Entrevista con Rebeca Lindenfeld – la postproducción de sonido: el arte invisible
Rebeca Lindenfeld es una ingeniera de sonido venezolana. Desde pequeña le gustó el cine y la música. Quería ser actriz, pero después se dio cuenta de que deseaba estar detrás de escena y juntar su trabajo con las ciencias, su otra pasión. Así fue cómo estudió Ingeniería de sonido en la American University en Washington D.C., Estados Unidos.
Lindenfeld construyó su carrera en el cine de manera accidental, pues su interés inicial era grabar música: “Como no podía trabajar por mi estatus de estudiante, aproveché pasantías en diferentes áreas de audio, llegué al diseño y edición de sonido para cine y televisión y me enamoré de inmediato. Me parece que era [la actividad] perfecta para combinar con la física.”
Después de graduarse y trabajar en la mezcla de sonido de los comerciales de ABC, Lindenfeld se reubicó en España, dónde actualmente trabaja en Deluxe Spain como editora de diálogos. Sus éxitos profesionales como asistente de edición de sonido y editora de diálogo abarcan El desorden que dejas (2020), La voz humana (Pedro Almodóvar, 2020), Veneno (2020) y Madres paralelas (Pedro Almodóvar, 2021).
Palomita de maíz se complace en presentar esta conversación con Lindenfeld, en la cual platicamos sobre sus inicios y trayectoria, y la importancia del sonido en el cine y la televisión.

Palomita de maíz ¿Qué es la ingeniería de sonido y en qué consiste el proceso de postproducción al que te dedicas?
Rebeca Lindenfeld: La ingeniería de sonido tiene varias ramas. Específicamente, la postproducción de sonido para cine y televisión diría que se divide en tres etapas: la edición de diálogos, el diseño de sonido y la mezcla de sonido.
La edición de diálogos consiste en obtener un diálogo homogéneo, sin diferentes sonoridades con los cambios de planos, sin ruidos de fondo que molesten al espectador y con un nivel adecuado para que se disfrute y entienda. Esta es mi área de especialidad. Hacemos una primera pasada de diálogos que es justamente para que todo sea homogéneo, también es una guía para saber dónde colocar los efectos de sonido y dónde colocar los ADR, que serían las líneas de diálogo que no salieron bien y que se necesitan que el actor o actriz vuelva a grabar, ya sea por un ruido, mala pronunciación o porque se desea cambiar o agregar texto.
En la segunda pasada, se hace “la microcirugía”. Se quitan ruidos de fondo o sonidos de la boca o labios al hablar, entre otros elementos que no pertenecen a diálogo. El M+E sería el doblaje de la película, en donde, si quitamos todos los diálogos, el resto de los elementos sonoros deben ser iguales.
El proceso de diseño de sonido lo dividiría en dos partes: la primera es el diseño y montaje de sonido con efectos de librería, en donde se colocan ambientes, por ejemplo, una escena en un parque de una ciudad en la que se coloca el sonido del tráfico y la brisa, y efectos concretos, como el sonido de un columpio o cuando pasa una bicicleta. Luego está el Foley, que son los sonidos más orgánicos, por ejemplo, vasos u otros utensilios, y movimientos de ropa. A diferencias de los efectos de librería, estos los graba un artista Foley en sincronía con la imagen y, posteriormente, se verifica la sincronización. La segunda parte sería la edición, donde se interviene la parte musical, tanto para canciones como la banda sonora propia del proyecto.
El último paso de la cadena sería la mezcla de sonido en donde se incorporan todos los elementos –tanto diálogo, efectos y música– a un nivel estándar, dependiendo de qué medio, cine o plataforma lo distribuya. Incluso entre plataformas de streaming hay diferentes parámetros a cumplir. Se colocan efectos como la reverberación. Por ejemplo, si están en un gimnasio de básquet donde la reverberación es muy grande, hacen compresiones para que el rango dinámico sea adecuado y el espectador esté cómodo con el volumen y no tenga que subir o bajarlo constantemente.
¿Cuáles son los límites y las diferencias entre el sonido y la banda sonora? ¿Cómo se complementan?
Las canciones conocidas o de librería vienen elegidas por el montaje de video. En sonido se mezclan y editan. Sobre la banda sonora, normalmente el compositor o compositora nos manda la música hacia el final. Se trabaja con una guía de cómo va a ser el feeling de cada pieza, pero realmente no escuchamos la banda sonora definitiva hasta que se llega al proceso de mezclas. Lo bueno es que se hacen pocas modificaciones o ediciones porque están compuestas para la imagen en pantalla, es decir, van en concordancia con la intensidad de la escena. Se deben mezclar para que no tapen el diálogo, ya que el diálogo siempre es lo más importante, aunque se resalta lo que el director desee.
El sonido, la música, el ritmo y las palabras brindan autenticidad, ¿cuál es para ti el significado emotivo y simbólico del sonido en el cine?
Como editora de diálogo, veo el programa o la película sin nada, totalmente plano, y no te puedes imaginar la diferencia cuando se agregan los efectos y la música. Obviamente está la emoción de los actores, pero los efectos de sonido y la musicalización llevan al ambiente, al lugar específico de la escena. Por ejemplo, en una fiesta, cuando se edita el diálogo no hay nada, y realmente sin esos elementos no llama la atención. Los efectos llevan al espectador a sentirlo real, permiten verdadera conexión entre el espectador y lo que trasmite la película.
En CODA (Sian Heder, 2021) una escena muestra la perspectiva de la familia sorda. Allí se puede notar el aporte del sonido, ya que desde su perspectiva no se escucha nada, sientes que falta algo y resulta hasta incómodo, aunque por supuesto esa fue la intención. Es un buen ejemplo de la importancia del sonido y la reacción emocional que tiene. Si falta algún elemento, la película no es la misma, siendo el sonido un elemento más sublime. Por eso le llamo el “arte invisible” porque tiene que estar muy bien realizado para que sea lo más natural o realista posible.
Al momento de recibir el material, ¿cuáles son los errores más comunes durante la etapa de rodaje que complican la etapa de postproducción de sonido?
No se le da importancia al sonido o no lo involucran desde la preproducción. Los sonidistas deben ir a la locación donde se va a rodar para verificar las condiciones. Muchos errores son porque no se consulta al equipo de sonido con anticipación y este no tiene la oportunidad de compartir su opinión sobre la locación o el vestuario. Por ejemplo, el utilizar lavallier, que se esconde en las prendas, influye en el tipo de corte, escote del diseño o tipo de tela que hace cierto ruido al rozar. Como el vestuario no se puede confeccionar de nuevo, entonces el departamento de sonido tiene que enfrentar muchos problemas.
Además, está la cultura de que “todo se puede corregir en postproducción”. Luego se dan cuenta y se molestan cuando hay que regrabar diálogos porque las condiciones no fueron correctas y el material no sirve. Hay que considerar al sonido desde la etapa temprana del proyecto para evitar problemas económicos y mantener la actuación original, pues muchas veces con el ADR no se consigue la misma emoción del set. Podemos arreglarlo, pero ese tiempo podríamos ocuparlo en aspectos creativos y no en situaciones técnicas. Sonido es el perjudicado porque necesitamos el montaje final para mezclar y editar, por lo tanto, somos los últimos de la cadena.
¿Cuál sería para ti la importancia del silencio oportuno y adecuado en una escena o proyecto audiovisual?
Saber usar el silencio es un balance interesante. Igual que muchos efectos en películas de guerra donde necesitas las bombas y ese ruido para demostrar lo que está pasando, también aporta muchísimo el silencio. Por ejemplo, cuando vemos la perspectiva del personaje y cae una bomba cerca, luego se presenta el tinitus o el pitido en el oído. Ese uso del silencio me gusta mucho porque te sientes como el personaje en ese momento y sientes las bajas frecuencias. Todos los efectos son geniales, pero hay que saber aprovechar el silencio para no aturdir y contar la historia de una manera diferente.
Hablando de efectos sonoros, ¿cuáles son los que quieres aprender o aplicar?
Todo lo que es de Star Wars y Marvel. Mi sueño es trabajar en Skywalker Sound, donde se hacen el sonido de estas películas.
Efectos muy abstractos me llaman la atención, como los de WandaVision (2020), que no existen en la realidad y que se hacen mezclando diferentes sonidos que uno nunca se imaginaría que pudieran existir. Es muy creativo y caracterizan al personaje, como el martillo de Thor, que tiene un sonido específico que lo identifica.
Entonces, te encanta la ciencia ficción. ¿Qué género cinematográfico dirías que resalta o destaca un buen diseño de sonido?
En general, las películas de acción, superhéroes y ciencia ficción como Duna (Denis Villeneuve, 2021), que no existen en la realidad, los resaltan más. Me gustó mucho el sonido de Belfast (Kenneth Branagh, 2021) y su edición de diálogo. Es una película simple desde el punto de vista de efectos, pero que cuenta perfectamente la historia a nivel de sonido.
Madres paralelas (Pedro Almodóvar, 2021), que fue una de las películas en las que trabajé, estuvo nominada a Mejor sonido en los Premios Goya 2022. ¿Cómo es que una película que muestra cotidianidad puede quedar nominada? Sin darte cuenta, la naturalidad te conecta con la película.

¿Cómo estuvo el ritmo de trabajo durante la pandemia?
Cuando empezó la pandemia, teníamos cosas que se habían rodado, por lo que no paramos. En ese momento estábamos con El desorden que dejas de Netflix. Después empecé como editora de sonido y efectos para Veneno de HBO+, que es de mis proyectos favoritos. Ellos no habían terminado de rodar, por lo que hubo un mes donde dejamos de editar y volvimos en julio. Después los rodajes comenzaron con sus protocolos. Sin embargo, en postproducción de series no nos vimos afectados, más bien hubo mucha demanda en cuanto al streaming. Tuvimos suerte a diferencia del cine.
En enero de este año, terminé una serie de Netflix que se llama Tú no eres especial. Es una serie teen de drama-comedia que trata sobre una joven que se muda de Barcelona al pueblo donde vivía su abuela y su madre, donde descubre que su abuela era una bruja. Ahora estoy como editora de diálogo para García! de HBO+. Amo trabajar en este proyecto, es una serie de un cómic español que no conocía sobre un súper soldado, como Capitán América, pero español. Somos tres editores porque es una serie bastante compleja.
Recomiéndanos una escena que consideres que tiene una excelente ejecución de diseño de sonido y edición de diálogo.
En Bohemian Rhapsody (Bryan Singer, 2018), en la escena de la rueda de prensa de la banda, se enfocan en Freddie Mercury y, a través del sonido, se logra sentir la presión que él siente. Se usan efectos de audio y de diálogo para crear esa sensación, como los sonidos de flashes y el escuchar constantemente a los periodistas, y todo se va intensificando. Se notan efectos como un reverso y diferentes tratamientos que permiten la sensación de estrés, agobio y presión.
Me encantaría que compartieras con nosotros tus planes a futuro.
Ahora estoy en Madrid, pero mi meta es regresar a Estados Unidos. Como habíamos dicho, ahí está la meca del cine. [Me gustaría] poder diversificarme de ser editora de diálogo y llegar a supervisar proyectos enteros o lo que sería ser supervisora de postproducción de sonido. Para metas más a largo plazo, mi sueño es trabajar en SkyWalkerSound y algún día ganarme un Óscar.
Esta entrevista fue editada y condensada para dar claridad.

Andhrea es una joven venezolana, estudiante de psicología e ilustradora de moda. Su amor por el cine comenzó desde muy pequeña gracias a su papá, con quien cada noche comparte una película diferente. El mago de Oz (1939) y la trilogía de Regreso al futuro marcaron su infancia. Los aspectos psicológicos le son fascinantes, más allá de los diálogos entre personajes, por eso ama aprender sobre dirección de fotografía y vestuario. Sus películas favoritas son El curioso caso de Benjamin Button (2008), El aviador (2004), La odisea (1997) y Anna Karenina (2012).