House of the Dragon 1.04 (recapitulación): King of the Narrow Sea
Disponible en: HBO Max.
Dirección: Clare Kilner.
Guion: Ira Parker. Basado en la novela Fuego y Sangre de George R. R. Martin.
Elenco: Paddy Considine, Matt Smith, Milly Alcock, Emily Carey, Rhys Ifans, Fabien Frankel, Matthew Carver, Roger Evans, Sonoya Mizuno.
Temporada 1, episodio 4.
Palomómetro:
Más información de la serie: https://www.imdb.com/title/tt11198330/
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El siguiente texto contiene spoilers del cuarto episodio de House of the Dragon y algunos de la serie Game of Thrones.
En un episodio más de “la serie en la que pasan cosas” pasaron cosas nuevamente. Ya sé que mi planteamiento es la obviedad de cualquier material narrativo, pero no se me ocurre otra forma de describir una obra en la que suceden tantas cosas a la vez y no podemos más que preguntarnos, ¿estaremos mentalmente preparados para el verdadero clímax de esta serie o ya nos agarrará cansados? También King of the Narrow Sea es el primer episodio dirigido por una mujer, Clare Kilner, y se nota.
El drama prometido
El cuarto episodio de House of the Dragon arranca en Bastión de Tormentas, el asentamiento de la Casa Baratheon, una fortaleza que conocimos por nombre en Game of Thrones y que por primera vez vimos parte de su interior. Rhaenyra (Milly Alcock), Criston Cole (Fabien Frankel) y Borros Baratheon (Roger Evans) llevan a cabo una audiencia para que la princesa escoja a quién tomar como esposo. Rhaenyra se encuentra irritada, pues el desfile de candidatos no satisface sus expectativas. Van desde lores que conocieron a su abuela, hasta niños que son más sanguinarios de lo que aparentan. Exasperada, pide dar por culminado su viaje. De regreso a King’s Landing, el rugido y el aleteo de un dragón revuelven las velas de su navío. Es Caraxes anunciando el regreso de su jinete, Daemon (Matt Smith), a la Fortaleza Roja.
Rhaenyra se emociona por el regreso de su tío a King’s Landing y, escabulléndose entre la corte del rey, es testigo de todo. Daemon se presenta ante el rey Viserys (Paddy Considine) como el recién nombrado “Rey del Mar Angosto”. Lord Corlys Velaryon regresó a Driftmark, su hogar, y Peldaños de Piedra se ha quedado habitado por el oleaje y los cangrejos. Daemon se arrodilla ante el rey y le afirma que Peldaños de Piedra le pertenece al reino en señal de paz. El rey acepta las disposiciones de su hermano y, cual hijo pródigo, celebran un banquete en honor a su regreso. Otto Hightower (Rhys Ifans) es el único insatisfecho con la reconciliación. Vemos que después de cuatro años las asperezas entre la Mano del Rey y el príncipe no se han disipado.
Los dos hermanos se ponen al día junto a Alicent (Emily Carey). Cuando Rhaenyra se une a la conversación, el rey se pone rígido, molesto por la culminación prematura del viaje de su hija. Alicent propone mostrarle a Daemon los nuevos tapices que llegaron al castillo en su ausencia, el rey se ríe y restriega que su hermano no está interesado. Rhaenyra, al no encontrar simpatía por ningún partido, se aleja del grupo y Alicent la sigue. Las dos jóvenes se dan cuenta de que el cariño que guardaban por la otra sigue ahí. Rhaenyra comprueba que Alicent no es enteramente feliz como esposa de su padre y se siente mal por ella. La conversación culmina en buenos términos y la conmovedora reconciliación será de utilidad adelante en el episodio.
Rhaenyra busca a Daemon y él observa que ella aún usa el collar que le regaló en el primer episodio. La princesa cuestiona su regreso, sabe que trae consigo algo más que lograr el perdón del rey; le cuenta sus desgracias en su búsqueda de marido y le confiesa que teme morir como su madre. Aprovecha para echarle en cara que los hombres se casan por alianza política, mientras que las mujeres para engendrar. Daemon le recuerda que no puede vivir siempre con miedo, que de esa forma se perdería las mejores cosas de la vida.
Ahora la princesa se sienta en la mesa en las reuniones del consejo privado. Los consejeros del rey discuten sobre su situación con Corlys Velaryon y la amenaza que significa que él se alíe con uno de los pueblos libres. Determinan que una reconciliación con la Serpiente Marina es urgente. Por la noche, Rhaenyra encuentra en su habitación una bolsa con ropa provinciana y un bosquejo de la parte trasera de su habitación. Gracias al dibujo, encuentra los pasadizos de la Fortaleza Roja que conocimos por Arya Stark (Maisie Williams) durante GoT. Despojada de sus joyas y vestidos, Rhaenyra tiene más de un solo paralelismo con la joven Stark.
Después de seguir el camino, se encuentra con su tío, quien la espera con el rostro escondido en una capa oscura. Huyen del castillo y se infiltran en la vida nocturna de las calles de King’s Landing, como nunca las habíamos visto. La gente se apeñusca entre espectáculos y vendedores nocturnos. Rhaenyra está fascinada de conocer un mundo nuevo. Al mismo tiempo, Alicent cuida de Viserys; las heridas y su putrefacción ahora abarcan más partes del cuerpo del rey.
Los Targaryen siendo Targaryen
En el pueblo, Daemon y Rhaneyra ven una obra de teatro en la que los pobladores presentan su interpretación de la sucesión de la princesa. Rhaenyra se da cuenta de que no solo tiene que lograr convencer de que será una buena reina a los vasallos de su padre, sino también a la gente del pueblo. Daemon la lleva a un burdel y decenas de personas tienen sexo por los pasillos que recorren tío y sobrina. La escena, mitad eufórica mitad claustrofóbica, se yuxtapone con una Alicent satisfaciendo los deseos del rey.
Mientras que en el burdel la tensión sexual se construye poco a poco para que Rhaenyra se sienta lo suficientemente convencida de corresponder al contacto de Daemon, la serie muestra la desgracia en la que ha caído Alicent al estar con un hombre mucho mayor que ella, literalmente pudriéndose, por el que no siente la mínima atracción. Daemon le dice a su sobrina que, si bien el matrimonio es un deber, eso no debe limitarla a buscar el placer por su cuenta. Él y Rhaenyra se besan apasionadamente, Daemon la voltea contra la pared y le baja los pantalones, pero se arrepiente y la deja sola y humillada.
Rhaenyra regresa visiblemente consternada al castillo y se encierra en su habitación. Criston le pregunta si se encuentra bien y Rhaenyra le responde abriéndole la puerta de su aposento y robando su yelmo para que entre a buscarlo. La princesa, aún con la temperatura a tope, se besa con su guardia real y le comienza a quitar la armadura. Cole le da un último vistazo a su capa: sabe que si alguien se entera de lo que está a punto de hacer puede acarrearle graves y mortales consecuencias. Rhaenyra pierde su virginidad en la que yo podría considerar la mejor escena de sexo en GoT y HotD juntos. Si bien los actores no poseen la misma química que Matt Smith tiene con Milly Alcock (sé que esto que digo es problemático), esta escena respeta la intimidad de dos jóvenes sin una diferencia de edad alarmante (bajo los estándares medievales de Westeros), con atracción mutua, consentimiento y sin ser incesto.
Antes de que acabe la noche, un mensaje urgente llega a Otto Hightower remitido por alguien que se hace llamar el “Gusano Blanco”. Al despertar, Otto le lleva la noticia al rey. No se atreve a decirlo, pero termina confesándole que se le fue informado a través de una fuente fiable que Rhaenyra fue vista copulando con su hermano, mientras que Alicent escucha la conversación. Daemon despierta junto a Mysaria (Sonoya Mizuno), la mujer que tomó como amante episodios atrás. La insulta y Mysaria le cuenta que dejó el trabajo para dedicarse a algo con mejores beneficios, mientras recibe el pago del niño que llevó el mensaje a la Mano del Rey. Alicent encara a Rhaenyra, quien le jura que las acusaciones no son ciertas; Daemon no la tocó y sigue siendo una “doncella” (virgen). Mientras que Daemon, aún afectado por el día anterior, es arrastrado hacia el rey. Después de que no niega haber “desflorado” a Rhaenyra, es golpeado y desterrado nuevamente. Alicent por su parte, le cree a Rhaenyra e intenta convencer al rey de que ella dice la verdad.
Como es costumbre, para culminar el episodio, Viserys llama a su hija y la daga de acero valyrio que él porta (que tiene su propio arco argumental en GoT) está adentro del fuego. El padre saca el arma y le muestra a su hija la leyenda que tiene inscrita: “de mi sangre es el príncipe que fue prometido y de él será canción de hielo y fuego” (otro elemento de importancia en GoT). Viserys le recuerda nuevamente su deber por hacer realidad la profecía de Aegon el Conquistador al asegurar la sucesión del trono. Rhaenyra sabe que no está moralmente capacitada para desobedecer a su padre cuando le dice que debe casarse con Laenor (Matthew Carver) y por fin hacer las paces con la casa Velaryon.
Después de reunirse con su hija, Viserys manda a llamar a Otto y lo destituye como su Mano. Le reprocha que sus intenciones siempre han tenido un interés personal y que ahora entiende por qué Alicent fue un consuelo para él después de la muerte de su esposa.
El episodio terminar con un maestre tocando la puerta de Rhaenyra y entregándole un té mandado por el rey que servirá para “acabar con cualquier problema”. El té lo conocimos en GoT como el “Té de la Luna” y básicamente es una infusión abortiva. Así se prueba que el rey le ha creído a Daemon.
Pensamientos generales:
De todos los horrores que este universo ha cometido en contra de sus personajes femeninos, tengo que reconocer que la decisión de colocar a una directora mujer para ejecutar las tres escenas sexuales, que en manos de un hombre habrían podido quedar (más) polémicas, fue la mejor.
Matt Smith no tiene derecho a ser tan atractivo. Su personaje es caóticamente sensual y la química que tiene con Milly Alcock me hace entender a quienes celebran una relación entre tío y sobrina. No, no estoy orgullosa por lo que acabo de escribir.
El episodio hizo bien al mostrar la perspectiva de Alicent sobre su matrimonio. Por ahora, es el personaje que más empatía me ha generado. Mientras, la moralidad cada vez más ambigua de Rhaenyra se está ganando un lugar en mi corazón al que pertenecen las anti-heroínas.
La banda sonora a cargo de Ramin Djawadi mejora en cada episodio. El tema de Rhaenyra es mi favorito.
Sé que es tentador hacer bromas con respecto a que “Westeros es pro-aborto”, pero recordemos que el rey mató a su esposa al someterla a una cesárea. El hecho de que obligue a su hija a abortar va en contra de cualquier principio “pro-decisión”. En la vida real, Viserys sería un político de derecha que prohíbe a las mujeres terminar un embarazo no deseado o que pone en riesgo su vida, pero cuando un posible embarazo amenaza con arruinar la reputación de su familia obliga a la mujer a abortar.
Mercadóloga por profesión, cinéfila por pasión. Amante de las historias y sus múltiples formas de contarlas. Fan de muchas cosas y apologista de otras cuantas. Aunque no estudió una carrera afín, desde adolescente encontró el gusto por escribir sobre libros, películas y series. Es la fan número 1 de Robert Pattinson en Guatemala, cree firmemente que Twilight (2008, dir. Catherine Hardwicke) es una joya incomprendida, y perdió la cuenta de las veces que ha leído Orgullo y Prejuicio o visto la adaptación de 2005.