Diane: de nada sirve que los demás te perdonen, si tú no eres capaz de perdonarte a ti mismo
Mientras que el equipo de Palomita de maíz se prepara para la cobertura del Festival de Cine de Tribeca 2021, es un placer revisitar Diane, la película ganadora de la competencia narrativa de dicho festival en su edición de 2018, la cual también se alzó con los premios de guion y fotografía. Estrenada en cines de Estados Unidos en marzo de 2019 bajo el sello de IFC Films, la cinta fue el primer largometraje narrativo de Kent Jones, quien fungió como director del Festival de Cine de Nueva York de 2012 a 2019.
Diane, producida por Martin Scorsese, es una joya del cine independiente que todos deberían descubrir. Cuenta la historia de una mujer madura llamada Diane (Mary Kay Place), lidiando con un hijo drogadicto y enfrentándose a los recuerdos tormentosos de una transgresión del pasado de la que no nos enteramos hasta el tercer acto de la película.
El ambiente físico de la cinta resulta llamativo, pues captura un oeste de Massachusetts que normalmente no se ve en pantalla. El enfoque en el día a día de las clases trabajadoras, particularmente mujeres, es otro distintivo. Pero su aspecto más notable es la construcción del personaje principal y su viaje narrativo. Se trata de un estudio de personaje íntimo y complejo.
Curiosamente, Jones tuvo de jovencito una idea muy vaga de una mujer que vive una vida aparentemente ordinaria, y no fue hasta que vio a Place en The Rainmaker (1997) que la historia comenzó a cristalizarse. Jones escribió el guion pensando en Place como su protagonista. “De inmediato supe que ella era la indicada. Tenía una cualidad conmovedora,” dijo en entrevista para Variety.
Mary Kay Place puede ser una figura desconocida para las nuevas generaciones. De hecho, éste fue su primer protagónico, oportunidad que no suele darse a actrices septuagenarias, y menos cuando no son consagradas o, dicho de otro modo, cuando no son Meryl Streep. Sin embargo, Place tiene una vasta carrera en cine y televisión. La también cantante ganó el premio Emmy a Mejor actriz de reparto en una serie de comedia por su actuación en Mary Hartman, Mary Hartman (1976-1977). También fue parte del elenco de la aclamada The Big Chill (1983), una de mis películas favoritas y de la que, dependiendo del día, digo que Place tiene la mejor actuación (por encima de Glenn Close).
En Diane, Kent Jones exhibe un ojo meticuloso, prestando atención a los pequeños detalles de la rutina de esta mujer: desde la revisión de sus notas en una libreta antes de comenzar el día, hasta sus viajes por el todo el pueblo, haciendo favores a familiares y amigos, sirviendo como voluntaria en un comedor social y visitando a su hijo sucio y maloliente que niega rotundamente haber recaído en el vicio de las drogas. En este punto es importante destacar que Diane no es otro drama de drogadicción centrado en una complicada relación madre-hijo como, digamos, Ben is Back (2018), si bien hay algo de eso.
De hecho, hay varios momentos en los que amigos y familiares le preguntan por el estado de su hijo. “No ha habido un momento en los últimos diez años en que no te hayas hecho pedazos por este chico,” le dice con franqueza su amiga Bobbie (Andrea Martín). ¿Qué debería hacer esta madre? ¿Debería aceptar que su hijo es un adulto y que solo él puede ayudarse a sí mismo? “Es como decirme que deje a un bebé en la cima de una montaña para que muera de frío,” es la respuesta de Diane.
La drogadicción de Brian (Jake Lacy) es tan solo una parte del drama que vive la protagonista, y es importante solamente en la primera mitad de la cinta. Diane también lidia con su prima moribunda Donna (Deirdre O’Connell), paciente de cáncer cervical, y a quien visita en el hospital. Aunque Diane y Donna parecen ser muy cercanas, también hay tensiones en su relación. “¿Me perdonas o no?,” le pregunta Diane en una oportunidad. “Te perdoné, pero no lo he olvidado,” responde Donna.
Este es uno de los momentos más tensos y reveladores de la película. Diane tiene un pasado del cual no se siente orgullosa, por lo que busca redención en el servicio al prójimo, en una línea similar a la de Frances McDormand en Olive Kitteridge (2014). Tanto Diane como Olive cargan con el peso de los errores del pasado, tratando de resarcir daños a través de la ayuda a los demás.
Gracias a la dirección sensible de Jones y al trabajo visceral de un elenco de actores veteranos, todo en Diane se siente extrañamente cercano y familiar. De hecho, Diane es también una mirada interesante a la vejez. El tiempo pasa y sus seres queridos van partiendo de este mundo sucesivamente. “No puedo creer que todas se hayan ido tan rápido,” dice Diane refiriéndose a sus tías recién fallecidas (Ellen Parsons y Phyllis Sommerville).
A medida que avanza, la película se vuelve más sombría y depresiva. En realidad, Diane puede ser una experiencia sobrecogedora, pues nos confronta con la posibilidad de morir solos y atormentados por un pasado irreconciliable. A través de una fotografía oscura y del uso de música psicodélica, Jones nos sumerge en los pensamientos de Diane, quien hacia el final comienza a escribir sus inquietudes en un diario.
Hay una angustia palpable en Diane, perfectamente interpretada por Mary Kay Place. La actriz nunca se excede en dramatismos ni suplica empatía para su personaje. Se trata de una actuación que resulta conmovedora en su sobriedad. Una de las mejores escenas que nos regala es en un bar, primero escuchando “Tonight I’m Staying Here With You” de Bob Dylan y después bailando al ritmo de “Out in the Woods” de Leon Russell, escogida por ella específicamente para esta escena, simulando los efectos del alcohol. Esto demuestra el nivel de subjetividad que Jones le concede a Place, permitiéndole aportar una riqueza invaluable al personaje.
No sorprende que Place haya sido reconocida por la Asociación de Críticos de Los Ángeles y la Sociedad Nacional de Críticos de Cine como la Mejor actriz de 2019, además de ser nominada a los premios Gotham y Spirit en la misma categoría. Diane figuró en la lista de películas favoritas del año del expresidente Barack Obama.
Espero despertar la curiosidad de todos los que aún no han visto esta pequeña película. Sin embargo, recomiendo escoger el momento con el estado anímico preciso para verla, ya que, aunque tiene sus momentos graciosos, es mayormente triste y con un final desolador. Diane es un drama rico en significados que deja una lección: de nada sirve que los demás te perdonen, si tú no eres capaz de perdonarte a ti mismo.
Diane está disponible en Hulu y video por demanda.

Kenny Díaz nació un 28 de enero de 1996 en Carolina, Puerto Rico, en donde vive. Creció viendo telenovelas con su mamá y amando el pop romántico contemporáneo. Su amor por el cine vendría más tarde junto con el seguimiento a las premiaciones como los Globos de Oro y los Premios Óscar. Ama el cine de Terrence Davies y las historias centradas en personajes femeninos fuertes y complejos. Obtuvo su bachillerato en Historia de América en 2019 de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras. Actualmente cursa una Maestría en Estudios Culturales en la Universidad Ana G. Méndez, Recinto de Gurabo. Entre sus intereses de investigación están los movimientos sociales y prácticas de resistencia, la construcción de culturas de paz y el problema de la violencia en América Latina desde la producción cultural, con énfasis en el cine y la literatura. Aspira a ser guionista de cine en unos años, así como docente e investigador.