El infiltrado del KKKlan: humor negro y racismo
Disponible en:
Director: Spike Lee
Elenco: John David Washington, Adam Driver, Topher Grace, Laura Harrier, Ryan Eggold, Corey Hawkins, Robert John Burke, Paul Walter Hauser, Craig muMs Grant.
País: Estados Unidos
Duración: 135 min.
Más información de la película: https://www.imdb.com/title/tt7349662/
El infiltrado del KKKlan es la última película de Spike Lee, basada en el libro de memorias BlackKklansman de 2014 escrito por Ron Stallworth, un oficial negro que logró infiltrarse en el Ku Klux Klan. La cinta es protagonizada por John David Washington, como Stallworth, junto con Adam Driver, Laura Harrier y Topher Grace. Está ambientada en Colorado Springs de 1970, aunque la historia real sucedió a finales de los años 80 (una pequeña licencia creativa que se le perdona a Lee).
La trama sigue al primer detective afroamericano en el departamento de policía de la ciudad, Ron Stallworth (John David Washingyton), quien se propone infiltrarse y exponer la rama local del Ku Klux Klan con la ayuda de su compañero judío Philip «Flip» Zimmerman (Adam Driver). De esta forma, Ron es la mente maestra dentro de la infiltración, y Flip es la parte física de la ecuación.
Lo bello y atractivo de la historia es que transforma un suceso verdadero y lo adereza. Asimismo, muestra al racismo como un mal de todas las razas, incluso entre los mismos afroamericanos, quienes constantemente hablan de “matar puercos” refiriéndose a los policías, incluido el mismo Ron. El activismo negro es así también sujeto a critica por su incapacidad para tender puentes de tolerancia hacia otras razas.
Por si fuera poco, la cinta tiene un humor inteligente y una trama que llevan a cuestionar lo que nos define: Ron es negro, pero también es un oficial de policía, lo que lo vuelve un paria entre los suyos. Lo mismo sucede con su compañero Flip, quien es judío y blanco. Esta dualidad en sus características le complican (moralmente) incorporarse fácilmente al KKK.
El infiltrado del KKKlan tiene el poderoso acierto de presentar personajes complejos y multifacéticos que de algún modo se ven reflejados en la situación actual del mundo. Hay una escena particularmente poderosa en la que Ron habla con su jefe, el Sargento Trap (Ken Garito), sobre el objetivo del Ku Kux Klan de normalizar el racismo, de modo que en 20 o 40 años no será necesario quemar cruces: el racismo se habrá instalado en los corazones de la nación. Dentro de la conversación, profetizan que luego sucederá lo inevitable, un hombre criado en este ambiente se volverá presidente. En clara alusión a Trump, la cinta refleja cómo algunos malentendidos se han dejado crecer al grado de que efectivamente se ha normalizado el racismo.
A pesar de que la película es larga, el tiempo pasa brevemente al verla. Spike Lee combina momentos de tensión con momentos de humor, de modo que se guarda un adecuado balance entre las dos emociones. Lejos de la corrección política de películas racialmente “conscientes”, tipo Moonlight, 10 años esclavo o El Color púrpura, El infiltrado del KKKlan critica el activismo extremista negro, algo raro en Spike Lee, quien se caracteriza por sus cintas llenas de enojó y denuncia.
La actuación de John David Washington es buena, aunque no excelente, a diferencia de la de Adam Driver quien sobresale con la dualidad de su infiltración y su papel de policía. Su interpretación hace que quede lejos el muchacho iracundo y caprichoso que conocemos en su Kylo Ren. Adam da una actuación digna de premio Óscar. Washington a veces se siente desganado, sobre todo cuando esta con Patrice (Laura Harrier), la líder de una organización de estudiantes negros.
Mención aparte merecen los villanos, quienes, pese a la rigidez y monotonía de sus papeles, dan actuaciones buenas, en particular Jasper Pääkkönen como Felix Kendrickson. Él refleja con sus ojos y su obsesión por encontrar judíos a una persona desequilibrada y violenta. El personaje de David Duke (Topher Grace), el líder del KKK, tiene participaciones tan breves que es difícil apreciarlo. No obstante, hay que decir que Grace está irreconocible respecto a sus anteriores interpretaciones (Venom en Spider Man 3 y Edwin en Predators).
El infiltrado del KKKlan es una película sobre el racismo, pasado y presente. La cinta nos recuerda que reducir nuestra identidad a una sola característica nos impide relacionarnos con los demás. Con un mensaje políticamente correcto y una historia interesante, no podemos sino decir que El infiltrado del KKKlan se coloca como una de nuestras favoritas para llevarse la estatuilla a mejor película.

Iván Paredes es economista, esposo, padre de familia y cinéfilo. Ha colaborado en múltiples blogs sobre pobreza, arqueología y su zona favorita de la ciudad de México, Tacubaya. Ha estado involucrado desde el inicio en Palomita de maíz, presentando sus opiniones sobre el estado del cine mexicano y la relación entre el cine y la economía. Fanático de las películas mexicanas e intentando ofrecer una mirada descubridora del cine latinoamericano, en sus planes futuros está grabar un corto. Entre sus cintas favoritas se encuentran Niños del Hombre (2006), Soylent Green (1973) y Macario (1960).