Las 25 mejores comedias románticas del siglo XXI
Estamos en esa época del año otra vez en la que el amor ronda por todos lados. Hacia donde miramos, nos encontramos con corazones y cupidos adornando el ambiente. El equipo de Palomita de Maíz hizo una lista de las mejores comedias románticas del siglo XXI para disfrutar en este día especial.
Amélie (Jean-Pierre Jeunet, 2001)
Dirigida por Jean-Pierre Jeunet y escrita por el propio Jeunet y Guillaume Laurant (autor de la historia y coescritor del guion de J’ai perdu mon corps, 2019), Amélie relata la historia de la joven (Audrey Tautou) peculiar y solitaria con un interés por los pequeños detalles y placeres de la vida, y quien usa su ávida imaginación para enriquecer su mundo.
Amélie posee un fuerte sentido de justicia y se dedica a ayudar a los demás tratando de pasar desapercibida y olvidándose de vivir su propia vida. No será hasta que una serie de coincidencias la lleven a conocer a Nino (Mathieu Kassovitz), que perderá el temor, se transformará y abrazará su fabuloso destino. Narrada con una voz en off y con los personajes dirigiéndose a la audiencia, la narración involucra al espectador en la historia. Esta película es divertida, hermosa y refrescante que enseña a disfrutar y apreciar las sencillas cosas de la vida, y recuerda que el amor puede ser una fuerza transformadora. – Eloisa Méndez
About Time (Richard Curtis, 2013)
Basta con leer el título de la película para saber de qué va: sobre el tiempo y el valor de cada segundo que pasamos con nuestros seres queridos. La historia toma el viaje en el tiempo, un concepto usualmente abordado en géneros como la ciencia ficción y fantasía, y lo aterriza en la monotonía de la comedia romántica. Tim (Domnhall Gleeson) es capaz de viajar en el tiempo y alterar su pasado, presente y futuro. About Time termina por exponer cuán indomable es dicho concepto para un ser intrínsecamente definido por la mortalidad.
Sin embargo, el discurso temático de la cinta está influenciado por su género, por lo que las relaciones interpersonales están presentes a lo largo de todo su lienzo. Como toda buena comedia romántica, el filme depende de la capacidad y carisma del talento en pantalla para forjar cierta intimidad con la audiencia, y en ese rubro es que el elenco, complementado por figuras como Rachel McAdams y Bill Nighy, alcanza la meta temática al romantizar la trivialidad. Entre el idiosincrático interés de Richard Curtis por enfatizar la importancia del tiempo y espacio en su corpus y el carisma eléctrico del elenco, About Time encanta y divierte en su camino por contar una historia sobre la necesidad de someterse a la intransigencia del tiempo para disfrutar a las personas con las que decidimos compartir nuestra decadencia. – Alejandro Ramírez
Crazy Rich Asians (Jon M. Chu, 2018)
Rachel Chu (Constance Wu), una catedrática de Nueva York, se ve en la siempre interesante y cinematográfica disyuntiva de conocer a la familia de su novio Nick Young (Henry Golding), para lo que tienen que viajar a una boda en Singapur, el escenario perfecto para los dramas y enredos de toda clásica comedia romántica.
Crazy Rich Asians está envuelta en varios de los tópicos de las comedias románticas que ya hemos visto antes (las diferencias sociales, la protagonista independiente, pero insegura…), pero su encanto radica en el genuino respeto que demuestra por este tipo de historias, además de poner en el centro de la historia una diversidad cultural que Hollywood difícilmente se preocupa en mostrar. – Lourdes Yactayo
Definitely, Maybe (Adam Brooks, 2008)
Esta comedia nos adentra en la historia de Will Hayes (Ryan Reynolds), publicista de treinta y tantos años y divorciado que, ante los cuestionamientos de su hija Maya (Abigail Breslin) sobre cómo conoció a su madre, se ve obligado a repasar su vida amorosa. Como una especie de juego para la pequeña, Will cambia los nombres de las tres mujeres que protagonizan su historia y Maya tendrá que adivinar cuál de ellas es su madre. Al final, Maya no es la única que realiza un descubrimiento sobre la vida de su padre, pues el propio Will se da cuenta de que el amor siempre ha estado ahí, el problema es que a veces estamos tan inmersos en la rutina o aferrados a ideales que nos volvemos ciegos.
Con un ritmo amigable y flashbacks, el espectador presencia la historia y se adentra en el juego de adivinar quién es la madre de Maya. Sin muchas ambiciones, Definitely, Maybe es una cinta sencilla y entretenida que no pretende más que narrar una historia amor, en donde el protagonista triste y resignado por fracasar en el amor descubre que se puede ser feliz a cualquier edad. – Alejandra Cortés
Down with Love (Peyton Reed, 2003)
Una de las comedias románticas más sugerentes y distintivas del siglo XXI en el rubro estilístico, Down with Love está diseñada de pies a cabeza para emular la estética de las comedias hollywoodenses de los años 60. La cinta protagonizada por Renée Zellweger y Ewan McGregor es un incesante espectáculo lleno de ingenio que se mueve al ritmo y precisión de los mejores musicales de la época a fin de explotar tanto el campo visual como el narrativo a través del montaje. La comedia es el punto más fuerte de esta película precisamente porque la estética ostentosa que le rodea está en servicio de ésta.
Down with Love es un retrato posmodernista de la comedia romántica que combina el estilo visual y tropos narrativos clásicos con temas e ideas contemporáneas. La película encapsula la encantadora artificialidad estética del pasado sin caer en la gratuidad debido a las actuaciones dinámicas de Zellweger y McGregor, quienes emanan una sensación de regocijo en todas sus escenas. – Alejandro Ramírez
Easy A (Will Gluck 2010)
Olive Penderghast (Emma Stone) es una estudiante de preparatoria que, tras mentirle a su mejor amiga sobre perder su virginidad, empieza a envolverse en una serie de rumores y mentiras sobre su reputación y sus relaciones con los chicos de su escuela.
Una fresca revisión de La letra escarlata con claros homenajes a las comedias románticas de los 80, East A aborda los temas de la hipocresía puritana, la popularidad juvenil y cómo los rumores se pueden convertir en una peligrosa bola de nieve. Incluye el que es probablemente uno de los dúos de padres más cool del cine (Patricia Clarkson y Stanley Tucci) y la consolidación de una joven Emma Stone como estrella de la comedia y leading actress. – Lourdes Yactayo
Emma. (Autumn de Wilde, 2020)
La ópera prima de la directora Autumn de Wilde es una refrescante y divertida actualización de la novela homónima de Jane Austen, con un guion ingenioso y una puesta en escena hermosa. Protagonizada por Anya Taylor-Joy, Emma Woodhouse es la rica, hermosa, consentida, vanidosa e inteligente estrella de su círculo social que ha jurado no casarse nunca y más bien enfoca su atención en arreglar matrimonios, manipulando y olvidando los sentimientos de los demás. Finalmente, la protagonista entenderá que no se puede forzar el amor a la vez de que se da cuenta de que está enamorada de su viejo amigo, George Knightley (Johnny Flynn).
Parte del éxito de esta nueva adaptación se debe a la química de su elenco y el acertado tono de comedia de su guion. Anya logra que, a pesar de sus defectos y acciones censurables, Emma sea encantadora. Emma. es una de esas comedias románticas que no pierden vigencia y que buscan que el espectador disfrute la frescura de una sencilla, pero ingeniosa historia de amor. – Eloisa Méndez
How to Talk to Girls at Parties (John Cameron Mitchell, 2017)
La comedia romántica más punk es esta dónde Elle Fanning interpreta a una alienígena que empieza a descubrir lo que es ser un humano y junto con ello, lo que es el amor.
How to Talk to Girls at Parties es una “marcianada” que nos trae a una Nicole Kidman sacada de Laberinto (Jim Henson, 1986) y a una serie de personajes de lo más variopintos en Londres durante los años 70. Diseñada para todos los románticos extravagantes que buscan algo distinto, raro e innovador y que están dispuestos a dejarse llevar en un viaje psicodélico a través de las emociones humanas, las filias más extrañas y el mejor punk del cine en los últimos años. Podríamos decir que esta película no es de este planeta. – José Manuel Medina
Imagine Me & You (2005, Ol Parker)
¿Qué sucedería si te enamoras de alguien el día de tu boda? ¿Qué tal si ese alguien es de tu mismo sexo cuando ni siquiera sabías que tenías ese tipo de atracción? Esa es la trama de Imagine Me & You, dónde Rachel (Piper Perabo) descubre que se siente atraída a Luce (Lena Headey), la florista lesbiana que participó en su boda.
En esta comedia más progresista de lo que uno podría creer, el amor es complicado. Nos enseña que a veces la elección correcta puede ser la equivocada, que la atracción sexual tiene más capas de las que uno podría imaginar y que, a pesar de tener miedo, nada es tan importante como la felicidad en una relación. Si algo se aprende de esta película es que los finales felices existen para todas las parejas que se aman honestamente entre ellas. – Carlos Ruiz
Laggies (Lynn Shelton, 2014)
Tenemos etapas en las que todo a nuestro alrededor transcurre de manera casi perfecta, algunas veces esto es real y otras puede ser uno de esos mecanismos que nuestra mente utiliza para protegernos de un golpe. Es sobre esas etapas en las que se cimenta la historia de Laggies, donde Megan (Keira Knightley), una mujer de 28 años, se siente abrumada y decide poner en pausa su vida casi perfecta para vivir en la casa de Annika (Chloë Grace Moretz), su amiga de 16 años, y Craig (Sam Rockwell), el padre divorciado de esta.
Laggies aborda las crisis a la que nos podemos enfrentar, sobre todo al enfrentar aquellas cosas que socialmente se espera que hagamos y lo que realmente queremos hacer, y reflexiona sobre los ideales de una generación que pretende romper los esquemas y la concepción social sobre lo que es la vida adulta. Con personajes construidos naturalmente imperfectos y situaciones identificables, la cinta estrenada en Sundance 2014 deja en el aire la idea de reiniciar y vivir fuera de los parámetros, bajo nuestros tiempos y formas. Alejandra Cortés
Long Shot (Jonathan Levine, 2019)
Fred Flarsky (Seth Rogen) es un periodista escandaloso, terco e idealista que, en su momento más bajo, se reencuentra con su niñera de la preparatoria, Charlotte Field (Charlize Theron), quien casualmente ahora es Secretaria de Estado. Esta reunión resulta en él obteniendo un trabajo como escritor de discursos para ella, dando pie a una conexión especial entre viajes al extranjero, eventos sociales exclusivos y escapadas improvisadas.
Con un guion chistoso, traído a la vida por un Rogen en modo exagerado y una Theron de ensueño, Long Shot destruye las expectativas de género al presentar a la mujer más poderosa de Estados Unidos enamorándose de un hombre común y corriente, y éste aceptando esta disparidad de poder sin problema alguno. Momentos inverosímiles en los que ella aprende de él, él enfrenta sus muchos prejuicios liberales y ambos comparten química envidiable basada en la amistad pura y simple, hacen de esta película una de las comedias románticas más placenteras de los últimos años. – Alessandra Rangel
Love and Other Drugs (Edward Zwick, 2010)
La comedia romántica de 2010 protagonizada por Anne Hathaway y Jake Gyllenhaal utiliza como trama principal el romance entre Maggie (Hathaway), una joven con una enfermedad degenerativa que intenta por todos los medios mantener su dignidad, y Jamie (Gyllenhaal), un vendedor que con una actitud encantadora conquista a todo el mundo. Love and Other Drugs es una historia de esas en las que sus protagonistas se niegan a comprometerse en el amor y solo buscan el encanto de los encuentros casuales, pero todo cambia cuando se conocen, sin poder resistirse a la atracción mutua.
Pese a que la película presenta temas como la adicción al sexo, enfermedades degenerativas y los abusos de la industria farmacéutica – dispuesta a complacer los deseos y sacrificar la ética por aumentar las ventas –, se deja llevar y le otorga todo el peso a la historia de amor, convirtiéndola en una buena comedia romántica. – Alejandra Cortés
Morning Glory (Roger Michell, 2010)
Becky Fuller (Rachel McAdams) ingresa como productora de un programa matutino de televisión dispuesta a modernizarlo, o mejor dicho revivirlo. En su intento recluta al veterano y venerado periodista Mark Pomeroy (Harrison Ford), quien no está necesariamente a bordo de sus planes.
Inesperada e imperfecta, Morning Glory es una encantadora unión entre The Devil Wears Prada (David Frankel, 2006) y Broadcast News (James L. Brooks, 1987). Al igual que ambas cintas, se preocupa más por mostrar las ambiciones laborales de su protagonista y lo difícil que le resulta balancear su vida, en lugar de concentrarse en una relación romántica (aunque presente con Patrick Wilson como el interés amoroso principal). Un ejercicio disfrutable y, por momentos, realmente encantador. – Lourdes Yactayo
Obvious Child
En Obvious Child, la historia romántica inicia justo cuando la película llega a sus créditos finales, aun así, la emoción de la expectativa y la anticipación del enamoramiento se sienten mientras Donna (Jenny Slate) y Max (Jack Lacy) pasan el momento más incómodo y desafortunado de su breve relación: Donna resulta embarazada por su encuentro casual y decide tener un aborto. Mientras que ella está decidida a enfrentar el proceso sola, Max resulta ser un hombre sentato que está interesado en apoyarla en el camino. Así, después de tener un encuentro casual, y entre citas médicas y sentimientos encontrados, ambos desarrollan una relación platónica unidos por algo que pronto terminará.
Es con esta película que Jenny Slate ve el despegue de su carrera y Jack Lacy comienza a distinguirse como el buen partido de la comedias románticas (confirmado posteriormente en proyectos como How To Be Single y High Fidelity), pero es el abordaje de un tema complicado en el escenario de la comedia lo que hace de Obvious Child un clásico moderno. Aquí la relación acaba estrepitosamente para después dar pie al romance y a la posibilidad de un futuro juntos. – Alessandra Rangel
Punch-Drunk Love (2002, Paul Thomas Anderson)
En esta de comedia romántica de Paul Thomas Anderson, Adam Sandler juega del enamorado y Emily Watson de su interés romántico. Como cualquier otro trabajo del director estadounidense, las emociones marcan el ritmo de la trama y el amor en Punch-Drunk Love es su marcapasos.
Barry Egan (Sandler), sufriendo de depresión y obsesionado con tener millas aéreas gratis, conoce a Lena Leonard (Watson). A partir de este encuentro, la actitud de Egan cambia para mejor a pesar de que su vida empeora. Al llegar al clímax, Egan recita una frase que representa lo que el amor ha hecho con él y hace en miles de enamorados: “Tengo amor en mi vida. Me hace más fuerte que cualquier otra cosa que podrías imaginar.” Un relato sobre, para y hecho por los románticos empedernidos. – Carlos Ruiz
Set It Up (Claire Scanlon, 2018)
Harper (Zoey Deutch) y Charlie (Glen Powell) son dos jóvenes que buscan el trabajo de sus sueños. Mientras tanto, deben conformarse con ser asistente de dos explotadores laborales que les ponen en jaque toda su vida social. Cuando se conocen accidentalmente idean un plan: hacer que sus jefes se conozcan y enamoren, dándoles el tiempo libre que tanto merecen.
Claramente lograr que una película con una premisa tan básica y predecible funcione es un logro, pero Set It Up sale con sobresaliente. Con un guion brillante de Katie Silberman, el filme nos recordó lo mejor de las comedias románticas de los 90, auxiliado por la gran química entre sus protagonistas. – Julia Andrade
Scott Pilgrim vs. the World (Edgar Wright, 2010)
Dirigida por Edgar Wright, Scott Pilgrim vs the World presenta a Scott Pilgrim (Michael Cera), bajista canadiense de la banda Sex Bob-omb que conoce a la mujer de sus sueños, la enigmática Ramona Flowers (Mary Elizabeth Winstead), una repartidora estadounidense. Sin embargo, para poder tener una relación estable con ella, Scott debe enfrentarse a sus siete exnovios malvados y derrotarles mientras se prepara para competir en un concurso de bandas.
Michael Cera es el perfecto antihéroe y narrador de la historia, cuya imaginación hace que vea la vida como un videojuego. El estilo característico de Wright está presente en la edición, los movimientos de cámara y la música, haciéndola visualmente fabulosa. Scott Pilgrim es una divertidísima comedia de acción y amor juvenil inalcanzable que se ha convertido en un clásico. – Eloisa Méndez
Spontaneous (2020, Brian Duffield)
Ambientada en un pueblo donde los adolescentes explotan de manera espontánea, esta comedia dirigida y escrita por Brian Duffield presenta la historia de Mara (Katherine Langford), las experiencias que vive a partir de este suceso tan extraño, y el romance que tiene con Dylan (Charlie Plummer).
Una historia agridulce y metafórica sobre los tiroteos en las escuelas estadounidenses, Spontaneous es un relato esperanzador y lleno de juventud al igual que de amor. La relación entre Marla y Dylan, reminiscente de un amor joven y tierno, funciona como la base para una trama llena de giros que, al final del día, nos recuerda el valor de amar y ser amado. Aunque los adolescentes exploten de manera espontánea, la vida debe de seguir y, para poder avanzar, debemos dejar ir a las personas que amamos. – Carlos Ruiz
The Big Sick (Michael Showalter, 2017)
La historia de The Big Sick, en apariencia simple, indaga en varios temas con múltiples dimensiones, sea la perspectiva de razas y etnias en el Estados Unidos contemporáneo, el afrontamiento de las tragedias a nivel personal y familiar, y la forma en la que el amor llena los vacíos de los cuales huimos. Aquí, Kumail Nanjiani crea una versión ficticia de sí mismo, interpretando a un comediante y conducto de Uber en Chicago, que al ser un emigrante pakistaní afronta las imposiciones culturales de su familia. Cuando conoce a la estudiante de psicología Emily (Zoe Kazan), blanca y de clase media alta, desarrollan una fugaz historia de amor un tanto convencional que se ve irrumpida bruscamente por una infección que pone a Emily en un coma.
Kumail se ve involucrado con la familia de Emily en una sucesión de situaciones incomodas, cargadas de un mordaz sentido del humor que funciona para profundizar en todos los personajes y observar cómo afrontan la situación de salud de Emily. El fascinante enfoque que ofrece Michael Showalter crea una melancolía y una situación de vulnerabilidad poco usual en el género. No se trata de las típicas películas adolescentes que tienden a la manipulación con su manejo de la enfermedad de uno de los protagonistas, sino de un estudio brutalmente honesto de que somos inevitablemente dependientes al confort que otros seres humanos nos entregan. – Cesar Guedez
The Duff (Ari Sandel, 2015)
Situada en el escenario típico preparatoriano, The Duff ofrece un mensaje positivo sobre la autenticidad y la aceptación de las circunstancias propias ante las presiones hirientes de una sociedad enfocada en las apariencias físicas y la superficialidad de la mujer ideal (completamente inexistente). Bianca (Mae Whitman) vive una experiencia alternativa preparatoriana rodeada de sus mejores amigas, Casey (Bianca A. Santos) y Jess (Skyler Samuels). Sin embargo, cuando se entera de que es catalogada como la «amiga fea y gorda» (¡¿en qué mundo es esto posible?!) por el resto de la escuela, Bianca deciderle dar un cambio radical a su vida con ayuda de su vecino/exmejor amigo/compañero más popular de la preparatoria, Wesley Rush (Robbie Amell).
Elevada por actuaciones honestas y confiadas a cargo de Whitman y Amell, así como un momento de realización y crecimiento para ambos protagonistas, la película es un mensaje claro y optimista sobre las relaciones sinceras (ambos ofrecen herramientas de crecimiento y confianza al otro) y el valor que cada quién se da a sí mismo como persona. Definitivamente la película cae en tropos comunes, pero el tono ligero, el mensaje positivo y la química entre los actores hacen que sea un visionado reconfortante. – Alessandra Rangel
The Holiday (2006, Nancy Meyers)
Lo que comienza como un descanso de sus responsabilidades en un nuevo ambiente termina con Iris (Kate Winslet) y Amanda (Cameron Diaz), dos mujeres que intercambian casas por el mes de diciembre, dándole una oportunidad al amor.
En este romance de Nancy Meyers, directora legendaria en el género, ambas mujeres exploran una faceta diferente de sus vidas en distintas partes del mundo. Mientras sus exparejas y la sociedad les decían que ya habían llegado al pique de sus vidas, las dos mujeres demuestran que nunca es tarde para dar un cambio. Llena de alegría, romance y gente guapa (Jude Law y Jack Black son los intereses románticos), The Holiday sirve para recordanos que no existe un techo y que, en cuánto a nuevas experiencias en el amor, el cielo es el límite. – Carlos Ruiz
The Kids Are All Right (Lisa Cholodenko, 2010)
La historia de una pareja homoparental, Nicole y Jules, interpretadas por las excepcionales Annette Bening y Julianne Moore, tiene varias capas de contenido brillante que indagan en temas como el funcionamiento de una relación de pareja en cuanto a la confianza y los secretos que se ocultan, hasta la crianza de los hijos, quienes tienen sus propios problemas, como es el caso de Laser (Josh Hutcherson), que quiere encontrar a su padre biológico. El humor recae en el realismo de las situaciones y las vinculaciones que podemos crear con la pareja protagonista: sus problemas son universales y son la prueba de que el amor a veces no basta para preservar eternamente una unión.
Es por esto por lo que la llegada de Paul Hatfield (Mark Ruffalo) cambia su dinámica, y explora lo complejo y a veces contradictorio de nuestro comportamiento cuando se trata de amor y relaciones. La empatía se crea hacia sus personajes porque entendemos constantemente las motivaciones de sus actos sin la necesidad de justificarlas. El mayor logro de la directora Lisa Cholodenko es plasmar su historia con tal naturalidad que el hecho de que la pareja protagonista sea homosexual, se siente plenamente sutil, explorando los tópicos comunes en las crisis de relaciones, sin importar ninguna variable. – Cesar Guedez
The Lobster (Yorgos Lanthimos, 2015)
Una sátira sobre el binarismo y lo estricto que es el amor, la primera película en habla inglesa de Yorgos Lanthimos pone al espectador en la piel David (Colin Farrell), quien, después de perder a su esposa en un amorío, es obligado a encontrar pareja en un hotel/centro de ayuda o convertirse en un animal.
Llena de drama, comedia e interpretaciones frías, pero llenas de humanidad, The Lobster nos recuerda las maravillas y peligros del amor. Una película recomendada para los no-melosos, para aquellos que no temen mostrar su verdadera cara ante el amor. – Carlos Ruiz
To All the Boys I’ve Loved Before (Susan Johnson, 2018)
Algunas comedias románticas no necesitan más que construir su mundo a profundidad para ganarse nuestro corazón. Este es el caso de To All The Boys I’ve Loved Before (2018), la cual pertenece al trillado subgénero de comedias románticas situadas en el ámbito preparatoriano y en las que es común que la trama arranque con una apuesta que resulta en el enamoramiento.
Sin embargo, la puesta en escena de Susan Johnson es nada menos que genérica. El diseño de producción y la fotografía construyen un espacio de capricho colorido en el cual el romance adolescente puede florecer. Esta atención al detalle también se encuentra en la representación sutil de la vida interior de su protagonista, Lara Jean (Lana Condor), una jovencita introvertida que escribe todo lo que no se atreve a decir y que es empujada a enfrentarse al mundo en toda su equívoca gloria. El éxito espontáneo de esta entrega provocó que Netflix produjera sus secuelas, también basadas en las novelas de la autora estadounidense Jenny Han, pero es mi opinión que la cuidada dulzura de esta primera entrega es suficiente para satisfacer a los fanáticos del género. – J. Alejandro Becerra
What If (Michael Dowse, 2013)
What If es de las últimas señales de vida de un género que el desproporcionado panorama hollywoodense contemporáneo ha dejado moribundo. Apostar en grande para ganar en grande o gastar lo mínimo con la esperanza de hacerse presente en la temporada de premios son opciones dentro de las cuales la comedia romántica no encaja en su definición más fundamental. Eso es precisamente lo que es What If y donde yace su encanto: una comedia romántica en su definición más fundamental.
Si bien la película coquetea con la idea de explorar la delgada línea entre cinismo y optimismo, dicho punto temático es una consecuencia de la manera en que sus personajes y el elenco a cargo de interpretarlos se apoderan de la historia. La cinta no cuenta con un concepto sugerente o disruptivo que sirva de gancho, sino que se regocija en ser un vehículo que retrata el carisma, energía y química entre su elenco estelar. La reflexión sobre sus protagonistas (Daniel Radcliffe, Zoe Kazan, Adam Driver y Mackenzie Davis), lo que sus carreras eran en ese entonces, y lo que pasaron a ser casi una década después, permite apreciar cuán bien ha envejecido la cinta, porque la convierte en un suceso extraordinario de talentos conviviendo y desenvolviéndose con la libertad actoral inherente al género. En resumen, What If captura la encantadora simplicidad de la comedia romántica en su máxima expresión. – Alejandro Ramírez

Julia Andrade es cientista política. Le encanta el cine, pero siente una gran fascinación por las «campañas de premios», premios que todos dicen que no les interesan hasta que se encuentran con la posibilidad de ganar uno. Sin formación académica sobre el cine, disfruta mucho de él, aunque los últimos años ha mutado más hacia la TV donde cree que están los personajes más importantes, especialmente los femeninos. La pasión del cine la desarrolla gracias a E.T., la renueva con Cinema Paradiso y la consolida con Persona.