Deathcember (Festival de Cine MACABRO): 24 cortos de miedo
Directores: Pollyanna McIntosh, Lucky McKee, Julian Richards, Alyosha Saari, Lazar Bodroza, B.J. Colangelo, John Cook Lynch, Steve De Roover, Ruggero Deodato, Sonia Escolano, Isaac Ezban, Florian Frerichs, Rémi Fréchette, Sadrac González-Perellón, Trent Haaga, Juergen Kling, Ama Lea, Lee Sang-woo, Andreas Marschall, Annika Marx, Bob Pipe, Jason A. Rostovsky, Dominic Saxl, R. Zachary Shildwachter, Milan Todorovic, Michael Varrati, Vivienne Vaughn, Sam Wineman
País: Alemania
Más información de la película: https://www.imdb.com/title/tt9301428/
Deathcember es una recopilación de cortos que cuentan, desde la óptica de 24 directores, los infortunios y lados oscuros de las fiestas decembrinas. Es de destacar que este conjunto de cortos solicitó ayuda a través de Kickstarter para el financiamiento de algunas partes, particularmente para las animaciones que conducen la cinta.
Como colección de cortos, Deathcember es buena a secas. Los géneros que abordan van desde el terror hasta ciencia ficción, siempre teniendo como hilo conductor las fiestas decembrinas. Aunque todas las historias son de buena calidad en sus aspectos técnicos y artísticos, hay algunas que destacan por su temática, estilo y mensaje:
Villancicos de Isaac Ezban
Corto divertido que presenta una discusión sobre la eutanasia y la preservación de la vida a toda costa. Un relato que prácticamente carece de diálogo y que, sin embargo, presenta una historia coherente y poderosa.
Crappy Christmas: Operation Christmas Child de Juergen Kling
Corto animado que cuenta la historia de un niño que es secuestrado en plena Navidad por un grupo de pederastas. Un relato que termina como empieza: con un dolor en el corazón por la forma cruda en que suceden las cosas. Aunque esencialmente se trata de un tema trágico, la forma en que lo presentan es casi como comedia; una con humor negro que raya en lo grotesco.
The Hunchback of Burg Hayn de Bob Pipe
El corto en blanco y negro con estilo retro de los años 20 presenta la historia de un jorobado y lo que le sucede minutos antes de ser quemado vivo por la muchedumbre enfurecida. Antes de ser lanzado a la hoguera, un emisario del rey llega con un perdón, el pueblo aplaude lo milagroso del evento y aquello desemboca en una fiesta de proporciones épicas.
Al final, todo resulta ser un sueño del pobre Jorobado. Su estilo, humor, la forma en que evoca el cine de los años 20 y su final lo convirtió de manera inmediata en uno de mis favoritos.
Aurora de Lazar Bodroza
Más cercano a la ciencia ficción que al terror, este corto se desarrolla 300 años en el futuro. Se enfoca en una piloto norcoreana que busca conquistar un desolado planeta en Alpha Centaury. Intenso y con un tono que en principio emula a una propaganda norcoreana, termina siendo una sutil crítica al régimen de Kim Jong-un.
Craker de John Cook Lynch
Igual que el corto anterior, Cracker es ciencia ficción. Ambientado en el espacio exterior, la historia se desarrolla en una colonia espacial que ha perdido el rumbo, alejándose cada vez más del sol. En esta colonia habita una familia que en la cena de Navidad está participando un juego. Es un corto divertido que muestra su gran enigma al final: para evitar que los recursos limitados de la colonia se agoten, el juego decide quién vive y muere.
Todos los cortos son buenos. Breves, pero muy claros en el mensaje que pretenden dar. Como segmentos independientes son destacables, similar a lo que se logra en los mejores cortos de Death, Love and Robots. No obstante, cuando se considera Deathcember como un todo, se siente larga y sin una conclusión general clara.
Cada corto ofrece una historia tan completa y satisfactoria que en muchas ocasiones se tiene que mirar al menos un par de ocasiones para atrapar todos los detalles. De esta manera, la cinta se vuelve larga si uno pretende mirarla en una sola sentada.
Deatchcember es un claro ejemplo de que a veces no es necesario dar un hilo conductor a una serie de cortos; máxime si el hilo conductor está compuesto por imágenes de CGI relativamente modestas. Sería un grave error intentar ver este proyecto como si fuera una cinta, por el contrario, es una excelente opción para ver poco a poco, lista para la temporada navideña que se aproxima.

Iván Paredes es economista, esposo, padre de familia y cinéfilo. Ha colaborado en múltiples blogs sobre pobreza, arqueología y su zona favorita de la ciudad de México, Tacubaya. Ha estado involucrado desde el inicio en Palomita de maíz, presentando sus opiniones sobre el estado del cine mexicano y la relación entre el cine y la economía. Fanático de las películas mexicanas e intentando ofrecer una mirada descubridora del cine latinoamericano, en sus planes futuros está grabar un corto. Entre sus cintas favoritas se encuentran Niños del Hombre (2006), Soylent Green (1973) y Macario (1960).