Euphoria 2.08 (recapitulación): All My Life, My Heart Has Yearned for a Thing I Cannot Name
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Temporada 2, episodio: 8
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Descansa en paz, segunda temporada de Euphoria. Después de ocho semanas llenas de emociones extenuantes, el programa de Sam Levinson cierra su segunda temporada con una ejecución excelente en ciertas tramas, pero con la marca de los problemas que viene arrastrando desde los comienzos de la temporada. Una parte de mí anhela que las subtramas que no se resolvieron en este capítulo obtengan alguna clase de resolución en un futuro, pero, aunque tengan un cierre natural, ya sería demasiado tarde. ¿Por qué abrir historias y no terminarlas? Lo peor es que, en el caso de Euphoria, estas tramas se sienten a la deriva, como si todo el mundo se hubiera olvidado de su existencia.
Este capítulo pasa por un rango de calidad que fluctúa de excelente a decepcionante, llegando a un nivel de vergüenza narrativa que no encuentras ni en Riverdale. Empecemos con lo mejor y dejemos lo vergonzoso hasta el final.

Lexi (Maude Apatow) y Rue (Zendaya) son los personajes que terminaron fuertes. Es sorprendente que hayan tenido tan poco tiempo juntas esta temporada y, aun así, su relación amistosa se haya convertido el corazón de la serie. Después de que la intervención de Cassie (Sydney Sweeney) detiene la obra de su hermana menor, provocándole una crisis nerviosa, Rue empieza una bulla en el teatro que inspira a Lexi a continuar con la obra.
Por su parte, es Lexi quien le da fuerzas a Rue para mejorar su vida después de la manera en que la destrozó en episodios pasados. En una escena que demuestra que la fortaleza real de la serie se encuentra en sus momentos íntimos y no en bombas dramáticas, Lexi y Rue tiene una conversación en la que cambian sus roles: si en el pasado era Lexi la que ayudaba a Rue, en esta escena es Rue quien apoya a Lexi, dejando que la chica que suele preocuparse por lo demás obtenga un respiro y llore sus frustraciones en el hombro de una amiga. Una resolución perfecta para un arco argumentativo que se construyó delicadamente y con el tiempo suficiente.
De ahí pasamos a Cassie Una de las tramas más interesantes de la temporada se hundió bajo el peso de un mal manejo de sus momentos finales. Cuando Cassie interrumpe la obra de su hermana, causa la desmoralización completa de Lexi al hacerla de menos por no tener ‘problemas reales’ como el resto del mundo. Esto lleva a que Maddy (Alexa Demie) active su modo “me voy a poner violenta” y le propine tremendos golpazos a Cassie. A pesar de haber llegado dos semanas tarde, se aprecia que el Super Tazón de Euphoria se haya manifestado.
A pesar de que esto da una conclusión violenta a la relación entre dos mejores amigas, se sintió bien ver a Maddy poner en su lugar a Cassie. De todas maneras, este momento quedó a deber ya que solo vemos el después: Cassie con rasguños en la cara y con la nariz ensangrentada, mientras que Maddy está inmaculada, como si no hubiera sucedido nada.
No hay una verdadera confrontación entre ambas donde quede en claro el porqué de las cosas y no hay catarsis para los personajes, o al menos no uno que el espectador presencie. En vez de eso, ambas tienen una conversación en la que Cassie se jacta de que, a pesar de haber causado tal estruendo, Nate ya había terminado con ella. Ante esto, Maddy, tal cual Zendaya en Dune, le responde “esto es solo el principio”. Así como Cassie se quedó sola en el baño, yo quedé preguntándome, “¿Qué acaba de suceder?” Todavía busco las respuestas a tal incógnita y temo no encontrar respuesta hasta que llegue la tercera temporada porque la línea es demasiado vaga. ¿El principio de qué? ¿La relación de Cassie con Nate? ¿La redención de Cassie? ¿El principio del final de Cassie?

Por cierto, si queremos hablar de una mala planeación, ¿qué onda con Nate Jacobs? Siendo menor de edad, portando un arma que no es suya y bebiendo mientras maneja, Nate se reencuentra con su padre (Eric Dane). Aquí, se enfrentan en un juego de… ¿gato y ratón? No tengo la más mínima idea. La colocación de esta escena se siente tan extraña y alejada de todo lo demás que no cuaja. Lo peor es que no representa una gran resolución para ninguno de los dos personajes.
Viendo como Nate llegó a ciertos límites morales para asegurarse de que las actividades sexuales de su padre no salieran a la luz, se siente muy anticlimático que su arco de la temporada –al parecer tenía uno– termine con él entregando a su padre a la policía gracias a una memoria USB que contiene todos sus videos. Más frustrante aún es que el retrato que hicieron de Cal Jacobs en aquellos episodios de la primera mitad de la temporada se siente desperdiciado con este final. Más que un elemento enriquecedor del personaje se siente como un mal necesario que el guionista utilizó para llegar a este momento. ¿Y Nate? Bien, gracias, disfrutando del deus ex machina que obtiene por ser un varón blanco heteronormativo y tóxico.
Finalmente, llegamos a la cúspide de la absurdidad en Euphoria. El momento en el que mis ojos rotaron tan fuerte que pude ver el interior de mi cerebro mientras este temblaba de vergüenza ajena: la trama de Fezco (Angus Cloud).
En la recapitulación pasada me quejé de que su historia arrastraba el ritmo del episodio y que, a mi parecer, sus escenas solo fueron incluidas para establecer algo para el episodio final. Mi profecía se volvió realidad cuando, al inicio del episodio, Ashtray (Javon “Wanna” Walton) asesina a Custer (Tyler Chase) al temer que vino a dañar a Fez. Al menos Faye (Chloe Cherry) sirvió de algo en esta temporada al decirle a Fez que Custer estaba tramando algo – nunca dice concretamente que es informante de la policía, pero Fez lo deduce. En cambio, Ash, fuera del primer episodio, no hizo mucho.
Algo que Ash sí logró fue ser el centro de una de las escenas más “impactantes” y ridículas de Euphoria: en medio de una redada de policías, el niño se encierra en un baño, armado hasta los dientes. ¿Por qué? No tengo idea. Su personaje había mostrado un sentido de protección hacia Fez, pero el llevarlo de ‘defender a Fez cuando se encuentra en una situación peligrosa con Mouse’ a ‘tomar un arma semiautomática y disparar a policías a través de la puerta de un baño’ hay un océano de diferencia.

Fue en este momento en el que la serie perdió parte de su credibilidad, en especial comprendiendo cómo un momento como este no habla de temas importantes sobre la adolescencia o la adultez temprana, sino que se enfoca en sorprender al público con la muerte innecesaria, exagerada y sinsentido de un personaje que nunca tuvo la suficiente relevancia temática para recibir un momento de tal ímpetu como este.
All My Life, My Heart Has Yearned for a Thing I Cannot Name fue como el final de Game of Thrones, en el que el camino desvarió para ciertos personajes y los cambió antes los ojos de la historia y los espectadores. Sin embargo, como su final ya estaba pactado tuvieron que crear contracciones para que terminaran donde el guion lo pedía y no dónde la historia los había llevado orgánicamente. De esta manera se crea un final anticlimático y fuera de lugar.
¿Será que Euphoria ha cruzado un punto de no retorno? No tengo idea, pero tenemos por seguro que, a diferencia de Ashtray, sigue viva. La serie fue renovada para una tercera temporada que llegará en 2024. A pesar de haber sido fan de varios momentos de esta temporada, espero que en la tercera temporada volvamos a aquellos bellos tiempos en los que Euphoria estaba bien escrita, planeada con antelación y sin dramas detrás de escenas que complicaron la relación tan tumultuosa que he desarrollado con esta serie a lo largo de estas largas y tediosas primeras ocho semanas del año.
Impresiones rápidas:
* ¿Y Kat (Barbie Ferreira)? Bien, gracias.
* ¿Y Ethan (Austin Abrams)? Triunfando, como siempre (excepto cuando Kat terminó con él).
* ¿Y McKay (Algee Smith)? Con la esperanza de encontrar un círculo de amigos que vayan en su mismo grado.
* ¿Y Laurie (Martha Kelly)? Siendo arrestada fuera de escena, supongo.
* ¿Y Elliot (Dominic Fike)? Ahí dando conciertos cómo el Chico de la Guitarra que siempre ha sido.
* ¿Y Jules (Hunter Schafer)? ¡Ay! Esto si dolió un poco. Su personaje no tuvo presencia después del episodio cinco y en este no tuvo más que uno o dos diálogos. Su rol tal vez haya sido relevante, pero me apena ver cómo la han dejado a un lado.
* Al inicio de esta temporada me pregunté qué cosas nos iban a traer los nuevos personajes. Aparte de la relevancia sorprendente de Faye, nadie hizo algo sustancial en sus respectivas tramas. Ni Elliot ni Martha eran personajes necesarios en la historia de Rue, pues cualquier otro personaje pudo haber ocupado sus puestos sin cambiar algo. Una pena porque ambos personajes estaban posicionados para tener roles importantes, pero no lograron nada.

Nacido en un pueblo pequeño sin cine, Carlos se enamoró del séptimo arte de manera gradual, llegando al apogeo en medio de su adolescencia. Fanático del cine de género, su pasión por el cine no conoce límites, pasando a medios televisivos y literarios, películas clásicas y modernas, ganadoras del Óscar, y las peores del año. Su segunda pasión es escribir sobre las cosas que le gustan y celebrar estas pasiones con gente que las comparta.