiaciones? – Kenny Díaz

Antropólogo en formación y cinéfilo de corazón. Su pasión por el cine comenzó después de sentir que no podía moverse de la silla E-3, en la sala 5, el 16 de noviembre de 2016, cuando terminó la función de una peli donde Amy Adams descubre cómo hablar con aliens.
Su director favorito es Denis Villenueve y estaría dispuesto a ver hasta un comercial sobre caries si es dirigido por él (o por Julia Ducournau). Dedica una gran (y absurda) cantidad de tiempo a leer y analizar la temporada de premios, haciendo predicciones sobre películas que ni siquiera se han producido. Cuando la pereza no le gana, hace recomendaciones en su perfil de Insta @j.andres.rt y en el de @subtitulados.co.