Euphoria 2.07 (recapitulación): The Theater and It’s Double
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Temporada 2, episodio: 7
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Después de estar tanto tiempo relegada a las fronteras de tramas durante la temporada pasada, Lexi (Maude Apatow) finalmente tiene su momento bajo la tramoya en The Theater and It’s Double. Después de lo que parece haber sido una eternidad, la obra de Lexi se estrena y, ante el deleite del público, es todo un éxito. Lo que en un principio parecía ser un evento que podría ser utilizado de manera barata para crear drama y tensión terminó siendo un suceso en el cual, al igual que Lexi, varios de los personajes que hemos visto sufrir durante esta temporada llegan a un momento de catarsis y superación personal. En pocas palabras, internalizaron sus sentimientos encontrados y experiencias personales para llegar a un punto de inflexión que no habíamos visto antes.

En episodios pasados aprendimos que Lexi estaba creando esta obra para poner un alto a la manera injusta en que todas sus amigas la hacen a un lado. Durante el transcurso de la temporada se dieron pistas sobre cómo iba avanzando e incluso se levantaban sospechas sobre qué iba a suceder. Por mi parte, creí que sería un festival de revelaciones en el que Lexi dejaría mucha información sobre su situación social y familiar, poniendo a todas las personas que conoce en una mala posición, incluida ella misma. Ante mi grata sorpresa, nada de esto sucedió.
Después de lo que ha sido una temporada con altos y bajos, con personajes que aparecen y desaparecen a la conveniencia de Sam Levinson, The Theater and It’s Double fue un oasis en medio del desierto, distinto a los espejismos que eran los episodios pasados. Incluso, se logró una revitalización de Euphoria, cambiando roles y métodos de ejecución sin necesidad de explicar el porqué. La respuesta es sencilla: es el episodio de Lexi.
¿No hay narración por parte de Rue (Zendaya) fuera de un par de líneas? Es el episodio de Lexi. ¿Por qué no hay flashbacks? Porque la obra de Lexi funciona como la columna vertebral del episodio. ¿Por qué este episodio es tan bueno? Porque va sobre Lexi.
Lo mejor de todo es cómo, a pesar de que el episodio tiene la excusa perfecta para enfocarse completamente en una persona, los eventos que transpiran afectan al reparto principal y muestran la manera en que la obra les ayuda a expiar sus dolores. Por ejemplo, tenemos a Lexi quien finalmente se vale por sí misma y obtiene algo que la define ante los ojos de la gente fuera de ser la ‘buena amiga.’ En este episodio la vemos frenética, seria y dramática; una theater kid en su estado más puro. También se explora la manera en la que lidia con la pubertad y la relación con su padre, elementos que la vinculan aún más con su familia.
De la misma manera, no solamente vemos su versión de los personajes de Euphoria High (sé que su escuela tiene otro nombre, pero a nadie le importa. Se llama Euphoria High y punto.), sino que también observamos la importancia y representación que Rue, Cassie (Sydney Sweeney), Maddy (Alexa Demie) y Kat (Barbie Ferreira) tienen en la vida de Lexie. Contrario a lo que imaginaba, Lexi no refleja la toxicidad de cada una de sus amigas y, en su lugar, utiliza el espacio teatral para explorar las virtudes que estas relaciones le han ofrecido, en especial la de Rue, Maddy y Cassie (sabemos que Kat ni fu ni fa de relevancia en esta temporada).

Vemos cómo Rue es confrontada por su madre en un momento de honestidad y dureza parental en el cual la matriarca le deja claro que, en caso de que vuelva a recaer en las drogas, no volverá a estar ahí para levantarla. Mientras tanto, la obra explora su relación con Lexi y vemos que la razón por la que siempre están ahí para la otra es por su conexión como amigas. Rue y Lexi han tenido momentos de intimidad que solo las mejores y más fuertes amistades tienen y, al parecer, en orden de venerar esa memoria e intentar rescatarla del profundo agujero en el que se encuentra, Lexi sigue buscando a Rue.
Asimismo, tenemos a Maddy, quien confronta su futuro al declarar que quiere irse del pueblo dónde vive, lo que la lleva a despedirse de Theo (Yukon Clement), el niño al que cuida, y Samanta (Minka Kelly), la madre del niño, quién se convirtió en un modelo a seguir. Deseándole lo mejor en la vida, Samantha le regala uno de sus vestidos, un gesto que llega al corazón para cualquiera que conozca al personaje tanto como su servidor (ella es uno de mis protagonistas favoritos). Mientras tanto, la obra explora cómo Maddy ha servido de modelo a seguir para Lexi, una clase de guía que le enseñó a ser más segura de sí misma.
También se explora la larga relación entre Cassie y Maddy. Esta parte del episodio funciona para lograr comprender la verdadera tragedia del triángulo amoroso Cassie-Nate-Maddy: el final de la amistad entre Maddy y Cassie. A través de los ojos de Lexie, observamos lo cercanas que eran. Esta idea entonces se contrapone con un flashback: el momento en el que Maddy se enteró sobre Cassie y Nate. En vez de generar una escena donde ambos personajes se pelean por un hombre, lo que se presenta es el rompimiento de una alianza más fuerte que cualquier noviazgo. Maddy, con el corazón roto, le pregunta a Cassie cómo pudo hacerle esto, cómo puede salir con Nate después de todo el dolor que le ha causado, sabiendo la clase de daño que puede provocar.
Sin embargo, Cassie cree que eso no sucederá con ella. Esto se demuestra gracias a la exploración que se le da a su relación con Nate ahora que viven juntos. Ella es la encarnación de todo lo que Nate busca en una novia: sumisión, sensualidad y aceptación. Cassie, siendo víctima de su propio anhelo por una aceptación masculina, se deja influenciar por Nate, quien la lleva por la vida como alguien que existe para satisfacer sus deseos y reconfortarlo, por ejemplo, cuándo tiene una pesadilla en la que se presenta la idea de que su padre tiene un poderío psicosexual sobre él. Cosas normales de pareja, ya saben.
Al final de la obra, se presenta un número musical como ningún otro. En este, Ethan (Austin Abrams), interpretando al personaje que representa a Nate, se suma a otros actores para realizar una versión homoerótica de “Holding Out for a Hero” de Bonnie Tyler. Es así como Ethan, entre aplausos y pasos de baile tan atrevidos como fascinantes, plasma una burla a la sexualidad oprimida de Nate, quien abandona el teatro. En un intento por consolar a su “amado”, Cassie le pide que regrese, pero Nate, enojado por lo que acaba de ver en la obra de su hermana, rompe con ella.

Este episodio funciona en varias instancias, pero, a pesar de esto, siento que no funciona del todo. Para empezar, está “sobre-dirigido”, si tal término existe. Las técnicas cinematográficas que Levinson y Marcell Rév utilizan para entremezclar la realidad con lo teatral distraen más de lo que envuelven. En varios momentos no entendía lo que el programa quería decir al usar técnicas superficiales y abstractas.
La trama de Fez (Angus Cloud) también falla. Mientras que todo el episodio va a una velocidad que no se detiene, esta parte se siente lenta. Custer (Tyler Chase) visita a Fez mientras se prepara para ir a la obra y, tal y como se espera después del capítulo pasado, algo malo va a suceder. ¿Qué va a ser eso? Quién sabe, pues se decidió guardar la sorpresa para el capítulo final.
Cabe destacar que, a pesar de estos problemas, este episodio me ha parecido uno de los más disfrutables de la temporada. Tal parece que la Euphoria de antes da señales de vida. ¿Me apena que esto suceda en el penúltimo episodio? Sí, en especial al pensar en todas las tramas que tiene que cerrar. Aun así, no cambiaría este capítulo tan creativo y character-driven por nada, con todo y sus fallos.
Impresiones rápidas:
* ¿Por qué mostrarnos que Kat se convirtió de nuevo en una cam girl mientras baila en cámara lenta en frente de su laptop usando solamente lencería? No tengo la más mínima idea.
* Un aplauso para Suze Howard (Alanna Ubach), quien se robó escena tras escena con sus reacciones de la obra. Oficialmente es uno de los personajes adultos que más disfruto ver.
* El presupuesto para la obra de Lexi de seguro cerró Euphoria High. No tengo dudas y tengo, por lo menos, un episodio lleno de pruebas.
* Me alegra ver que Austin Abrams, después de estar dos temporadas sin hacer mucho, encontró una manera de lucirse, aunque sea por un episodio. Vale la pena destacar el fervor y energía que transmitió.

Nacido en un pueblo pequeño sin cine, Carlos se enamoró del séptimo arte de manera gradual, llegando al apogeo en medio de su adolescencia. Fanático del cine de género, su pasión por el cine no conoce límites, pasando a medios televisivos y literarios, películas clásicas y modernas, ganadoras del Óscar, y las peores del año. Su segunda pasión es escribir sobre las cosas que le gustan y celebrar estas pasiones con gente que las comparta.