Joyas escondidas del streaming: Juicios mediáticos
El ejercicio de asociar a Netflix con calidad corre el riesgo de ser reducido a una selección contada de películas, e incluso a un grupo mucho más pequeño de series que generalmente terminan canceladas. No obstante, lo que sí sabe hacer el gigante del streaming es crear documentales de crímenes mejor que nadie. Making a Murderer, The Ted Bundy Tapes, The Keepers, El Caso Alcasser, Amanda Knox, American Murder y Unsolved Mysteries son claros ejemplos de esto que, por motivos distintos, han fascinado al espectador.
En esa línea de fascinación, en mayo se estrenó con poco ruido Juicios mediáticos (Trial by Media). Este programa muestra seis juicios (un juicio por episodio) que acapararon la atención de la prensa y del público estadounidense, y cómo es que esta mediatización pudo repercutir en el veredicto.
El primer episodio, Talk Show Murder, presenta un asesinato como consecuencia directa de un talk show de los 90. Subway Vigilante y 41 Shots muestran crímenes en contra de jóvenes Negros y cómo se desarrolla el caso de los acusados.
De hecho, Joker de Todd Phillips recuerda a los sucesos presentados en Subway Vigilante, en la escena del tren en la que Arthur (Joaquin Phoenix) mata a tres hombres y pone en tela de juicio la tensión entre autodefensa y crimen de odio. Por su parte, 41 Shots muestra una realidad que se da a diario en Estados Unidos cuando cuatro policías matan a un joven inmigrante desarmado.
King Richard es el episodio menos interesante y narra la historia de Richard Scrushy, hábil hombre de negocios que resultó ser un embaucador. Por su parte, Blango!, el sexto capítulo, retrata la historia del ex gobernador de Illinois, Rod Blagojevichs, su ascenso en la política local y su caída debido a acusaciones de corrupción. El final inesperado de su historia predice que más temprano que tarde será retratada en una película de Hollywood.
Me detengo para hablar con especial atención sobre el quinto episodio, Big Dan’s. Este rompe el corazón al narrar la historia de Cheryl Araujo, víctima de violación múltiple por parte de cuatro hombres, mientras los testigos los animaban a seguir.
Cheryl pasa a ser la victimaria ante la opinión pública, escenario en el que se le cuestionan injustamente sucesos de esa noche y en donde los violadores se convierten en víctimas por el hecho de ser inmigrantes. Esto la lleva a huir de su pueblo junto a sus hijas, situación que no tendría un final bueno. Este caso inspiró la película de 1988, The Accussed, la cual le dio a Jodie Foster su primer Óscar.
Sobre cada episodio hay una genialidad en la forma en que se muestran archivos reales de cada caso y se presentan entrevistas de los protagonistas en la actualidad. La serie cuestiona los juicios presentados y se pregunta sobre la manera en que la prensa pudo influir en el jurado, ofreciendo un espacio para la reflexión al final de cada capítulo y dejando la duda en el espectador sobre quién es el verdadero culpable.
La serie es valiosa mucho más allá del morbo, ya que no aborda los casos de esa forma. Más bien, el hincapié está en la forma en que los medios explotan los crímenes. Bien se dice en el primer capítulo de Juicios mediáticos: las telenovelas ya no pegan tanto como ver un juicio en la televisión. Una verdadera joya del streaming.

Julia Andrade es cientista política. Le encanta el cine, pero siente una gran fascinación por las “campañas de premios”, premios que todos dicen que no les interesan hasta que se encuentran con la posibilidad de ganar uno. Sin formación académica sobre el cine, disfruta mucho de él, aunque los últimos años ha mutado más hacia la TV donde cree que están los personajes más importantes, especialmente los femeninos. La pasión del cine la desarrolla gracias a E.T., la renueva con Cinema Paradiso y la consolida con Persona.